Durante el embarazo hay que tener algunas precauciones a la hora de cuidar la piel, de hecho, la mayoría de los tratamientos de medicina estética están contraindicados como nos explica la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial. “El problema no es el tratamiento en sí, sino la falta de estudios clínicos que aseguren que no se puede provocar algún tipo de problema en el feto. Partimos de la base de que los tratamientos no son seguros y que no se deberían realizar hasta después del parto (o de la lactancia)”.
[Cinco consejos para elegir un buen médico estético]
Ni toxina botulínica, ni peelings, ni aparatología, ni rellenos con ácido hialurónico. La doctora explica que “no se pueden realizar tratamientos con toxina botulínica porque puede provocar malformaciones en el feto y abortos; tampoco se deben usar los peelings (ácido salicílico, glicólico, retinoico y todos sus derivados) porque pueden pasar a la sangre de la madre y por lo tanto al feto, provocando malformaciones”.
Respecto a la aparatología, como radiofrecuencia, ultrasonidos o similar, la experta señala que “no se ha demostrado que sea mala, pero tampoco se ha podido demostrar que no tengan efectos en el feto. Así que no se deben realizar tampoco”.
El ácido hialurónico es un tema controvertido, “se sabe que en su degradación se va a deshacer en CO2 y agua, y esto no debería ocasionar ningún problema, pero no se recomienda aplicar tratamientos con ácido hialurónico durante el embarazo porque a veces la propia molécula del ácido hialurónico está reticulada o manipulada con determinados agentes que no se sabe si pueden provocar daños al feto.
La única molécula medio permitida, aunque no hay estudios, es el ácido hialurónico puro monomérico (se usa solo para hidratar) pero tiene un efecto muy corto en la piel, porque desaparece muy pronto y tampoco se está usando, ya que no compensa”.
La doctora aconseja “mucha protección solar para prevenir las manchas (que sabemos que son uno de los problemas más habituales por los cambios hormonales, en concreto el cloasma), mucha hidratación, porque la piel tiende a estar más seca y tratamientos manuales en los centros de belleza, además de masajes de drenaje linfático y maderoterapia que favorecen que no se retenga líquido en la cara, permitirán la oxigenación del tejido y mantiene el rostro en forma.
El temido melasma si se debe tratar desde el embarazo. La doctora Lidia Maroñas, dermatóloga y autora del libro “Dos corazones bajo la misma piel” recomienda tratar el melasma desde el embarazo y no dejarlo para después del parto, pues como explica “uno de los indicadores de mejor respuesta al tratamiento es iniciarlo de forma precoz”.
La protección solar, los antioxidantes, los exfoliantes y las cremas despigmentantes son los aliados perfectos. “La utilización de exfoliantes suaves que contengan magnesio en su formulación es ideal para eliminar la melanina superficial por su acción despigmentante” explica la dermatóloga que recomienda también una mascarilla semanal de arcilla, mascarillas concentradas despigmentantes e incluir cremas de prescripción médica con ácido azelaico como complementos a la rutina diaria despigmentante.
“Tras las manchas faciales, el acné es el motivo más frecuente de consulta”, desvela la doctora Maroñas. Aparece típicamente durante el primer trimestre del embarazo y llega a repercutir muy negativamente en la salud psicológica y emocional de la embarazada, sobre todo si nunca antes lo ha tenido. “Debido a la falta de ensayos clínicos y guías terapéuticas en embarazadas con acné, es prioritario que la selección del tratamiento sea totalmente individualizada y esté siempre guiada por un médico especializado”, añade.
Por otra parte, no se pueden utilizar aceites esenciales puros “ya que tienen terpenos, que producen malformaciones en el feto. Tampoco se debe utilizar hidroquinona, el agente blanqueante cosmético más frecuente, está contraindicado porque provoca malformaciones y tampoco se puede utilizar durante la lactancia. De igual forma, están desaconsejados los retinoides” señala la doctora Pérez Sevilla.