Christian Dior nace en Granville, una localidad de la región costera de Normandía (Francia), el 21 de enero de 1905, en el seno de una familia de la burguesía, formada por el matrimonio de Maurice Dior y Madeleine Martin. Christian era el segundo de los cinco hijos de la pareja.
Cuando tenía cinco años, su familia se traslada a París. Allí estudiará después Ciencias Políticas, pues la ilusión de su familia siempre fue que hiciera la carrera diplomática; pero su pasión por la moda fue más fuerte y el joven Dior alterna la facultad con la venta de figurines y bocetos a distintas publicaciones parisinas.
En 1928, deja definitivamente los estudios y, con el dinero del negocio de fertilizantes de su padre, abre una pequeña galería de arte en París, donde vende obras de artistas emergentes, entre ellos, Pablo Picasso. El crack de 1929 en Estados Unidos afectó tanto a la empresa de su padre, que se arruinó, como a la galería, que perdió muchos de sus compradores.
A ello se suman la muerte de su madre y la de un hermano, y Dior, un chico muy tímido, sensible y de maneras impecables, cierra la galería, y conoce lo que es estar durmiendo en casa de amigos y conocidos hasta que logra encontrar trabajo en la casa de costura de Robert Piguet, una de las más famosas del momento, donde coincidirá con Pierre Balmain.
En esta época de gran creatividad sorprenderá incluyendo, en una de la colecciones de 1938, el famoso estampado de pata de gallo. No será esta la primera vez que Christian Dior innove utilizando tejidos y estampados hasta entonces reservados a los textiles para la decoración, como el brocado, la toile de jouy y el cannage o rejilla.
Como muchos hombres de su generación, Christian Dior es llamado a filas durante la II Guerra Mundial (aunque no irá al frente) y, por tanto, deja la maison Piguet. Le sustituirá Marc Bohan. Por esos caprichos del destino, décadas después, cuando Yves Saint Laurent deje Dior para irse a hacer el servicio militar, será Marc Bohan quien lo sustituya al frente de la firma.
En 1941, Christian Dior empieza a trabajar en Lucien Lelong, otra de las grandes casas de costura, donde coincidirá de nuevo con Pierre Balmain. Allí permanecerá hasta que, en 1946, funda su propia firma de alta costura, con la ayuda de un inversor llamado Marcel Boussac.
Coco Chanel, que había liderado la moda y creado las tendencias de las décadas anteriores, había caído en desgracia tras la II Guerra Mundial, es acusada de colaborar con los nazis. Huyendo del escándalo, la diseñadora se traslada a Suiza, donde vive durante una década.
['The New Look', la serie sobre el ascenso de Christian Dior y la caída de Coco Chanel]
Boussac, industrial del algodón, con gran olfato, ve la oportunidad que supone el 'exilio' de Coco Chanel y apuesta por el joven diseñador. Será el comienzo de una carrera fulgurante, en la que Christian Dior se convertirá en el mejor embajador de la moda francesa, convirtiendo de nuevo París en la capital de la moda mundial.
Guiado por su gran intuición, Christian Dior comprende que, una vez finalizada la II Guerra Mundial, la sociedad estaba necesitada de alegría y celebraciones y, por tanto, de fiestas. Visionario, supo ver que a épocas de escasez, austeridad, restricciones y pesimismo siguen otras de abundancia opulencia, exceso y optimismo.
Y, después de años de modelos sobrios, útiles para trabajar o para el ejército, en colores grises o marrones y confeccionados con pocos metros de tejidos rígidos, gruesos y ásperos (destinados a proteger del frío y a durar en los armarios), Dior comprende que lo que su clientela iba a demandar eran vestidos para soñar, disfrutar de la vida y olvidar la tristeza y las pérdidas del crack y de la guerra.
Así, en 1947 presenta su primera colección, que bautiza como Corolle (en español, corla, el conunto de pétalos que forman la flor), en la que dará forma a esos sueños y fantasía. Y, al mismo tiempo que crea la nueva estética de los años 50, establecerá el diferente rumbo de la moda en los años venideros.
Christian Dior presenta una colección basada en el lujo, que contrasta con la humildad de años anteriores. Sus vestidos marcan la silueta de la mujer, marcando el pecho y ciñendo hombros y cintura. Y las voluminosas faldas de vuelo, largas hasta media pierna, confeccionadas al bies y con forros de tul, necesitarán metros y metros de tela.
Todo ello, sin olvidar la importancia de los accesorios: zapatos de tacón finísimo y grandes sombreros. Exactamente, lo opuesto y más alejado del minimalismo y simplicidad que había preconizado Coco Chanel en épocas anteriores.
Por eso, no es de extrañar que Carmel Snow, todopoderosa editora de Harper’s Bazaar, tras ver el primer desfile el 12 de febrero de 1947, exclamara: “It’s quite a revolution, dear Christian. Your dresses have such a new look” ("Esto es toda una revolución, querido Christian. Tus vestidos tienen un aspecto tan nuevo”).
Snow dirigía la revista de moda que, por aquel entonces, era la más influyente del mundo (cuya directora de moda era ‘el demonio vestido de Chanel’, Diana Vreeland) y la prensa del momento se hizo eco de sus palabras, bautizando esa nueva tendencia como New Look.
El nombre de Christian Dior pasa a los libros de Historia de la Moda como uno de los diseñadores imprescindibles para entender la evolución de la moda en el siglo XX y, especialmente, lo que se consideró la era del glamour y la feminidad, impulsando la moda a cotas estéticas hasta entonces no conquistadas.
Como era de esperar, no todas las mujeres abrazaron el New Look. Aquellas que habían conseguido liberarse del corsé y de las prendas ajustadisimas e incómodas de épocas anteriores, no vieron con buenos ojos las cinturas de avispa ni el exceso de tejidos y volúmenes.
Coco Chanel, que había popularizado el pantalón y dotado a la mujer de un 'uniforme' con el que acceder al mercado laboral, dijo: "Solo un hombre que nunca tuvo intimidad con una mujer podría diseñar algo tan incómodo".
Se alzaron otras voces críticas y grupos de mujeres indignadas se manifestaron frente a las puertas de la Casa Dior en la parisina Avenue Montaigne. Pero, como sucede a menudo con algunos escándalos, las protestas solo lograron darle a la nueva marca y a su diseñador todavía más publicidad.
De esa primera época es la famosa chaqueta Bar, uno de los hitos del diseñador. la firma abre sucursal en Nueva York y, en 1949, después de dos años del New Look, presenta su primer perfume: Miss Dior, dedicado a su querida hermana Catherine. "El perfume de una mujer dice más sobre ella que su letra", asegurará después.
El cartel publicitario lo realiza un ilustrador italiano llamado René Gruau que, desde ese momento, se convertirá en uno de los aliados para el despegue económico de la firma Christian Dior.
Se inicia aquí lo que será la segunda pasión de Christian Dior: la creación de perfumes inspirados en el jardín de su casa familiar en Granville. Las flores también inspirarán muchos diseños de los estampados de los vestidos y el estampado floral se convertirá en marca de la casa.
Christian Dior murió de un ataque cardíaco el 24 de octubre de 1957, mientras estaba disfrutando de unos días de descanso en el Grand Hotel & La Pace de Montecatini Terme, uno de los destinos más populares en Italia para el turismo balneario. Tenía 52 años y un impero en franquicias y distribuidores por todo el mundo.
Ese mismo año le sustituye Yves Saint Laurent, que ya anticipa los aires de cambio y revolución que traerían los años sesenta. El jovencísimo diseñador debe abandonar la maison para hacer el servicio militar y presenta su última colección con el título “¡Abajo el Ritz, viva la calle!”.
Sus modelos, en los que presenta minifaldas y chaquetas de cuero, son un homenaje a la Rive Gauche y al París más bohemio y no encajan en los gustos de la exclusiva clientela de la maison, que frecuenta el Ritz de todas las grandes capitales del mundo y cuyo estilo de vida se aleja mucho del de los estudiantes revolucionarios.
Por eso hay quien dice que la marcha de Saint Laurent fue aprovechada para sustituirlo por Marc Bohan en 1960, contemporáneo de Christian Dior, con quien trabajó y a quien llegó a conocer muy bien: su edad y formación garantizaban la continuidad del estilo que había caracterizado la maison durante las últimas décadas.
Marc Bohan será el diseñador que más tiempo estará al frente de la marca, durante 28 años. No será un camino de vino y rosas, porquela empresa entrará en bancarrota y, en 1984, será comprada por Bernard Aranault, propietario del conglomerado empresarial LVMH, por la cantidad simbólica de un franco.
En 1989 hacía falta ya un relevo generacional y estético y Gianfranco Ferré es nombrado director creativo de la firma. La llegada de un italiano a la mítica casa de costura francesa fue un auténtico escándalo, pues la marca era percibida como parte del patrimonio nacional galo.
Menos de una década después, en 1996, el gibraltareño John Galliano abandona Givenchy (también propiedad del grupo LVMH) y se hace cargo de la dirección creativa de Dior, actualizando el New Look de Christian Dior con espectaculares trajes de gala, ceñidísimos corsés y el anticipo de lo que será el glamour en el siglo XXI.
Los desfiles de Galliano sorprenderán por su creatividad, barroquismo y la mezcla de historias y culturas. Serán años de sorpresas y éxitos que finalizarán en 2011, cuando es grabado en un bar realizando unas declaraciones antisemitas que provocan su provocan despido fulminante.
Durante un año, la maison buscará sucesor y en 2012 Raf Simons es nombrado director creativo. El diseñador belga, que había llamado la atención de la prensa especializada por su trabajo al frente de la firma Jil Sander y, al frente de una marca de alta costura, no solo no defraudará sino que la llevará a la modernización y al triunfo comercial.
En 2015, después de tres años y medio, anuncia su marcha por "motivos personales" y para centrarse en su propia marca; aseguró sentirse agotado porque el ritmo impuesto por la moda no dejaba tiempo para pensar, para crear ni para innovar. le sustituyen interinamente dos de sus colaboradores, Serge Ruffieux & Lucie Meier.
[¿Cómo habría diseñado Christian Dior, hoy, la chaqueta que le hizo famoso?]
A pesar de la sorpresa que supuso la renuncia de Simons, y tras seis meses de rumores sobre posibles candidatos, el grupo LVMH encontró a quien lo reemplazaría haciendo, de paso, historia. Maria Grazia Chiuri se convierte en 2016 en la primera mujer nombrada directora creativa de la marca tras casi siete décadas de vida de la maison.
La italiana, que venía de hacer tándem con Pierpaolo Piccoli Chiuri en Valentino, tomó las riendas de las colecciones de alta costura femenina, de prêt-à-porter y de accesorios. Desde entonces, son célebres sus desfiles con mensajes feministas.
Como el famoso We should all be feminists (Todos deberíamos ser feministas) que estampó en una camiseta y fue un éxito de ventas iniciando una época en la que la moda se ve como otro medio para comunicar mensajes.
También ha logrado aumentar la facturación de la marca, lo que augura un futuro para la firma que ha cumplido 76 años y ya calienta motores para la celebración de su 80º aniversario en 2026. Será una ocasión para recordar al hombre que dio nombre a la marca.
Aquel que revolucionó la moda sin haberlo pretendido y que nunca ansió fama ni glora, solo poder hacer lo que le apasionaba: “Siendo natural y sincero, a menudo se pueden crear revoluciones sin haberlas buscado”, afirmó.
En estas casi ocho décadas, la firma, como otras muchas cuyos fundadores hace muchos años que fallecieron, ha acortado su nombre y pasado de ser Christian Dior a ser simplemente Dior, pero el mito permanece.