Un cambio de estación siempre supone un aluvión de información en cuanto a tendencias estéticas tanto en moda como en belleza, además de la emoción de estrenar ropa de casa y organizar una agenda con amigos que se extienda durante los próximos meses.
Todos hemos vuelto con un septiembre muy intenso, donde quizás hemos descuidado ciertos cuidados que tampoco hemos mantenido en verano, ya que la desconexión a veces implica perder ciertas disciplinas que, si lo analizamos, más que esclavizarnos nos ayudan a gestionar mejor la vuelta a la rutina.
Como estamos en época de elegir una opción u otra en todo lo referente a nuestra imagen para el otoño, sí me gusta destacar ciertos juegos de color que en el cabello nos ayudan mucho a lanzar mensajes sobre cómo nos sentimos ante la llegada casi inminente del frío.
Es el momento de cambiar el guardarropa y volver a tejidos más cálidos, apetecibles, gustosos al tacto y que nos regalen cierta sensación de bienestar. La avalancha de información es constante en este momento, pero si queremos contar al mundo algo nuevo a través de nuestro cabello, nada mejor que un corte que nos defina o la elección de un color que, en mi opinión, vaya acorde con nuestro estilo de vida y nos permita cierta versatilidad.
Podríamos pronosticar que los primeros espadas son estos…
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Tono frambuesa o el combo ideal para jugar con el cobre y el rubio fresa, cuya base es un rojo anaranjado con mechones de rubio fresa idóneamente repartidos por el cabello.
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Chocolate, un tono muy sofisticado que es ideal para mujeres que sienten cierta debilidad por el color pelirrojo, pero que no buscan un cambio tan radical. Es, además, una tonalidad que favorece muchísimo a quien lo elige.
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Rubio rosa melocotón es, según como ya apuntan muchos medios y, sobre todo, tras la cobertura de muchos de los desfiles más mediáticos en Nueva York, París o Milán, como el tono que arrasará en los salones este otoño y que supone el trabajo de incorporar tonos rosas cálidos de melocotón que de manera inmediata iluminan el rostro y favorecen muchísimos.
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Negro azabache, un tono muy frío, que endurece, pero que se puede suavizar con matices rojos naturales para dulcificarlo, aunque quien opta por este tono sabe bien lo que elige y cómo convive con sus facciones de piel.
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Oro o lo que es lo mismo, el rubio dorado que tantas mujeres desean y que siempre es un plus de energía y vitalidad. El consejo es que se potencie el tono alrededor del rostro para evitar un choque de colores y que delimitemos bien piel y cabello, a la vez que demos con el equilibrio correcto entre el rubio cálido y el rubio frío.
En todo caso, es muy importante que antes de someternos a un cambio de color o que acudamos a nuestro salón para potenciar el que ya tenemos o elegir productos para utilizar en casa, que acudamos a un experto que nos pueda valorar el resultado final y darnos una serie de directrices sobre cómo nos veremos una vez que hayamos optado por una tonalidad o un corte.
A la vez, igual de fundamental es que nos pongamos en sus manos para decantarnos por un producto u otro, ya que hoy en día tenemos la suerte de contar con líneas muy bien formuladas para sanear el cabello y, sobre todo, para mantener bonito el color por más tiempo.