El órgano más grande del cuerpo, la piel, nunca miente. Acné, alergias... se presentan, en cierto modo, como una llamada de atención. Nuestra apariencia externa puede, en efecto, revelar desajustes internos. Sin embargo, muchas manifestaciones no son siempre sinónimo de ello. Así lo recordamos con la llamada "purga de la piel".
¿Qué es el Skin Purge?
"Cuando tenemos pieles obstruidas o congestionadas, lo que suele ocurrir es que se producen bloqueos de los poros que pueden desencadenar procesos acneicos que se presentan sobre o bajo la piel.
Se denomina Skin Purge o Purga de la piel al proceso por el que pueden aparecer determinados granitos al inicio del uso de un cosmético, fase en la que, lejos de preocuparnos, deberíamos alegrarnos, ya que dicho producto está sacando todas las impurezas de nuestra piel en pro de equilibrarla completamente".
Por lo tanto, "decimos que los retinoides purgan la piel trabajando a nivel celular. Consiguen ir desbloqueando los poros, permitiendo que se vaya liberando toda la suciedad y todas las impurezas o exceso de sebo que tenemos dentro de los poros", explica Elisabeth San Gregorio, directora de educación de Medik8.
¿Cuál es su duración?
“Cuando empezamos a aplicar un retinol, podremos notar que aparece esta purga, pero es una fase pasajera que terminará cuando la piel se vea libre de impurezas y con los poros saneados”, añade Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de la firma Perricone MD.
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"Aunque no tiene una duración específica, el tiempo aproximado se corresponde con lo que tardamos en retinizar nuestra piel, aproximadamente cuatro semanas. Si después de ese período vemos que los posibles brotes que queríamos tratar no se reducen y van en aumento, deberemos considerar otras formas de retinoides u otros tratamientos".
Además, "tengamos en cuenta que no todos los retinoides trabajan de la misma manera. Mientras que un retinol al uso puede tener un efecto regenerador, un retinal ofrecerá mayor capacidad seborreguladora y antibacteriana", añade la experta de Medik8.
Tres puntos a tener en cuenta
- No asustarse
- No echarse atrás
- Editar la rutina habitual