A la hora de cuidar nuestro rostro, no solo son determinantes los ingredientes que componen nuestros productos. También lo es la aplicación. Algunas zonas, más difíciles de acceso, pueden convertirse en grandes olvidadas por malos hábitos.
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Estefanía Nieto, directora técnica de la firma Omorovicza, nos recuerda la rutina correcta: "Los productos del cuello los debemos aplicar en sentidos ascendente, hacia el mentón y las orejas. Los cosméticos en el rostro conviene que vayan de centro a exterior, en sentido ascendente también. La frente debe dirigirse siempre desde la línea de cejas hacia arriba en vertical".
Si no lo aplicas escrupulosamente, puede que estés sufriendo el llamado "efecto careta". Te desvelamos en qué consiste y cómo puedes evitarlo en palabras de experto.
¿Qué es el efecto careta?
"Esto ocurre cuando no solemos llevar los productos hasta las orejas o tendemos a dejar sin cosméticos la línea de nacimiento del cabello. Es un gesto muy común por miedo a manchar el pelo que hace que, con el paso de los años, parezca que tenemos una careta muy cuidada, con unos contornos faciales que contrastan al revelar un mayor fotoenvejecimiento de la piel", explica Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD.
Este gesto o, más bien, ausencia de él, es un condicionamiento de la piel en esas áreas que circundan el óvalo facial. Puede dar lugar a todo tipo de fenómenos, "desde arruguitas a, sobre todo, exceso de pigmentación. Son los signos más habituales y resultan difíciles de tratar porque tienden a venir cuando ya está muy avanzado. Es por ello que conviene llevar los cosméticos al nacimiento del cabello y hasta las orejas, cubriendo incluso estas mismas, las eternas olvidadas", añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
¿Por qué es fundamental evitarlo?
"Llevando la crema hasta los confines del rostro, mantendremos el tejido protegido todo el día, terminando desde luego siempre con un buen protector solar o usando una hidratante que lo contenga, reaplicando cada dos horas si estamos mucho tiempo expuestos al sol", confirma Bella Hurtado, de la firma coreana Boutijour.
Además, "las orejas y el cuero cabelludo, al igual que los límites de la frente, son áreas que suelen presentar un fotoenvejecimiento sumamente avanzado si lo comparamos con el resto de regiones faciales.
No debemos olvidar que todo es piel, igualmente, y no debemos limitar en esas áreas la fotoprotección", añade Sonia Ferreiro, cosmetóloga, biotecnóloga y responsable técnica de Ambari Beauty en España.
Un cuidado añadido
La apariencia de la piel no solo se ve favorecida por la aplicación de productos, también puede serlo por el intermediario de los llamados masajes kinésicos. "estimulan la circulación, reducen la retención de líquidos y mejoran el tono muscular. Además de complementar las potentes composiciones cosméticas, ayudando a penetrar mejor los activos e ingredientes" explican los expertos de Darphin.
Distinguen el movimiento de succión (usando las palmas, mantenerlas firmes y presionar las mejillas, sien, frente, mejillas nuevamente y cuello), de pellizco (usando el pulgar y el índice, pellizca las mejillas, sien, frente, mejillas nuevamente y cuello) y de corazón (usando la punta de los dedos, da palmaditas delicadamente desde la frente hasta el cuello).