Algunos ingredientes son bien conocidos en el mundo de la belleza, y concretamente de la cosmética, por sus virtudes y beneficios para el cuerpo. Es el caso de los aceites. ¿Pero cuál toca elegir? ¿Qué beneficios tienen unos en comparación con otros?
[Aceite de árbol de té: estos son sus increíbles beneficios]
Los expertos de Inhouse destacan la importancia de apostar por aceites vegetales: “debido a su potentes fuentes de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes, los cuales nos ayudarán a aportar más hidratación, nutrición y regenerar nuestra piel.
Asimismo, los aceites vegetales actúan como un ingredientes clave en los productos de cosmética, ya que penetran con rapidez en la epidermis, ayudando a reparar desde las capas más profundas y creando una barrera mucho más fuerte para nuestra piel.”
Mar Sánchez Orduña, creadora de WILD RAIN, marca de belleza española libre de toxinas y parabenos, aclara sobre algunos de los aceites esenciales más utilizados en sus productos, como el exfoliante/gel limpiador Aruba que contiene aceite de almendras dulces, Maui, una crema facial cuya fórmula cuenta con aceite de soja o Amazonia, compuesta por aceite de arroz:
-
Aceite de pomelo. “Estimula la formación de colágeno y es un gran aliado para evitar infecciones. Este aceite también retrasa el envejecimiento y es rico en vitamina C.”
-
Aceite de semilla de girasol. “Uno de sus principales beneficios es su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados. Además de ser humectante y emoliente, el aceite de semilla de girasol cuenta con una alta proporción de vitamina E, un antioxidante muy efectivo.”
-
Aceite de almendras dulces. “Este aceite suave tiene propiedades hipoalergénicas y es ideal también para las pieles sensibles. Además, es rico en vitamina E, que es un antioxidante muy efectivo.”
-
Aceite de coco. “Posee propiedades antibióticas y antimicrobianas que pueden ayudar a prevenir y combatir infecciones en la piel. El aceite de coco se utiliza como humectante natural y ayuda a preservar el colágeno y la elastina para prevenir la aparición de las arrugas.”
-
Aceite de uva. “Este aceite es rico en ácidos grasos insaturados y esenciales, y contiene gran cantidad de fitosteroles, fosfolípidos y vitamina E, por lo que tiene un gran poder reparador y protector de la piel.”
-
Aceite de árbol de té. “Ayuda a calmar la piel y a disminuir las rojeces provocadas por el acné. Es un gran antiinflamatorio y un potente antioxidante que rejuvenece las células de la piel y la protege de los radicales libres, retrasando así el envejecimiento. También ayuda a tensar los poros de la piel y a eliminar imperfecciones.”
-
Aceite de arroz. “El arroz es un perfecto aliado para prevenir y disimular las líneas de expresión, atenuar las manchas del rostro, evitar las irritaciones de la piel y es ideal para combatir el acné.”
-
Aceite de soja. “Es un gran activo antiedad que reduce las arrugas y las líneas finas, evitando el envejecimiento prematuro de la piel. Al estimular la síntesis de colágeno y elastina, mejora la firmeza de la piel, reduce la flacidez y le devuelve su aspecto terso.”
Los expertos de Saluvital destacan a su vez el aceite de argán que “hidrata y nutre gracias al alto contenido de aceites grasos, que mejoran la elasticidad de la piel y que le devuelven su luminosidad natural. De la misma forma, su gran poder antioxidante hace que se convierta en un activo antienvejecimiento perfecto para la piel.”
Todos se pueden encontrar en mayor o menor medida en numerosos productos faciales, corporales e incluso capilares. Recuerda la importancia de elegirlo según las necesidades de tu cuerpo.