El microneedling es una de las tendencias de belleza favoritas del momento por sus propiedades reafirmantes y su capacidad para mejorar arrugas, estrías y cicatrices. Gracias a sus numerosas ventajas se ha convertido en la obsesión beauty de muchas celebridades, que no han parado de mencionar sus ventajas en redes sociales.
Pero ¿en qué consiste? El microneedling es una técnica dermatológica mínimamente invasiva en la que se realizan múltiples micropunciones en la piel para aplicar un producto con propiedades específicas. Para ello se emplea un dispositivo que contiene pequeñas agujas y controla la profundidad de las incisiones.
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El objetivo general del tratamiento, además de potenciar la producción de colágeno y favorecer la regeneración cutánea, es lograr una penetración profunda de productos dermatológicos de uso tópico para mejorar la apariencia general de la piel.
Por esto, el microneedling también tiene formato capilar. Se puede utilizar en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento de pelo y favorecerlo, gracias a que la profundidad de las incisiones favorece la absorción de activos que contribuyen a una mejoría general del cabello.
Propiedades del microneedling
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Reafirma la piel y mejora su firmeza.
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Rejuvenece gracias a su capacidad de disminuir líneas de expresión y arrugas.
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Mejorar la firmeza, el tono y la textura de la piel.
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Estimula la producción de colágeno y elastina.
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Activa y potencia los procesos de regeneración general de la piel, con lo que logra disminuir cicatrices de acné, manchas e hiperpigmentaciones.
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Ayuda a reducir la apariencia de los poros, mejorando la apariencia general de la piel.
- Mejoría del aspecto general del cabello en el caso del microneedling capilar.
- Favorece el crecimiento del cabello.
- Reducción de la elasticidad de la piel y estrías.
Microneedling paso a paso
Se trata de un tratamiento estético que, preferiblemente, debería realizar un profesional, aunque existe la opción de hacerlo de forma casera gracias a los llamados dermarollers.
Estos son rodillos recubiertos de agujas que ruedan sobre la piel y cuya función es similar a la del dispositivo profesional de microneedling. Sin embargo, este caso las punciones son superficiales, por lo que la efectividad del tratamiento no será la misma.
Microneedling casero
En el caso de acudir a un centro estético, el médico comienza analizando el tipo de piel y determinando el procedimiento a seguir en función de esto. Después aplica un gel de ácido hialurónico sobre la superficie del área a tratar para favorecer el deslizamiento de la herramienta con la que se realizan las incisiones y prevenir de esta forma lesiones en la epidermis.
Además del gel de ácido hialurónico también aplica un anestésico tópico para adormecer la zona a tratar. De este modo evita fricciones en la piel y reducir el dolor que el tratamiento pueda ocasionar.
A continuación, realiza pequeñas punciones en la piel con el dispositivo de microneedling, gracias al que logrará una mejor absorción del producto que se requiera en cada caso. La profundidad de las incisiones dependerá del paciente concreto.
Este procedimiento suele tener una duración de entre 15 y 20 minutos. Después, el médico limpia la piel ayudándose de una gasa estéril para eliminar restos de ácido hialurónico o sangre. Es normal que la piel quede irritada tras el tratamiento, pero los médicos recuerdan que es parte del proceso.
Cómo funciona
El tratamiento funciona gracias a que las micropunciones y la absorción del producto tienen una respuesta cutánea que conlleva la regeneración de la piel y la producción de colágeno.
Gracias al nuevo tejido cutáneo que se genera, la apariencia general de la piel mejora. El tratamiento consigue igualar tonos, mejorar la consistencia de la piel, reducir la apariencia de los poros dilatados y suavizar pequeñas imperfecciones provocadas por la edad o por agentes externos como manchas solares, cicatrices de acné y arrugas.
Efectividad y seguridad
El microbleeding es un tratamiento que logra efectos visibles en pocas sesiones. Además, es un procedimiento no invasivo por lo que puede considerarse seguro. Sin embargo, efectos secundarios como el enrojecimiento y las irritaciones son normales en los días siguientes al tratamiento, sobre todo en pieles sensibles y atópicas.
A pesar de todo esto, es conveniente consultar con un dermatólogo si debes o no realizarte este tratamiento. Por ejemplo, los médicos no aconsejan someterse a él a personas con infecciones cutáneas, quemaduras solares, acné activo ni a mujeres embarazadas.