¿Será el Masaje Facial Japonés o Lifting Facial Japonés el tratamiento más solicitado en 2023?
Promete arrasar en los próximos meses. Analizamos los beneficios de este masaje de tradición ancestral.
3 enero, 2023 02:27Este tratamiento facial es conocido como Masaje del Antiguo Camino de la Belleza. Nace del ANMA, un antiguo sistema de terapia de masaje japonés, una palabra que resulta de combinar (AN) Presión y (MA) Fricción.
[Quiero un cutis perfecto y una piel joven, pero ¿qué demonios es un 'gua sha'?]
Este masaje facial nace en 1472 en Japón cuando en un concurso de habilidades de masaje (muy comunes en esa época) dos grandes maestros decidieron desarrollar este bello arte. La leyenda dice que durante siglos fue una técnica utilizada por los sabios para sanar su mente después de las batallas y una de las terapias favoritas de las japonesas para lucir un rostro bello y juvenil.
Este masaje es el resultado de una combinación entre masaje profundo -que trabaja la musculatura- y movimientos superiores en puntos neurosensoriales y meridianos energéticos. Dichas técnicas estimulan los nervios faciales alcanzando las células de la piel. Se realiza con ligereza a través de movimientos secuenciales rápidos, percusiones, lisajes y drenajes. Se estimula el sistema nervioso, la circulación sanguínea y linfático y se descontracturan nervios.
Aunque tendemos a confundirlo con el maravilloso Kobido, lo cierto es que cuenta con algunos movimientos que se traducen en múltiples beneficios…
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Reduce la flacidez de la piel y corrige pequeñas arrugas: a medida que los músculos faciales pierden elasticidad son más sensibles a los efectos de la gravedad. De igual manera que el ejercicio tonifica y reafirma nuestro cuerpo, el masaje facial japonés tonifica y fortalece la musculatura facial de manera que previene la flacidez y las arrugas.
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Regula la hidratación de la piel: aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación creando una barrera contra la evaporación. Estimulando la producción de colagénesis (colágeno endógeno).
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Liberación de toxinas e impurezas: al aumentar el flujo de la circulación de la piel, eliminamos células muertas y aumentamos la luminosidad de la piel aportándole un aspecto saludable y juvenil. También incrementamos el aporte de nutrientes más eficientemente, ralentizando el envejecimiento.
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Relaja la tensión muscular: se liberan las tensiones y contracturas musculares, mejorando el aporte de oxígeno y nutrientes hasta las células de la piel, las cuales pueden repararse y rejuvenecerse por ellas mismas.
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Elimina migrañas y síndrome (ATM) del dolor maxilar: su acción relajante y descontracturante es capaz de mejorar dolores de cabeza y el síndrome ATM provocado por la tensión.
Siempre soy muy exigente cuando trabajamos con las manos, pruebo personalmente a cada nueva terapeuta y cada tratamiento que incorporamos en el menu de facial y corporal y siempre estamos en constante formación.
Ninguna máquina logra superar el trabajo manual bien hecho y por eso los protocolos manuales vuelven a posicionarse entre los reclamos más habituales de nuestra clientela que no descarta las bondades de la aparatología más innovadora y eficaz, pero que empieza a demandar la combinación de ambas técnicas, algo que se debe realizar con un previo diagnóstico con una experta en el cuidado de la piel.