Si estás considerando probar la depilación láser para eliminar el vello no deseado, puede que te hayas preguntado cuál es el método que mejor funciona contigo. La respuesta se complica con el tiempo, ya que cada vez existen más opciones y no siempre sirven para todo el mundo. Cada tipo de piel tiene unas necesidades distintas, y es importante elegir la tecnología adecuada para lograr los mejores resultados:
[Depilación láser: mitos y verdades sobre el tratamiento]
Fotodepilación
Esta opción es una de las más frecuentes, aunque requiere más sesiones que el resto de métodos. La fotodepilación emite una luz pulsada de alta intensidad (IPL) de una determinada longitud de onda.
La melanina presente en el pelo captura la energía de la luz y el calor que desprende acaba quemando el pelo hasta el folículo. Precisamente por esto, la fotodepilación es más efectiva en vello oscuro −porque contiene mucha más melanina− que en el vello rubio o pelirrojo.
En cualquier caso, este método es muy versátil y permite trabajar con vellos más claros y pieles más oscuras que el láser. Si tienes la piel sensible, también puede ser tu solución, ya que no duele.
Láser Diodo
El láser diodo destaca por ser uno de los trabajos de depilación de mayor profundidad, pero, al mismo tiempo, también es el más doloroso. Con una longitud de onda de 800 nanómetros, está recomendado tanto para vellos más oscuros y gruesos, como para aquellos más claros y frágiles.
A diferencia de otros procedimientos, este consigue eliminar los folículos por completo sin afectar a la melanina de la piel, evitando la aparición de manchas. Gracias a su eficacia, exige menos sesiones, y puedes parar el tratamiento siempre que quieras y empezarlo por donde lo habías dejado.
Láser Alejandrita
Su longitud de onda es de 755 nanómetros, por lo que llega a menor profundidad y requiere que este tipo de láser sí afecte a nuestra melanina. Por eso, precisamente, el método Alejandrita se recomienda para personas con pieles claras, ya que en ellas el láser no detectará el color y no creará manchas en la dermis.
Es mucho menos doloroso que la anterior opción y, debido a que puede cubrir áreas más grandes con bastante rapidez, ofrece grandes resultados en sesiones de menos de 45 minutos.
Otra ventaja muy interesante de este tipo de láser es que estimula la creación de colágeno, permitiendo lucir una piel brillante y rejuvenecida al final del tratamiento.
Láser Soprano
En vez de destruir los folículos con energías altas, esta técnica lo hace aplicando pulsos de baja energía de forma progresiva en las zonas a depilar. El láser Soprano apenas duele, y está especialmente indicado para pieles recién bronceadas.
Su inconveniente está en que puede requerir casi el doble de sesiones que el resto de procedimientos, y que es un procedimiento más complejo y caro que otros métodos como el Alejandrita.
[Rasurarse antes de la depilación láser: por qué debes hacerlo y con qué]
Además de la depilación láser, existen muchas otras opciones, como el rasurado tradicional, la cera, la depilación con crema o con hilos o, de igual manera, la elección de no depilarse. En cualquier caso, si optas por el láser, lo más recomendable es que acudas a un profesional que pueda evaluar las características de tu vello.
Además de elegir la tecnología adecuada, es importante que cuides tu piel antes y después de la depilación para lograr un buen resultado y lucir radiante en cualquier época del año.