A pesar de que hoy tenemos a nuestra disposición mucha y buena información, cometemos muchos errores a la hora de elegir los productos cosméticos que más nos convienen y también, a la hora de aplicarlos adecuadamente.
[Los mejores trucos de maquillaje a partir de los cincuenta años]
Por ello, es importante realizar una purga cosmética en nuestros neceseres, ya que lo cierto es que contamos con demasiados productos que, en su mayoría, agreden la piel de forma considerable.
Si realizar una limpieza de piel es importante a todas las edades, lo es aún más a partir de los 50, cuando la piel ya está experimentando cambios hormonales y las fórmulas han de ser adecuadas a esta franja de edad. Por ejemplo, hay que apostar por productos suaves para limpiar y que no despojen a la piel de sus aceites naturales, ni irrite las que son secas o sensibles.
Fundamental que contemos con una toallita especial para esa zona (y no la misma que empleamos en todo el cuerpo) para que sequemos sin arrastrar y con pequeños toques que absorban el agua o la leche limpiadora, e igualmente es imprescindible el tónico para retirar restos, pero también para equilibrar el PH de la piel.
Exfoliar una vez a la semana
Sobre el uso de un exfoliante, mejor una vez por semana y siempre de manera suave porque la capa externa de las pieles maduras se vuelve más delgada y delicada, de ahí que se precisen fórmulas poco agresivas.
También es recomendable que nos regalemos un buen masaje facial, que puede ser con un protocolo de Kobido en cabina o con un guante, como nuestro favorito de silicona que firma Biologique Recherche, y que nos ayuda a realizar un drenaje linfático y una profunda lección de limpieza y relax de la piel. Pensemos en el placer y alivio que supone para la musculatura facial que activemos la oxigenación y circulación, por lo que potenciamos el sistema inmune.
Ácido hialurónico
Es importante que no olvidemos que a partir de los 30 y 40 años los niveles de ácido hialurónico comienzan a disminuir, lo que hace que las líneas finas y las arrugas profundas sean más notorias.
Cuando se aplica tópicamente, el ácido hialurónico puede ayudar a reponer y retener la humedad celular, razón por la cual es un ingrediente común tanto en sueros como en cremas, particularmente en fórmulas dirigidas a pieles maduras. Los sueros tienen concentraciones de ingredientes más altas que las que usamos en cremas o lociones.
En el apartado de las arrugas, la hiperpigmentación y el daño solar invisible que podemos detectar con una potente aparatología para analizar el estado de nuestra piel y, sobre todo, de su evolución en los siguientes años.
Es importante que elijamos un contorno que podemos combinar con un suero adecuado a la zona y que conviva con la crema que apliquemos sobre él para obtener buenos resultados. En el caso de que notemos que tenemos la piel muy apagada y triste, optemos por la vitamina C, que ayuda a tratar y combatir el daño de los radicales libres que causan el estrés oxidativo y el envejecimiento de la piel, pero sin olvidar el protector solar, con un mínimo de índice de protección de 30.
Mascarillas hidratantes
Sobre las mascarillas para las pieles maduras es importante contar con aquellas que tienen una acción de hidratación extra que debemos extender por el cuello y el escote.
Si la piel es muy seca, o si buscamos una tez más suave y tersa para una ocasión especial, podemos optar por mascarillas tensoras con ácido hialurónico y péptidos. Para deshinchar, elijamos una refrescante y reafirmante.