La gurú de la belleza Carmen Navarro celebra este año el 50 aniversario de su primer centro. Medio siglo en el que ha ido incorporando métodos y tecnologías para mejorar la piel de quienes atraviesan el umbral de sus templos de belleza.
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No en vano, por allí pasan actrices, modelos, cantantes, presentadoras de televisión, periodistas, políticas… un sinfín de mujeres (y también hombres) que buscan su mejor versión y ponerse en las manos de Carmen.
Hoy, la especialista es muy reconocida en su profesión, ya que fue una de las primeras emprendedoras de este país en el sector estético, con unos comienzos nada fáciles, y en una España en la que las mujeres más inquietas, apenas tenían libertad para moverse.
“Cuando comencé, hace más de 50 años, no podía pedir un préstamo, ni abrir cuenta en un banco. Ahora se lo cuento a mis nietos y no se lo creen. Mi marido me tenía que avalar en todo. Yo no pintaba nada, pero él siempre me ha apoyado”, nos confesaba en una entrevista.
Lanzamiento de Fhos-Procyon
Magas acude a su llamada para presentarnos uno de los últimos tratamientos, que ha incluido en su amplio catálogo de opciones, para “ponernos guapas este otoño”.
Un tratamiento en el que confluyen tres factores: la rapidez, apenas quince minutos de sesión, la luz de alta intensidad y productos cosméticos innovadores. Esto es Fhos-Procyon.
“Siempre digo que la luz hace que una piel se vea más joven. Las arrugas no envejecen, sino que es la ausencnia de luz la que envejece. Y esta luminosidad se logra cuidándose, con rituales de limpieza cada día en casa y con tratamientos avanzados. Por ejemplo, con el uso del retinol, que ayuda en invierno para retirar las células muertas, a oxigenar la piel y a que tenga otro aspecto. Y por supuesto, asistiendo de vez en cuando a un centro de belleza” nos advierte Carmen.
Una máquina y cosmética ‘smart’
El vehículo, la máquina que nos recibe cuando nos acomodamos en la camilla del centro se llama Procyon, un equipo “basado en una luz pulsada de alta intensidad que es distinto de otros porque tiene una capacidad lumínica nunca vista, una corriente capaz de estimular los efectos de la piel en profundidad y permite realizar este tipo de tratamiento los 365 días del año, con independencia que la persona haya tomado el solo o no", aseguran desde el centro.
Añaden: "Y cuenta con una segunda corriente de estimulación que es también específica para activar los ingredientes bioluminiscentes en la capa superficial de la piel y el resultado del efecto es instantáneo, tras cada sesión”.
Por supuesto, las manos de Angela, la esteticista que realiza la sesión, tienen mucho protagonismo, sobre todo, en el resultado. “Es el único equipo capaz de producir resultados tan llamativos en solo 15 minutos”, nos confirma.
Fhos Procyon se ha convertido en el tratamiento top más demandado últimamente en las siete clínicas que Carmen Navarro tiene abiertas actualmente.
“Consigue restaurar el estado de la piel alisando, recuperando el tejido y aportando un brillo natural. Es un tratamiento no invasivo, indoloro y sin efectos secundarios. Es perfecto para recuperar la piel tras los meses pasados de verano, ya que mejora las manchas y consigue un rejuvenecimiento facial, y el precio de cada sesión es de 165€” aseguran.
¿Qué se puede tratar con Procyon?
A nivel facial es perfecto para trabajar de cara al otoño las manchas y el rejuvenecimiento facial. También es ideal para mejorar las lesiones cutáneas propias del envejecimiento. El resultado tras su aplicación, es una piel con un tono más uniforme y un aspecto rejuvenecido desde la primera sesión.
La cosmética Fhos específica que utiliza el tratamiento está formulada con ingredientes bioluminiscentes que consigue unos resultados más profundos, visibles y duraderos. Se puede tratar la dermatitis, la rosácea, el acné, la falta de luminosidad, la flacidez, trabajar el volumen facial y la sensibilidad.
Y a nivel corporal, es ideal para combatir celulitis, disminuir volumen y reafirmar los tejidos. Permite elevar los glúteos, definir las piernas, conseguir vientre plano, reducir la flacidez y las estrías y trabajar las denominadas “alas de murciélago” en los brazos.
El número de sesiones recomendadas varía según el diagnóstico, pero para un tratamiento de choque se recomienda una semanal durante un mes.