La mirada tiene un gran poder, ya que es uno de los elementos principales de nuestro rostro. Le damos importancia a la hora de enmarcarla para poner el foco sobre nuestros ojos. Desde rizar las pestañas hasta alargarlas y aportarles una mayor densidad, todo ello influye a primera vista.
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Para ello, la máscara de pestañas se ha convertido en nuestro gran aliado con el paso de los años, un gesto que hacemos casi de inmediato antes de salir de casa porque cambia por completo el rostro. Sin embargo, existe un truco de experto para conseguir una mirada potente a diario.
El botox de pestañas
Es un tratamiento para un efecto 'alas de mariposa'. Un tratamiento botox que se utiliza sobre cualquier tipo de pestañas, que sea fina, frágil o dañada, ya que el botox aporta una mayor densidad al mismo tiempo que las repara. El tratamiento tiene una duración de un mes en el que el cliente tendrá que aplicar a diario un sérum nutritivo para su buen funcionamiento.
Los expertos en belleza y bienestar de la marca Llongueras explican que “debe realizarse en combinación con un lifting o tinte en el caso de la pestaña, ya que necesitamos que la cutícula esté abierta y preparada para aplicar el botox y que haga su efecto”.
Aparte del botox, existe otra solución para tener pestañas largas y rompedoras. Las extensiones de pestañas están de tendencia ya que no tocan el nacimiento de la pestaña. Este servicio personalizado consiste en “mejorar la longitud, curvatura, grosor y cantidad de las pestañas naturales”, aplicando pestañas falsas camufladas. ¿Cuál es el objetivo? Evitar la aplicación diaria de la máscara de pestañas y sin embargo lograr una mayor intensidad en la mirada, sin esfuerzos.
La clienta decide la cantidad de extensiones, si desea un efecto natural o más voluminoso y visible. Las pestañas pueden aplicarse una a una o en pequeños grupos. Además, entran en cuenta las características de las pestañas naturales para poder realizar este servicio. En función del color, grosor, curvatura, longitud y estado de cuidado, se decidirá lo mejor para el resultado más sano.
“El pelo tiene un ciclo de nacimiento, crecimiento y pérdida de 90 días por lo que se debe ir realizando un mantenimiento de extensiones ya que los pelos “mayores” caerán dando paso a los nuevos, que van a necesitar nuevas extensiones para seguir manteniendo la intensidad en la mirada como en un principio”, añaden los expertos. El tratamiento dura entre 60 y 90 minutos, y la sesión se convierte en un auténtico momento de relajación en el que dejarse mimar por los expertos.
Antes de embarcarse en un procedimiento de extensión de pestañas o botox, es importante realizar un diagnóstico previo con un profesional que pueda escuchar las necesidades y deseos del cliente y ofrecerle la mejor oferta posible.
“Cada ojo es un mundo y cada pestaña natural también. En un principio las extensiones de pestañas no dañan la pestaña natural pero debemos realizar unos cuidados y aplicar un serum acondicionador en la raíz de la misma para ayudar a que los pelos que nazcan sean muy sanos”, afirman los expertos de Llongueras.