Así puedes utilizar tu labial rojo para parecer más joven (y no, no es aplicándolo en tus labios)

Quien tiene una buena barra de labios, tiene un tesoro. Su color es capaz de despertar los rostros más apagados y (casi) permite prescindir de otros productos cosméticos. Además, cada vez más firmas desarrollan labiales con una composición sostenible y natural, con un fuerte poder nutritivo. Son un todo en uno.

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¿Pero sabías que era posible darle otro uso? Este cosmético también puede ser un gran aliado a la hora de despertar la mirada. En concreto, la barra de labios de color rojo es la mejor apuesta. Así nos lo confirma Marta Arce, maquilladora y codirectora artística de U/1ST.

¿Cómo usarla?

"La técnica de utilizar una barra de labios roja para maquillar y corregir las ojeras se puso de moda hace ya unos años y, conociendo la teoría del color, sabemos por qué y cómo utilizarla: los tonos azules/violáceos se corrigen con tonos anaranjados y los verdes con tonos rojizos. Las ojeras suelen estar dentro de la gama de los tonos azulados y, de ahí que se puedan corregir con labiales dentro de la gama de los rojizos/anaranjados que son sus complementarios", señala Marta Arce.

"Hoy día existen otras opciones como los correctores y no sería necesario aplicar una barra de labios roja en las ojeras. Aunque, sabiendo que existe la opción, es un buen truco para cuando nos estemos maquillando y, por despiste, no hayamos metido el corrector en el neceser o en el bolso. Pero cuidado: hay que tener la tonalidad de rojo adecuada para que todo salga como queremos y no empeoremos el look", añade.

"Aunque todos quedan bien a todos los rostros, siempre hay unos que favorecen más que otros porque hay muchas tonalidades de rojos al igual que tipos de piel. Si tienes dudas, pídele consejo a tu maquillador o maquilladora de confianza para que te ayude a encontrar aquel que verdaderamente sea 100% para ti", señala Marta Arce.

"Importante: ten en cuenta que si eliges un labial con principios activos tendrás muchos más beneficios que con una barra de labios roja común. Además de realzar el color, los nutre, hidrata, rejuvenece y aporta volumen", concluye.

¿Y al revés?

"Siempre aplico mi contorno de ojos en los labios", afirma la cosmetóloga, Raquel González, que es al mismo tiempo es directora técnica de Perricone MD, la firma del dermatólogo Nicholas Perricone, considerado uno de los dos dermatólogos del mundo.

¿Es recomendable? "No lo tenemos por qué aplicar en todo en el labio, pero sí podemos en todo su contorno", afirma Mireia Fernández, directora técnica de Omorovicza. Y es que parece que tal propuesta no es tan alocada como parece, ya que "la piel de los labios y del contorno de los ojos tienen muchísimas similitudes: grado de lípidos nivel de grosor y hasta pH", explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Sus beneficios son múltiples: "La gesticulación con la boca es súper acuciada y es más que habitual que alrededor de los labios aparezcan signos de la edad más llamativos, como el temido código de barras", así piensa Ana Yuste, experta en cosmética y asesora beauty en Purenichelab.com.

Puesto que "los tratamiento de contorno de ojos suelen cargarse de activos antiedad, pueden beneficiar sustancialmente a la zona de los labios, ya que tienen muchos rasgos en común ambas zonas faciales", apostilla Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8.

A ello, Isabel Reverte, de la firma Ambari, añade que: "notaremos cómo se mejora la hidratación, se reducen visiblemente las arrugas e incluso se promueve el repulpamiento del labio si es que va cargado con ingredientes como el ácido hialurónico o los péptidos".

Eso sí, "conviene que contenta activos humectantes como el ácido hialurónico. También serán beneficiosos los ingredientes antioxidantes, como la vitamina C o el té verde. No viene mal que tengan ingredientes propios de las cremas de contorno de ojos como la cafeína, que pueden mejorar la microcirculación de ambas zonas.

Por concluir, que tengan activos antiedad ayudará a evitar las arruguitas en las dos áreas del rostro. En este sentido, podemos apostar por los retinoides o los péptidos, por ejemplo", concluye Raquel González.