Para el nuevo año parece que en medicina estética seguimos hablando de conseguir un efecto muy natural, pero rejuvenecido. Han pasado algunos años de mucho trabajo en la tarea de educar a hombres y mujeres acerca del menos, es más, ya que muchas veces parece que impera más la influencia de redes sociales que la cordura de los expertos en esta labor.
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Como siempre indico, la base radica en un buen diagnóstico personalizado y, por supuesto, en la constante formación de los equipos, ya que la actualidad en medicina estética nos trae numerosas opciones para ir mejorando con cautela todos los procesos.
Por ejemplo, en 2024 la flacidez facial se mantiene como una de las grandes preocupaciones de las personas que acuden a consultas de medicina estética y en mi caso soy muy partidaria de apostar por aparatología Ultherapy, el único tratamiento no quirúrgico que consiste en trabajar con ultrasonidos focalizados que alcanzan la temperatura ideal que necesita nuestro colágeno para reactivar su creación de forma natural.
Con una sola sesión anual tensamos la piel con resultados equiparables a tratamientos realizados en el quirófano y, además, nos permite ver en detalle cómo es la estructura de la piel de cada paciente y cuáles son las capas de tejido que se están tratando, ya que se realiza en todo momento con un ecógrafo. El resultado es un potente rejuvenecimiento de forma muy natural.
También debemos reconocer y aplaudir que la medicina estética cada día es más accesible y conocida por el público. Los pacientes suelen llegar a consulta con ideas preconcebidas de procedimientos que han visto por redes o en su círculo social.
Para el 2024 hay un giro en la tendencia que vemos y ha llegado el lujo silencioso o quiet luxury por el bien de todos, ya que la medicina debe y tiene que ser individual, personalizada y adaptada por y para cada tipo de paciente que trato. El principal objetivo con esta tendencia es que durante todo el año, disciplina y constancia en las visitas médicas el paciente tenga resultados naturales, pero de alta eficacia.
No a los cambios drásticos que delaten los procedimientos que se hayan realizado. Para lograr esto propongo el uso de láser no ablativo y/o de ultrasonidos de alta intensidad con el fin de estimular la producción de colágeno y elastina, nutricosmética personalizada y el uso de neuromoduladores (toxina botulinica) individualizando siempre cada paciente para tener el mejor resultado.
También seguir trabajando e investigando las aplicaciones que nos permite el ácido hialurónico, gran aliado de la medicina estética, para usarlo en puntos claves de la cara para tener resultados naturales.
La medicina estética puede ayudar cada día mucho a mejorar la autoestima de los pacientes. El objetivo diario debe ser acompañar al paciente en su proceso de envejecimiento con un diagnóstico detallado donde expliquemos al paciente lo que está sucediendo en su rostro para que juntos elaboremos un plan de tratamiento.
El éxito es el abordaje global, basado en la combinación de tratamientos: neuromoduladores para las arrugas de expresión, implantes de relleno para las pérdidas de volumen, Ultherapy para el sostén profundo del rostro y tratamientos encaminados a mejorar la calidad de la piel como láseres fraccionados, luz pulsada, mesoterapia con ácido hialurónico, vitaminas, y estimuladores del colágeno que nos ayudan mucho a obtener una piel redensificada y más tersa, incluyendo entre ellos los productos híbridos que combinan en un mismo tratamiento ácido hialurónico y estimulador del colágeno.
Muy importante no olvidar tratar otras zonas como cuello, escote y manos.