Todo comienzo de año supone para muchos un cambio en sus vidas, aunque siempre nos propongamos varios de los que la gran mayoría se queda en promesas… Sin embargo, es verdad que el cabello juega con ventaja porque cuando la mayoría de las mujeres quieren marcar un inicio, recurren a su cabello como lienzo sobre el que definir sus metas.
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Y así será también este 2024 para el que presagiamos algunas de las tendencias que sí van a ser más buscadas durante los próximos meses.
Bronde
La mejor apuesta para aquellas atrevidas que, sin querer serlo tanto, buscan iluminar su cabello sin verse excesivamente decoloradas y rubias. Es una mezcla perfecta entre los tonos rubios y marrones, aportando texturas y contrastes al cabello que lo harás lucir en su máximo esplendor con un bajo mantenimiento gracias a su resultado natural y totalmente integrado en nuestra melena.
Sobre todo, en cabello de base rubio oscuro porque obtendrán un resultado más natural. También destacan los tonos almendrados, caramelos con su punto cálido, rozando el cobrizo.
Back to brown
¿Queremos comenzar este 2024 con un total cambio de look? Y que más cambio que volver a tus origines, por ejemplo, a un castaño natural con sutiles reflejos en tonos dorados imitando al cabello rubio oscuro aclarado por el efecto del verano. Pero siempre con bases frías que no deriven a tonos oxidados o naranjas de los cuales huimos. Se trata de todo un acierto y, además, aportará un brillo al pelo con un aspecto muy sano.
Cobres o tonalidades cálidas
Llegan con fuerza las tonalidades cobrizas amarronadas, es decir, castaños iluminados con reflejos en tonos cobrizos muy naturales, pero cargados de mucha personalidad y luminosidad. Son todos muy radiantes y, sobre todo a pieles claras o pecosas, logran un resultado ultra chic.
Castaños iluminados con frontales o money piece
Se trata de conservar la máxima naturalidad de nuestro color para aquellas que no tienen ni un minuto para visitar su salón, pero quieren dar vida a su cabello. Esta tendencia trabaja el frontal, enmarcando nuestro rostro en tonos miel o avellanados con alguna punta desgastada para aportar la máxima luminosidad a nuestra piel en este apagado invierno y a la vez difuminar cualquier imperfección que no deseemos en nuestro rostro.