Entre los problemas de belleza y salud más recurrentes se encuentran las ojeras. ¿Pero sabemos siempre a qué nos referimos exactamente? "Cuando hablamos de ojeras nos referimos al área de piel oscura o hinchada que aparece debajo de los ojos, desde la región del lagrimal hasta la parte superior de las mejillas. Dependiendo de la persona y los motivos que provoquen su aparición, su color y tamaño podrán variar”, explica Ana Sacristán Palos, directora de formación de la firma Vagheggi en España.
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¿Qué tipos existen? ¿A qué se debe su aparición? ¿Por qué no son todas iguales y en qué sentido se distinguen de las bolsas? Descúbrelo en palabras de expertas.
¿Bolsa u ojera?
Desde Vagheggi indican "se suelen relacionar porque se manifiestan en la misma zona y, muchas veces, aparecen juntas. Sin embargo, mientras que las ojeras están caracterizadas por un tono oscuro de la piel que puede estar acompañado de hinchazón, cuando hablamos de bolsas nos referimos a las protuberancias que se desarrollan bajo los ojos pero que no conllevan un cambio en el color de la piel".
La doctora Elena Jiménez de Eleca Clinic aclara que "cuando tenemos una ojera con bolsas hay tres componentes que definen la bolsa. Una, la posición ósea del pómulo. Dos, que tengamos la zona de la bolsa, la zona de la grasa que protruya mucho hacia delante. Y tres, la posición del ojo”.
"Si el pómulo está por delante del ojo se considera vector positivo. Si está más o menos a la altura del ojo es neutro y si está por detrás es un vector negativo. En los casos de vector negativo está muy indicada la cirugía porque, en estos casos. el pómulo no soporta toda la estructura del ojo junto con la grasa, y la aparición de las bolsas es muy temprana".
Tipos de ojeras
Como ya se adelantaba al principio, las ojeras pueden variar en aspecto y todo ello dependerá de la causa que las provoque. Los tipos de ojeras más comunes son:
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Ojeras por genética: en este caso y tal y como añade Sacristán Palos, "aparecen desde edad temprana ya que son hereditarias. Aunque difíciles de tratar, si se puede mejorar su apariencia y evitar que empeoren". Suelen estar caracterizadas por tener un tono amarronado.
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Ojeras por falta de sueño: no dormir adecuadamente puede afectar a la apariencia de la mirada. "La falta de sueño, en algunos casos, puede aumentar los niveles de estrés y fatiga lo que contribuye a una variación en la circulación sanguínea alrededor de los ojos. Además también puede provocar que los vasos sanguíneos se dilaten, siendo visibles bajo la piel". Estas variaciones en la circulación sanguínea pueden provocar las llamadas ojeras vasculares conocidas por su color azulado.
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Ojeras a causa de envejecimiento: con el paso de los años la piel tiende a perder colágeno y elastina, dos proteínas que brindan elasticidad y firmeza a la piel. Por ello, no es extraño que la piel se vuelva más fina y delgada, contribuyendo a la formación de ojeras. “Hablamos aquí de ojeras sombreadas que suelen aparecer junto a las bolsas, debido a que la piel es más propensa a la retención de líquidos”.
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Ojeras pigmentadas: otros factores como una exposición solar excesiva y prolongada durante años puede tener como consecuencia una sobreproducción de melanina por parte del organismo. "También pueden aparecer por causas genéticas u hormonales y pueden manifestarse a cualquiera edad. En este caso suelen tener un color amarronado o anaranjado".
La doctora Elena Jiménez destaca, además, que "dentro de la ojera tenemos que distinguir dos conceptos distintos. Por un lado, está la coloración. El color oscuro es que la piel se afina y permite vislumbrar lo que hay por debajo de la piel. Lógicamente, al no estar retro iluminado es oscura y por eso, aparece ese tono. En estos casos, la coloración es una de las cosas que se pueden corregir con la transferencia de grasa tipo Nanofat".
Es importante, destaca la doctora Jiménez, saber que "corregir al 100% nunca lo vamos a conseguir, pero sí que va a mejorar mucho. Entonces solemos hacer una combinación de una transferencia de grasa tipo Nanofat, con el láser CO2, que también aumenta el colágeno local". Con esto, conseguiremos "aumentar el grosor de la dermis superfina que tiene la piel de esa zona".