Los años son un proceso imposible de parar, por mucho que nos gustaría. A medida que pasan nos damos cuenta de que cada vez hacen más grandes sus estragos y están más presentes que nunca. Sentimos como nuestro cuerpo ya no es el mismo, reemplazamos las actividades cotidianas por días eternos en el sofá y, nuestro rostro es cómplice de todo lo anterior, ya que aparecen los temidos signos de la edad, que en ocasiones interfieren directamente con nuestra autoestima.
Estas pequeñas marcas están en cada pequeño rincón de nuestro rostro, y es muy difícil neutralizarlas o hacer que se vean menos. Pero no imposible. Sin la necesidad de tratamientos inasequibles o procedimientos quirúrgicos, los expertos han descubierto con el paso del tiempo simples procesos que pueden contribuir a disminuir estas pequeñas marcas, así como diferentes hábitos para prevenir su aparición y no actuar una vez son más profundas.
Como ya hemos comentado, el paso de los años es algo de lo que ninguno nos podemos librar, por lo que hay que saber llevarlo de la mejor manera posible. Conocer qué ejercicios pueden ayudarnos a mantenernos en forma cuando nuestro cuerpo va sufriendo los estragos, empezar a disfrutar de las tardes viendo nuestra película favorita o, saber reconocer los productos que van a devolverle la elasticidad a nuestra piel sin dejarnos llevar por otros que simplemente tienen buena pinta.
Entre los 25 y los 30 años, empezamos a perder alrededor del uno por ciento de colágeno como parte del proceso natural de envejecimiento. Una vez que esta producción comienza a disminuir, empiezan a aparecer las pequeñas líneas en la piel de las que queremos deshacernos una vez están presentes. Pero ese es el primer error que cometemos.
Una vez que superamos los 30, tenemos que esforzarnos un poco para evitar que los niveles de la proteína que mantiene nuestra piel firme. Sin embargo, los expertos sugieren que debemos comenzar a preservar (o incluso intentar aumentar) nuestros niveles de colágeno lo antes posible.
En este punto entra el procedimiento collagen banking o banco de colágeno. Una nueva tendencia impulsada por los profesionales médicos con el fin de estimular esta proteína que tenemos para que crezca, de modo que nuestro rostro se mantenga firma y elástico por más tiempo. O lo que se traduce como preservar nuestra apariencia juvenil, en lugar de intentar revertir las arrugas.
En qué consiste el collagen banking
Uno de los errores más comunes que cometemos en cuanto al cuidado del rostro es que comenzamos a hacerlo una vez la imperfección o marca que nos preocupa ya está presente. Con los signos de la edad pasa exactamente igual. El collagen banking busca exactamente lo contrario, es decir, detectar los signos de envejecimiento antes de que aparezcan y actuar sobre ellos.
El objetivo de este tratamiento es mantener y aumentar nuestras previsiones para una piel radiante mientras todavía estamos en nuestros años de máxima producción. Básicamente, se trata de construir, como su nombre indica, un banco de colágeno cuando nuestro cuerpo es todavía eficiente para producirlo. De esta manera, lo que estamos haciendo es suavizar el golpe una vez nuestra elasticidad y tersura comience a disminuir y los primeros signos de la edad aparezcan.
Según algunos médicos, el collagen banking es una de las formas más seguras de preparar nuestra piel para cuando nuestro 'banco' de colágeno se agote. Lo ideal sería empezar a pensar en este almacenamiento a partir de los 30 años. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para empezar a preservar y aumentar los niveles de esta proteína. Ya sea entre 40 y 50 años o más, tomar medidas para apoyar la producción de colágeno puede beneficiar nuestra piel no importa la etapa en la que nos encontremos.
Esta estrategia se convierte en la perfecta de cara a que nuestro rostro se mantenga sin arrugas y líneas de expresión por muchos años que pasen. No se trata de eliminar colágeno de nuestro cuerpo y guardarlo en un recipiente, sino que debemos aumentar esta producción para que el organismo tenga más cantidad cuando lo necesite.
¿Cómo puedo almacenar colágeno?
Aunque el propio término en sí parezca un procedimiento difícil, lo cierto es que existen muchas maneras de aumentar nuestra producción de colágeno e, incluso, es posible que alguna de ellas la hayamos realizado sin darnos cuenta. En teoría, si realizamos estos tratamientos cuando el cuerpo está en su mejor esplendor, mejorará la salud de la piel a largo plazo; sin embargo, podemos realizarlo cuando ya los signos de la edad estén presentes. Al final, se trata de un vaso de agua, si nunca dejamos de rellenarlo, nunca se acabará.
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Suplementos de colágeno. El colágeno está disponible como suplemento en forma de polvo, gel y cápsulas.
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Sueros a base de colágeno. Las fórmulas concentradas hacen que los sueros a base de colágeno sean una de las formas más eficaces de aumentar la elasticidad y firmeza de la piel.
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Una dieta rica en vitamina C. Sin pensar tanto en cremas y tratamientos, la alimentación también tiene un papel muy importante de cara a la producción de nuestro colágeno. La vitamina C no solo actúa como intermediario en la síntesis de esta proteína en el cuerpo, sino que también mejora su eficacia, reforzando los beneficios antienvejecimiento. La mejor opción es incorporar en nuestra rutina verduras de hojas verde oscuro, frutas cítricas, pimientos o grosellas negras (todas buenas fuentes de vitamina C).
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Protección solar. La protección solar es fundamental de cara a proteger nuestra piel de los rayos UVA y UVB, que dañan la piel y agotan sus reservas de colágeno. Debemos utilizar este producto todos los días, incluso los menos soleados.
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Microagujas. También conocida como terapia de inducción de colágeno, este procedimiento cosmético implica el uso de pequeñas agujas para perforar la piel. Las pequeñas heridas hacen que el cuerpo produzca más colágeno y elastina para curar la piel, lo que a su vez puede hacer que luzca más fresca y juvenil.
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Terapia de luz LED. Hay todo un abanico terapia de luz LED para elegir para tratar muchos problemas diferentes de la piel, pero cuando hablamos de envejecimiento, el tratamiento es con luz LED roja, que no solo protege el colágeno existente, sino que también fomenta la formación de colágeno nuevo.
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Exfoliaciones químicas. Las exfoliaciones químicas aumentan el colágeno al causar un trauma intencional en la piel con el uso de soluciones ácidas que se aplican en la cara. Esto desencadena el proceso de curación natural del cuerpo y se produce tejido cutáneo nuevo y mucho colágeno saludable.
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Cuidado de la piel en casa. Hay muchos productos que podemos agregar, además de una sólida rutina de cuidado de la piel, para proteger nuestro colágeno, como cosméticos con retinoides. Los retinoides son derivados de la vitamina A que están clínicamente probados para estimular las células productoras de colágeno y aumentar su producción.