A medida que pasan los años, las arrugas se convierten en uno de los problemas estéticos que más preocupan a la población. Mientras que otros aspectos del envejecimiento, como las canas, se pueden tratar sin apenas esfuerzo, las líneas de expresión y signos de la edad parece que necesitan un "milagro" para desaparecer o, como mínimo, neutralizarse.
Lo cierto es que por mucho que escojamos la crema más cara o la que recomienda esa actriz que vemos en pantalla con un rostro terso y perfecto, existen hábitos que contribuyen indirectamente —y sin que lo sepamos— a que todos esos productos no funcionen como prometen. Como la alimentación o, incluso, el sol.
Mientras que una dieta saludable puede favorecer la neutralización de los signos de la edad, uno de los cosméticos que no puede faltar en nuestro neceser es el protector solar. Aunque vayamos a un sitio en el que el sol directo no nos dé en la cara, las propias luces de diferentes espacios pueden tener el mismo efecto, pero tendemos a olvidarnos de ello.
El avance en diferentes campos ha hecho que ignoremos todos esos productos que llevan años funcionando correctamente, ya que muchos otros parecen haberles quitado el puesto. Lo cierto es que, añadido al protector solar, hay un ingrediente que está en prácticamente todos los cosméticos antiedad, pero que no sabemos que se puede emplear de forma individual para conseguir el efecto duplicado. O, directamente, no conocemos cómo usarlo.
El retinol es uno de los ingredientes antiedad de los que más hemos escuchado hablar en los últimos años. No solo es el más recomendado por los dermatólogos, también se ha convertido en el compuesto estrella de millones de cosméticos de grandes marcas estéticas, siendo incluso la primera opción de todas las celebrities que vemos en pantalla.
A pesar de toda la fama que rodea a este ingrediente, no todo el mundo conoce todo lo que puede hacer por nuestra piel, en especial, por rejuvenecerla. Que sea un producto altamente eficaz no lo hace fácil de emplear y, de hecho, existen muchos errores y tópicos a su alrededor que consiguen que muchas personas crean que no es tan efectivo.
Qué es el retinol
Desde los años 80, el retinol ha sido aclamado por la industria de la belleza como el ingrediente más eficaz para combatir las arrugas y eliminar los brotes. Es considerado como el producto "milagro" para acelerar rápidamente la renovación celular, lo cual es fundamental para una piel sana, brillante y suave.
Este ingrediente es, realmente, una variante de la vitamina A que se encuentra frecuentemente en los productos de cuidado de la piel. Su formulación complementa el proceso de renovación de la superficie de la piel para minimizar la apariencia de las manchas de la edad, mejorar la textura de la piel y ayudar a prevenir la apariencia de líneas de expresión y arrugas.
Las diferentes investigaciones muestran que el retinol puede ayudar a combatir las líneas finas y pigmentación, además de aumentar la producción de colágeno. Una de sus grandes ventajas consiste en que se une a los receptores dentro de las células de la piel, acelerando la producción de nuevas hasta el punto que la capa superior se desprende para revelar un rostro más brillante y saludable. Al tener esa capacidad de "mudar" la dermis, puede llegar a irritarla, por lo que es importante asegurarse de que lo estamos usando correctamente.
Los errores que cometes al aplicar retinol
Uno de los principales errores que cometemos cuando aplicamos retinol es que nos pensamos que debemos hacerlo como si fuese una crema hidratante: cuanto más mejor y por todo el rostro. Sin embargo, al contar con una formulación "agresiva", demasiado producto puede causar irritación. Podemos introducirlo a nuestra rutina lentamente, como por ejemplo, dos veces por semana durante la primera semana y luego cada dos noches hasta que nuestra piel lo tolere.
Así como este ingrediente es un producto excelente, también lo es el ya comentado protector solar. El retinol nos vuelve muy sensibles al sol, por lo que si no usamos un protector para el sol durante el día, los efectos negativos del mismo nos dañarán en mayor medida.
Entre los errores más comunes con la llegada del famoso skincare encontramos el usar demasiados productos. Cuando combinamos diferentes activos —especialmente con retinol— es muy posible que nuestra piel reaccione mal, por lo que debemos evitar usar muchos cosméticos de noche.
No debemos usar retinol por las mañanas: usar este activo a primera hora nos hará mucho más sensibles al sol. Además, durante la noche nuestra piel tiene la capacidad de regenerarse sola, por lo que lo mejor es darle una dosis de vitamina A antes de dormir para lograr una mejor regeneración. Adicionalmente, si estamos embarazadas no debemos usarlo.
Así debes usar el retinol
Ya sea la primera vez que vamos a usar retinol o bien llevamos meses intentando encontrar sus resultados, existen una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta para finalmente comenzar a apreciarlo tanto como los expertos. El primer paso es identificar nuestro tipo de piel —grasa, seca o mixta— para poder elegir la textura que mejor se adapte: más densas para las pieles secas, lociones para las normales y sérums para las grasas.
- Elegir la mejor concentración. Esto siempre dependerá de la problemática que queramos enfrentar; sin embargo, los expertos sugieren que el retinol es eficaz a partir del 0,01%. Las concentraciones más eficaces para las arrugas son las que están entre el 0,3 y el 1%.
- Proteger las áreas sensibles. Hay zonas del rostro que son muy sensibles, como los ojos. Puede irritarse mucho y si lo aplicamos demasiado cerca de la línea de las pestañas, podemos desarrollar irritación
- No mezclar con vitamina C ni exfoliantes. Si quieres usar un sérum o tratamiento que contenga vitamina C, hazlo mejor durante el día y reserva el retinol para las noches. Los exfoliantes pueden provocar irritación.
- Aplicar sobre la piel seca. Si lo aplicamos sobre la piel húmeda puede ser muy sensibilizante.
- Muy poco producto. El retinol es un ingrediente de alta potencia y efectividad, por tanto, con una pequeña cantidad es suficiente para todo el rostro.
- Método sándwich. Si tu piel es sensible y se irrita con facilidad, echa mano de esta técnica por capas: aplica crema hidratante, después retinol y finaliza con otra capa de hidratación.
- Aplicar crema hidratante para 'retenerlo'. Si empleamos una crema espesa o un aceite sobre el retinol, conseguiremos mantener la hidratación dérmica y evitarás que se deshidrate durante la noche.
- Protector solar. Tal y como ya hemos comentado, el retinol nos hace más sensibles al sol. El protector solar debemos emplearlo siempre.
Añadido a todo ello, debemos elegir el retinol correcto. No todos los productos se crean de la misma manera, debemos escoger la formulación calmante, limpia y de alta calidad con ingredientes hidratantes. Y, sobre todo, libre de perfumes que puedan ser dañinos para nuestra piel. Además, debemos elegir un retinol encapsulado, lo que significa que el ingrediente esté alojado en un recipiente opaco, hermético y que restrinja la entrada de aire.