A estas alturas todos sabemos los efectos perjudiciales que el sol tiene en nuestra piel, a pesar de que no siempre se le presta la atención que este problema conlleva en nuestra salud.
En forma de rayos UVA o rayos UVB, conocidos también como rayos ultravioletas A o B, es frecuente encontrar fotoprotectores categorizados como SPF (Sun Protection Factor) que además tengan incorporados factores de protección HEV.
Procedente de sus siglas en inglés High Energy Visible (luz visible de alta energía), los rayos HEV son conocidos como los rayos de luz azul que emite el sol además de otros elementos como los dispositivos electrónicos (móviles, tablets, ordenadores...).
La luz solar está compuesta de diferentes tipos de rayos, tanto visibles, rayos VIS, como invisibles. Los rayos VIS están compuestos por luces de distintas tonalidades como rojo, amarillo, naranja, verde o azul, que son los que dan lugar a los rayos HEV. Mientras que los rayos invisibles abarcan un abanico más amplio de rayos ultravioletas, como los UVA, UVB y UVC, y los rayos infrarrojos, IR, posicionando a estos por encima de los VIS.
Los rayos HEV, que forman parte de los VIS, concentran una mayor cantidad de energía por lo que su incidencia en la piel es mucho más peligrosa, especialmente en la zona del rostro que es la más expuesta a este tipo de radiación, siendo similar al efecto que causan los rayos UVA o UVB.
Efectos de los rayos HEV en la piel
El hecho de que cada vez sea más preocupante la radiación de este tipo de rayos visibles y que exista un mayor número de estudios para conocer cómo afecta a nuestra salud, está provocando que la cosmética, especialmente las protecciones solares, tomen más medidas contra los rayos HEV.
Esta luz azul artificial, es decir, no procedente de los rayos del sol afecta, también inciden de forma negativa en nuestra piel. Numerosos expertos aconsejan utilizar protectores solares para protegernos de la luz emitida por los diferentes dispositivos electrónicos a los que estamos expuestos diariamente, incluso sin salir de casa.
De igual manera que los rayos UVA o la luz infrarroja favorece la aparición de manchas y acelera el envejecimiento de nuestra piel, los rayos HEV también pueden dañar el ADN celular. Además de esas antiestéticas lesiones en la piel en forma de manchas, la pérdida de elasticidad, de firmeza y un envejecimiento prematuro son algunos de los causantes de estos rayos azules visibles.
Las personas con un tono de piel más claro deben tomar mayor precaución antes los rayos HEV. Su efecto puede provocar eritemas, un enrrojecimiento en la piel que puede llevar a la inflamación de la misma. En cambio, las personas con un fototipo más alto, una piel más oscura, cuentan con un mayor riesgo de sufrir hiperpigmentación debido a la luz azul, un potente productor de melanina.
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Se recomienda tener especial cuidado en mujeres embarazadas debido a la sensibilidad que muestra su piel ante la radiación, al igual que sucede con personas sometidas a un tratamiento dermoestético en el rostro.
Cómo combatir los rayos HEV
La sociedad está comenzando (aún falta mucho) a concienciarse de una correcta protección para frenar los efectos de la radiación solar. Sin embargo, debido a los ecasos estudios que había de los rayos HEV, no se estaban tomando medidas oportunas ante esta luz azul artificial.
Conociendo los efectos tan perjudiciales que los rayos de luz provocan en nuestro organismo, lo mejor que podemos hacer es protegernos de estos, ya sean naturales o artificiales, eligiendo los mejores productos del mercado.
Es importante prestar atención a las fórmulas con la que están fabricados estos protectores y, sobre todo, saber que los ambientes más urbanitas están doblemente expuestos a este tipo de radiación con la luz procedente del sol pero también por la luz generada por las pantallas de los dispositivos electrónicos con los que convivimos diariamente.
Hay que fijarse en que, además de indicar que es SPF, el producto contenga elementos protectores HEV o que proteja de la luz azul. De este modo, estaremos seguros de proteger nuestra piel frente a los radicales generados por este tipo de radiación artificial evitando la aparición de manchas, arrugas y un envejecimiento prematuro.