El aloe vera es uno de los mayores aliados de belleza desde hace tiempos inmemorables. Todos sus usos lo convierten en un ingrediente esencial en las casas de España, especialmente para quienes buscan tratar y prevenir los signos de la edad, como las arrugas o líneas de expresión.

Aunque los beneficios de esta planta sean conocidos internacionalmente, no todos saben que su piel —o cáscara— contiene importantes propiedades para la salud, y especialmente para la piel. Algunos expertos, incluso, sitúan a la cáscara del aloe vera al mismo nivel que a su zona gelatinosa.

Es habitual tirar la piel del aloe vera cuando quitamos el gel; sin embargo, lo que no sabemos es que estamos desechando muchas propiedades. Los expertos han confesado todas sus propiedades y, además, los botánicos han sugerido cómo podemos crear una fórmula casera infalible. 

Beneficios de la piel de aloe vera 

El aloe vera, es una especie suculenta de la familia Asphodelaceae. También llamada sábila, la planta está ampliamente distribuida en muchos países y se considera una especie invasora en muchas regiones del mundo.

Es muy frecuente que contemos con cosméticos de aloe vera en nuestro hogar, pero hay quienes van un paso más allá y se hacen con la planta completa. De esta forma, evitamos posibles formulaciones químicas y usamos el gel más natural. 

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De acuerdo a la Facultad de Medicina de Baylor, esta planta contiene antioxidantes, enzimas, vitamina A, vitamina C y posee propiedades antiinflamatorias. Sus hojas, aunque pasen desapercibidas, llevan ocupando un espacio importante en la investigación de diferentes expertos, quienes demuestran su capacidad cicatrizante. 

No solo eso, sino que la cáscara del aloe vera tiene propiedades hidratantes, tonificantes y emulsionantes. Todas ellas son fundamentales para prevenir el envejecimiento, ya que mientras la primera evita la piel seca —muchas veces responsable de las arrugas—, las demás consiguen devolverle la elasticidad a la misma.

Las hojas del aloe vera contienen vitaminas A y C. La vitamina C emerge como un nutriente fundamental para la formación y mantenimiento del colágeno. Además, al ser un tipo de antioxidante, es esencial para el crecimiento y reparación de tejidos en todo el cuerpo.

Añadido a ello, la vitamina A ayuda con la formación y el mantenimiento de tejidos blandos y óseos. A nivel tópico, mezclada con una crema hidratante, se convierte en un potente activo contra las arrugas, debido a que engrosa la epidermis a la vez que mejora el tono, la textura y reduce las imperfecciones.

Cáscara de aloe vera deshidratada.

Al contar con propiedades cicatrizantes, la cáscara del aloe vera es capaz de tratar el acné y otro tipo de marcas en la piel. No solo eso, sino que investigaciones recientes han tratado de demostrar que las arrugas son un tipo de cicatriz, tratándolas como tal, por lo que estas características pueden llegar a tratar los signos de la edad.

Los bótanicos señalan que podemos crear una fórmula casera, infalible con la cáscara del aloe vera que nos ha sobrado tras usar su gel, lo único que tenemos que hacer es deshidratarla. Aunque suene como un proceso complicado, lo cierto es que es tan sencillo como dejarla al sol durante tres días. 

Cómo preparar la mascarilla de Nivea con piel de aloe vera

Cuando deshidratamos la cáscara del aloe vera, podemos conseguir un polvo curativo para emplear en formulaciones cosméticas, especialmente, si lo mezclamos con cremas hidratantes, como la crema Niveacuyos beneficios son conocidos por todos y todas las casas de España cuentan con un bote.

La crema Nivea de lata azul es un producto que ha conquistado todas las estanterías y neceseres de todos los países del mundo. Sus propiedades untuosas la hacen especialmente indicada para aquellas personas de pieles más secas y que necesitan un extra de hidratación.

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Gracias a sus altas propiedades para hidratar y suavizar la piel seca, si mezclamos ambos ingredientes tenemos como resultado una combinación libre de aditivos químicos, pero con todos los efectos regenerativos, hidratantes y calmantes con los que cuenta la planta de aloe vera. 

La principal forma de utilizar la cáscara de aloe vera es mediante un proceso de deshidratación. El mejor método para hacerlo es colocar las hojas al sol durante tres días seguidos, por lo que no supone un gran esfuerzo. No obstante, también se puede llevar a cabo en el horno a través de un proceso un poco más complejo.

Cuando las hojas estén completamente secas, lo que debemos hacer es triturarlas. Bien con un molinillo eléctrico o manual, con el fin de que queden en forma de polvo. Una vez lo tengamos, debemos mezclarlo con nuestra crema Nivea, hasta conseguir una pasta.

Al mezclar polvo con crema hidratante, también conseguimos un efecto exfoliante capaz de ayudar a estimular la producción de colágeno, lo que puede dar la apariencia de una piel más firme y con menos arrugas.