El yoga facial se ha convertido en la disciplina estrella en cuanto a tratamientos de belleza, ganando popularidad en todo el mundo por sus múltiples beneficios. Esta práctica, que combina ejercicios para los músculos del rostro con técnicas de respiración y relajación, promete no solo una piel más firme y radiante, sino también una mejora en la salud general.
Uno de los principales atractivos del yoga facial es su carácter no invasivo. A diferencia de otros tratamientos de belleza, como el bótox o los rellenos, esta disciplina no requiere de procedimientos médicos ni químicos, simplemente de nuestras propias manos o, en ocasiones, de utensilios como la piedra gua sha o rodillos faciales.
Gracias a diferentes ejercicios, conseguimos estimular la circulación sanguínea, mejorando el suministro de oxígeno y nutrientes a las células de la piel, lo que ayuda a reducir las arrugas y líneas de expresión de manera natural. Todo ello lo convierte en una opción sencilla, segura y natural para no solo mantener una apariencia juvenil, sino incluso para tratar diferentes áreas del rostro que pueden suponer una preocupación, como es el caso de la papada.
El yoga facial también contribuye a la tonificación y fortalecimiento de los músculos del rostro. Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, los músculos faciales pueden beneficiarse del ejercicio regular, que puede levantar y reafirmar áreas más débiles como el doble mentón o más conocido como papada, proporcionando un contorno facial más definido y, posiblemente, una mejora de la autoestima.
La papada es un problema que cada día preocupa más a las mujeres de cualquier edad y no tiene por qué estar ligada al sobrepeso. Mientras que hay tratamientos que pueden eliminarla instantáneamente, no todo el mundo está dispuesto a pasar por ellos. Por ese motivo, el yoga facial y expertas como Laura Ortega muestran los ejercicios más sencillos para conseguir —casi— el mismo efecto.
El mejor ejercicio para eliminar la papada
La papada, conocida también como doble mentón, consiste en una acumulación de grasa que se forma debajo de la mandíbula. A pesar de no ser un motivo de consulta médica, ya que no tiende a implicar dolor o molestia, es una de las preocupaciones estéticas más comunes entre hombres y mujeres.
Por mucho que siempre hayamos pensado que la papada surge por sobrepeso, lo cierto es que hay más factores que afectan a su aparición, como genéticos, envejecimiento natural de la piel o por la pérdida brusca de peso. Lo que también hace más difícil encontrar una solución efectiva.
El yoga facial busca la firmeza de esta zona a través de masajes que estimulan la circulación. Mediante leves movimientos incrementamos el flujo, lo cual es esencial para la oxigenación y la nutrición de los tejidos de la zona. De esta forma, ayudamos a tonificar los músculos subyacentes y a reducir la acumulación de grasa, promoviendo así una apariencia más firme y definida en la línea del mentón y el cuello.
En este contexto, la instructora certificada de yoga facial Laura Ortega es una de las encargadas en enseñar en sus redes sociales los ejercicios más eficaces que puedan conseguirlo. Todos ellos se basan en movimientos muy simples, pero en la constancia y las repeticiones como clave del éxito.
Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es elegir un aceite corporal o crema hidratante que aplicarnos en el cuello y la papada. Con ayuda de este producto, nuestras manos fluirán mejor por nuestra piel y evitaremos irritaciones y, sobre todo, conseguiremos que los movimientos sean mucho más efectivos, sin necesidad de presionar.
En este caso, vamos a ayudarnos de nuestros nudillos para masajear la papada y el cuello. Con movimientos descendentes, vamos a estimular la circulación de la zona y procurando no hacer mucha fuerza, sino simplemente deslizar el puño por la zona con una presión óptima, pero sin pasarnos.
Este ejercicio debería realizarse todos los días con unas 10/15 repeticiones, añadido a otro tipo de masajes y ejercicios en la zona podemos conseguir tonificarla en tan solo unos días. Incluso, nuestra alimentación tiene que ver en el proceso y es que, alimentos como las espinacas y su alto contenido en vitamina C, puede ayudarnos a hacer desaparecer la temida papada.
Los beneficios del yoga facial
Los masajes de yoga facial no solo contribuyen a mejorar la apariencia física, sino que también ayudan a liberar tensiones y a promover una mayor relajación. La combinación de estos efectos puede llevar a una reducción notable de la papada, pero también podemos moldear otras zonas de nuestro rostro como la nariz o eliminar aspectos como las arrugas.
La práctica regular de estos ejercicios también puede tener efectos positivos en la salud mental y emocional. El enfoque en la respiración y la relajación que acompaña al yoga facial ayuda a reducir el estrés y la tensión, que son factores contribuyentes al envejecimiento prematuro de la piel. Al mismo tiempo, la dedicación de unos minutos al día a esta práctica puede convertirse en un ritual de autocuidado, promoviendo una mayor autoestima y bienestar general.
El auge del yoga facial también se ha visto impulsado por la facilidad con la que se puede integrar en la rutina diaria. No se requiere de equipo especial ni de mucho tiempo; bastan unos minutos al día para realizar los ejercicios en casa. Además, la accesibilidad de numerosos tutoriales y programas en línea han facilitado que podamos aprender y beneficiarnos de esta disciplina.