Con el paso del tiempo, nos exponemos a diferentes factores que nos demuestran que no todo es como antes, no solo mentalmente, donde la nostalgia protagoniza cada uno de nuestros días, sino que de forma física aparecen aspectos que nos preocupan más de lo que nos gustaría, como las arrugas o las tediosas canas.
Mientras que las arrugas suponen un proceso más prolongado, que de forma general tiene que comenzar desde que somos niños con el uso de protección solar, las canas parecen preocupar a más personas por un simple motivo: aparecen mucho más rápido y en más cantidad.
A pesar de que los tintes apareciesen como la solución divina para tapar estos mechones grises, no todas las personas están dispuestas a estar sujetas a un producto cosmético de por vida, no solo económicamente hablando, sino porque no quieren dañar la salud de su cabello. Los remedios naturales emergieron hace unos años como un milagro, especialmente, la henna.
Los beneficios de la henna en el cabello
La henna, conocida científicamente como lawsonia inermis, es una planta con flores que crece entre 12 y 15 pies de altura y procede de la única especie del género lawsonia. Tradicionalmente, se ha usado en regiones como Egipto, el sur de Asia y partes de África para teñir el cabello, pero también para hacer tatuajes temporales en la piel y teñir telas.
Sus propiedades estéticas eran muy valoradas, de hecho, se dice que las damas chinas embellecían sus uñas con diseños e, incluso, en el cabello de la momia de Ramsés II se encontraron restos de este tinte natural. Todo su poder se basa en un pigmento, el lawsona, que se libera cuando las hojas secas y trituradas de la planta se mezclan con agua.
El pigmento se adhiere a la queratina del cabello, proporcionando una coloración duradera y natural, que ha conseguido que en la actualidad miles de personas dejen de optar por tintes artificiales, con compuestos dañinos para la salud del cabello, y apuesten por este cosmético que además de efectivo, es muy económico.
La henna es un producto completamente natural, lo que la convierte en una opción ecológica y respetuosa con el cuero cabelludo. A diferencia de los tintes químicos, la henna no contiene amoníaco, peróxido de hidrógeno ni derivados del petróleo, minimizando así el riesgo de irritación y daño al cabello. No solo eso, sino que su uso reduce la contaminación del agua y del suelo, ya que es un producto biodegradable y libre de químicos nocivos.
Además de teñir, la henna nutre y fortalece el cabello. Contiene minerales esenciales que ayudan a fortalecer el cabello desde la raíz hasta las puntas, promoviendo un crecimiento saludable. La aplicación regular de henna no solo puede eliminar las tediosas canas, sino que puede mejorar significativamente la textura del cabello, dejándolo más brillante, sedoso y voluminoso.
Este tinte natural también ayuda a regular la producción de grasa en el cuero cabelludo, lo que puede ser particularmente beneficioso para quienes sufren de cabello graso o caspa. Su uso continuado contribuye a un cuero cabelludo más equilibrado y libre de irritaciones.
Sin embargo, si hay algo que destaca de la henna es su durabilidad. La coloración que proporciona es semipermanente, lo que significa que puede durar entre 4 y 6 semanas antes de desaparecer, dependiendo de la frecuencia de lavado y los productos utilizados. Los champús suaves y sin sulfatos pueden ayudar a prolongar la duración del color.
Al penetrar en la cutícula del cabello y adherirse a la queratina, proporciona una coloración que no se desvanece fácilmente. Esto la convierte en una excelente opción para quienes buscan una solución de larga duración para cubrir las canas sin tener que acudir a la peluquería.
Cómo usar la henna para tapar las canas
Existe una serie de pasos que debemos seguir si buscamos que la henna actúe como es debido y, sobre todo, para obtener los mejores resultados. Lo primero que tenemos que hacer es mezclar 100 gramos de polvo de henna con agua mineral caliente. La henna se puede comprar en diferentes comercios a muy buen precio, por lo que no supondrá un gran esfuerzo encontrarla.
La cantidad de producto que usemos puede variar según la longitud del cabello: generalmente, se recomienda usar 200 gramos para cabello medio y 300 gramos para cabello largo. Lo fundamental es asegurarnos de mezclar bien hasta lograr una pasta homogénea, sin grumos.
Si queremos mejorar sus beneficios, podemos incorporar algunos ingredientes como vinagre de manzana, que ayuda a oxidar el pigmento y profundizar el color, aceite de oliva para proporcionar hidratación adicional, o té negro para neutralizar el tono cobrizo y obtener un matiz más oscuro.
Antes de proceder a la aplicación completa, es recomendable realizar una prueba en una pequeña sección del cabello para asegurarnos de que el color es el deseado y evitar posibles reacciones adversas. Una vez que estés listo, estos son los pasos que debemos seguir para aplicar la henna de manera efectiva, siempre con guantes para proteger a nuestras manos del pigmento.
- Primero aplicaremos una crema hidratante o aceite alrededor de la línea del cabello y las orejas para evitar manchas en la piel.
- Dividimos el cabello en secciones para facilitar la aplicación uniforme.
- Ahora podemos pasar a aplicar la mezcla de henna sobre el cabello limpio y seco, comenzando desde las raíces hasta las puntas, asegurándonos de cubrir todas las canas.
- Una vez aplicada la henna, tenemos que recoger el cabello y cubrirlo con un gorro de baño o film transparente para mantener la humedad.
El tiempo de actuación de la henna puede variar según el tono deseado y las instrucciones del producto específico que utilicemos. En general, se recomienda dejar actuar la henna entre 1 y 4 horas.
Sin embargo, si buscamos un tono más intenso y profundo, es ideal dejar la henna actuar entre 3 y 4 horas. Hay quienes incluso prefieren dejarla actuar durante toda la noche, aunque esto puede depender de nuestras preferencias personales y del tono que deseemos alcanzar.