Las canas están empezando a ser tendencia. Hace tan solo unos años, todos tratábamos de ocultarlas lo máximo posible, gastándonos un dineral en tintes o buscando la forma más eficaz de eliminarlas o evitar que aparezcan. Aunque el proceso sea difícil para quien esté pasando por ello, cada vez más personas se atreven a lucirlas.
Dependiendo de en qué punto de nuestro recorrido por el color de cabello nos encontremos, hacer el cambio completo a un color gris es un desafío para la gran mayoría de nosotros; sin embargo, hay tintes que pueden ayudarnos en el proceso, especialmente algunos como las lowlights.
Las lowlights o luces bajas en español son el ingrediente clave para lograr una dimensión que nos permita mezclar las canas. Una opción excelente para dar el primer paso, en el que comencemos a vernos con nuestro cabello natural, pero con un poco de cambio.
En qué consisten las 'lowlights'
El primer paso en la transición a las canas con lowlights es elegir el tono adecuado. Para ello, debemos fijarnos en el color de nuestro cabello virgen (también conocido como color base natural). Si nos hemos teñido el pelo para difuminar las canas, unos toques de nuestro tono base pueden proporcionar el contraste de apariencia más natural.
Las luces bajas consisten en una técnica de coloración que, especialmente cuando se combina con highlights, puede mezclar y disfrazar estratégicamente los mechones grises, pero sin enmascararlos por completo y, mucho menos, sin dañar el cabello.
Las luces bajas nos ayudan durante la transición. Un único color puede ser especialmente poco favorecedor cuando se trata de cabello gris que ha crecido naturalmente porque puede emitir un tinte amarillento si no se atiende. Agregar lowlights sutiles puede ayudar a combatir esos tonos no deseados.
Mientras que las mechas aclaran el color base antes de depositar un pigmento más brillante o de otro color, las lowlights profundizan el cabello y no es necesario eliminar las canas para tomar ese color, ya que se mezclan con su tono natural.
Se trata de una técnica que implica oscurecer mechones del cabello usando un color que, de forma general, es del mismo nivel que nuestro tono natural o más oscuro con el fin de crear dimensión. Con las lowlights lo único que hacemos es pintar algunos de nuestros mechones grises, utilizando un color más oscuro para crear sombras que añadirán profundidad.
Como ocurre con cualquier cambio de color, tenemos que tener en cuenta muchas cosas: el tono de nuestra piel, nuestra base natural e, incluso, hay quienes miran el color de ojos. Estos tipos de factores indican qué tan cálido o frío será nuestro cambio y como conseguir que ciertos rasgos naturales destaquen.
Dependiendo de si queremos conseguir un resultado con más o menos profundidad o más o menos volumen, las lowlights se aplican desde más arriba, muy cerquita de la raíz, o desde más abajo, desde la mitad de la melena hasta las puntas.
Ventajas de las 'lowlights'
Las luces bajas no requieren tantas visitas a la peluquería como las mechas, sin importar cómo estén aplicadas. En el momento en el que elegimos un tono lo más parecido posible a nuestro color base, el mantenimiento se vuelve más fácil, especialmente con canas, ya que en el momento en el que aparezcan más no se notará.
En lugar de quitar primero el tono de nuestro cabello y luego volver a depositar el color deseado —que es como funcionan las mechas para tapar los mechones grises—, las canas ya están naturalmente sin color, por lo que todo lo que queda por hacer es volver a agregar el tono deseado al cabello.
Las lowlights buscan agregar profundidad y dimensión a nuestro cabello. De hecho, es una opción perfecta para aquellos que tienen pelo fino, ya que puede conseguir que se vea mucho más grueso gracias a esos cambios de tono.
Los expertos, además, sugieren que las lowlights pueden ayudar a que un nuevo color de cabello sea más ponible. En el caso de que nuestro tono u objetivo sea el cabello platino helado, pero nos preocupa que el tono se desvanezca, las luces bajas pueden hacer que el aspecto sea menos dramático.
Este tipo de estilo es muy versátil, vale para todos los tipos de tono pero también para todo tipo de cabello y longitud. Además, son tan naturales que el efecto que consiguen es el de suavizar el tono. Otras técnicas como las mechas balayage, las highlights o las ombré lo que hacen es que destaquen los contrastes entre la base y las mechas.