A partir de los 30 años nuestra piel comienza a sufrir los primeros signos de envejecimiento. En ocasiones, incluso antes. Las primeras arrugas y líneas de expresión nos confiesan que el tiempo está pasando y que, lo queramos o no, es un proceso natural inevitable.
Por mucho que el envejecimiento cutáneo sea algo a lo que todos y cada uno de nosotros vamos a tener que enfrentarnos, es cierto que somos nosotros mismos los que, a lo largo de nuestra vida, tenemos que implementar hábitos que supongan que el proceso sea menos agresivo. Tales como usar protección solar o hidratarnos lo suficiente y recomendado.
En los últimos años, a este último hábito se le ha añadido un componente extra: el limón. De esa forma, no solo conseguimos hidratarnos a lo largo del día gracias al agua, sino que logramos obtener los componentes que destacan del alimento, en especial, la vitamina C.
Agua con limón para eliminar las arrugas
Al igual que el vinagre de sidra de manzana, el agua de limón ha sido aclamada como un hacedor de milagros de belleza y bienestar desde décadas, ya que algunos creen que beberlo a primera hora de la mañana ayuda a desintoxicar el cuerpo, permitiendo que la piel se mantenga hidratada y luzca radiante.
El limón está cargado de componentes beneficiosos que pueden mejorar la salud de la piel. Un estudio revisado en el NCBI destacó los efectos terapéuticos de los componentes cítricos, como los polifenoles y los flavonoides, en la salud cutánea. Estos compuestos poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que no solo ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres, sino que también pueden reducir la inflamación y mejorar la elasticidad de la piel.
La vitamina C es uno de los antioxidantes más potentes que existen. En 100 g de limón hay unos 50 mg de esta vitamina; es decir, casi la mitad del consumo diario recomendado, lo cual es fundamental de cara a la síntesis de colágeno, esencial para mantener la elasticidad de la piel y reducir la aparición de arrugas y líneas finas.
Además de la vitamina C, el agua con limón contiene flavonoides y fitonutrientes, que combaten el daño causado por los radicales libres, reducen la inflamación y mejoran la apariencia general de nuestra piel. Beber agua con limón mejora la hidratación, por lo que también la mantiene más suave, flexible y menos propensa a arrugas y manchas.
Los antioxidantes que se encuentran en los limones ayudan a combatir el daño de los radicales libres, que son los principales causantes del envejecimiento prematuro y la opacidad en la piel. Al neutralizarlos, el agua con limón puede ayudar a proteger nuestro rostro de los factores ambientales y de daños irreparables como los rayos UV.
Sin embargo, dejando a un lado los antioxidantes, la principal ventaja del agua con limón es que nos ayuda a mantenernos hidratados. La hidratación es fundamental para mejorar la humedad de la piel, manteniéndola menos propensa a desarrollar arrugas y manchas.
Tal y como explican desde Biotherm, una buena hidratación de la piel retrasa la aparición de arrugas. La piel deshidratada es uno de los motivos principales del envejecimiento prematuro: al debilitarse la piel, esta se seca y pierde su capacidad para repararse, lo que acelera el proceso de envejecimiento.
Cómo añadir el agua con limón a nuestra rutina
Cuando se aplica tópicamente, el ácido cítrico del limón puede exfoliar la piel eliminando las células muertas y permitiendo que las nuevas células cutáneas lleguen a la superficie. Esto no solo mejora la textura de la piel, sino que también la hace lucir más brillante y uniforme. A pesar de ello, los expertos no recomiendan del todo este hábito.
Si bien el agua de limón está cargada de vitamina C y capacidades exfoliantes, muchas personas pueden llegar a experimentar un sarpullido (llamado fitofotodermatitis) cuando se aplica agua de limón en la piel y se expone a la luz solar directa.
El agua de limón sin diluir puede causar erosiones y quemaduras químicas, que pueden provocar inflamación e hiperpigmentación secundaria. Por mucho que hayamos visto mascarillas de este alimento, los expertos sugieren no aplicarlo en la piel como astringente o tónico, ya que puede dañar la epidermis y causar inflamación y posibles cicatrices.
La mejor opción es beber agua con limón, pero siempre acompañada de otras comidas. Al ser ácido, si lo tomamos con el estómago vacío, es posible que a muchas personas no les siente bien al dañar a flora digestiva o tener problemas de acidez.