El mundo del maquillaje está en constante cambio, así como la moda y otras corrientes artísticas que evolucionan basándose en las tendencias y las ganas de experimentar. Mientras que hace tan solo unos años el pintalabios era un símbolo del que ningún rostro podía prescindir, en la actualidad los neceseres priorizan otras cosas, como el colorete.
A pesar de que hace años el colorete prácticamente era invisible o había quienes preferían no usarlo, en la actualidad se ha convertido en un producto esencial en la rutina de maquillaje de millones de personas. En polvo, líquidos, en crema, rojos, rosas, morados, con acabado mate, con brillo… un poco de colorete puede mejorar cualquier rostro, incluso los más cansados.
Lo cierto es que a pesar de la gran importancia que ha adquirido este producto en la cosmética, todavía hay quienes no conocen dónde colocarlo correctamente. Y es que, aunque parezca que la posición no importa, el simple hecho de posicionar el color un poquito más arriba puede cambiar por completo la forma de nuestro rostro.
En qué consiste la 'técnica de la L'
Uno de los motivos por los que el maquillaje ha ganado tanta importancia a lo largo de los años es que se ha convertido en nuestro aliado para ganar confianza. Es capaz de eliminar imperfecciones, como es el caso de las marcas de acné o zonas rojas, pero también de resaltar facciones que nos gustan de nuestro rostro, como las pestañas o los pómulos.
El colorete es un paso imprescindible para refrescar y naturalizar nuestro maquillaje, pero también para realzar nuestro rostro. Mientras que si lo aplicamos erróneamente podemos conseguir un aspecto cansado y la imagen de unos pómulos caídos, si lo hacemos correctamente tensaremos la piel, a través de un efecto óptico inmediato.
Las plataformas como TikTok llegaron a nuestra vida para hacernos la vida más fácil. A través de ellas no solo sabemos cuáles son las tendencias actuales, sino que también aprendemos a llegar y adaptarnos a ellas. Con el maquillaje pasa igual, los usuarios nos enseñan todos esos truquitos para conseguir lo que parecía imposible.
La técnica de la L para aplicar el colorete es una de esas formas que desearíamos que hubiese llegado antes a nuestra vida, no solo por su facilidad, sino por conseguir ese efecto que llevamos tanto tiempo buscando. Como sugiere su nombre, lo único que tenemos que hacer es presionar la mano, en forma de L, contra la cara, de modo que el pulgar quede justo debajo de la nariz y el dedo índice apunte hacia la punta de la ceja.
Es dentro de esta 'L', solo en la mejilla y de forma ascendente hasta el crecimiento del pelo, donde se debe aplicar el colorete. Gracias a esta técnica, es prácticamente imposible equivocarnos, ya que conseguimos que nuestros dedos delimiten a la perfección, y nos ayuden a esculpir el rostro.
La idea detrás de esta técnica es que la colocación eleve visualmente el rostro. Dado que la forma de la cara de cada persona es diferente y única, podemos probar la forma de 'L' en diferentes ángulos hasta que sintamos que hemos encontrado la adecuada para nosotros, tanto con la forma de los dedos más recta o más diagonal.
Una vez estemos satisfechos con nuestra forma y posicionemos el color, tenemos que difuminarlo hacia las manzanas de las mejillas y hacia la línea del cabello. La mejor opción son las brochas, para tener un mayor control acerca del producto y su dirección.
La clave para acertar con la técnica del colorete en forma de 'L' se reduce a dónde colocamos la mano. Gracias a ella, es prácticamente imposible aplicar el color demasiado abajo, por lo que evitamos a toda costa que nuestro rostro luzca caído o cansado.
Las ventajas del colorete en forma de 'L'
Además de su eficacia, esta técnica es una opción excelente porque podemos usar cualquier fórmula de colorete: crema, polvo, líquido o todos. Si lo que queremos es que dure mucho tiempo, lo ideal es aplicar primero un producto en crema o líquido y después, sellarlo con los polvos.
Así como sencilla, esta técnica también es muy inclusiva. No importa qué forma de rostro tengamos, podemos probar esta técnica para crear una apariencia única. Ya sea que tengamos un rostro redondo, alargado o cuadrado, si sabemos aplicarlo correctamente podremos conseguir ese efecto lifting en segundos.
El efecto lifting que se consigue con esta técnica de maquillaje es una mezcla entre una ilusión óptica, gracias a la posición, pero también en la geometría que usamos para aplicarlo. La línea diagonal que se traza sobre el pómulo se convierte en una línea que dirige la mirada hacia arriba, modelando el rostro.
Esta técnica no solo consigue realzar la mirada y el rostro, sino que otro de sus objetivos es agregar un brillo natural y saludable a nuestras mejillas mediante una colocación precisa y transiciones naturales para que el colorete se mezcle naturalmente con el tono de la piel.
En realidad, esta tendencia no es tan innovadora. No solo los maquilladores lo han estado usando durante muchos años, sino que también ha demostrado su valía en TikTok desde 2022, aunque la vuelta de este producto ha hecho que este truco vuelva a estar en primer plano.