Uno de los primeros signos de envejecimiento que aparecen son las canas. Hay quien apuesta por dejarlas crecer, luciendo un look que hasta hace no demasiado era imposible de aceptar; pero otros se resisten a convivir con esos pelos plateados que poco a poco van formando parte de nuestra vida.
Si te sientes más identificado con los que se resisten a tener canas, debes saber que existe un remedio casero perfecto para evitar el uso de productos químicos, como los tintes. Es cierto que la fórmula y composición de estos ha mejorado notablemente, pero a la larga, dañan tu salud capilar.
Este es otro de los casos en los que recurrir a los consejos y trucos de toda la vida es una gran solución. El aceite de ricino es uno de los ingredientes naturales más utilizados en cosmética, de ahí que resulte una solución para esos pelos que tanto nos incordian.
Las propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, hidratantes son algunas de las propiedades más beneficiosas que el aceite de ricino tiene para mejorar nuestro aspecto físico y retrasar algunos signos de vejez.
En este producto habrás encontrado un gran aliado para regenerar tu pelo y prevenir la caída del mismo. Un remedio nada invasivo y fácil de aplicar que cada vez más personas utilizan en su día a día.
Aceite de ricino contra las canas
Los estilistas no dudan en aplicar un poco de aceite de ricino en el cuero cabelludo como uno de los pasos a seguir en su profesión. Este ingrediente retrasa la aparición de las canas, pero además, también resulta un remedio excelente para las melenas más débiles.
Sus propiedades nutritivas y antioxidantes, además de su capacidad para promover la salud capilar gracias al ácido ricinoleico, un ácido graso a base de omega-9, retrasarían la aparición de estas de manera natural.
Rico también en vitamina E, minerales y proteínas, contribuyen a una mayor hidratación del cabello, consiguiendo mejorar su apariencia, además de mantener su color original.
Este remedio también es utilizado frecuentemente para ayudar a los cabellos más frágiles. La estimulación de este sobre la circulación sanguínea del cuero cabelludo puede llegar a favorecer el pelo.
Al estar fortaleciendo el pelo desde la raíz con su aplicación, el aceite de ricino podría también prevenir la pérdida prematura de la pigmentación natural de nuestro cabello. Es decir, evitar que aparezcan canas.
Cómo utilizar el aceite de ricino
Este aceite es muy sencillo de encontrar en cualquier tienda especializada, tipo herbolario. No es excesivamente caro, los 100 mililitros rondan los cinco euros aproximadamente, lo que lo convierte en otra razón para utilizarlo en tu rutina de belleza y cuidado capilar.
Bastan cuatro o cinco gotas en cada aplicación para que comiences a notar cómo beneficia a la salud de tu cabello y poco a poco, va retrasando la aparición de esas canas tan molestas para algunos.
Echa las gotas en la palma de la mano y frótalas unas con otras para calentar el aceite, con unos pocos segundos bastará. Con la yema de los dedos, hazte un pequeño masaje en el cuero cabelludo, de forma circular, presionando suavemente e incidiendo en la zona donde te suelen aparecer las canas.
Realiza este movimiento durante unos dos o tres minutos y, a continuación, añade unas pocas gotas más en las manos para extenderlas por todo el pelo, de raíz a puntas. No te excedas en la cantidad, ya que puede aportar demasiada grasa a tu cabello.
Deja actuar durante una media hora aproximada el aceite en el pelo suelto para que consiga penetrar hasta la raíz. Si lo prefieres, puedes cubrirte la cabeza con una toalla previamente húmeda para que te resulte más cómodo. Lávalo después con la rutina que suelas realizar normalmente.
Además de hidratar profundamente el cabello, el aceite de ricino prevendrá la aparición de canas de una manera natural, lejos de productos químicos frecuentemente utilizados.
A pesar de no estar probado científicamente, al ser un remedio natural no te puede perjudicar a tu salud capilar. Todo lo contrario, conseguirás un color mucho más intenso y bonito gracias a que este evita la pérdida del pigmento y, por tanto, previniendo las canas.