El secreto de la vida es algo que se estudia desde que tenemos uso de razón. No solo hablamos de los sentimientos y emociones que pueden hacerla más interesante o de las relaciones, que forman parte de ella, sino de la clave para conseguir prolongarla lo máximo posible.
En algunas zonas del mundo parecen haber dado con el click. Otras, como España, siguen en el proceso, aunque con resultados muy favorables. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 2002 y 2022, la esperanza de vida de los hombres en España ha pasado de 76,4 a 80,4 años y la de las mujeres de 83,1 a 85,7 años.
De todos los requisitos que conocemos para llegar a tener una vida longeva hay algunos universales, una dieta equilibrada o no beber alcohol. Sin embargo, en los últimos años los expertos han profundizado aún más, llegando a un punto que nadie quería saber, y es que, entre los nuevos requisitos para una mayor esperanza, se encuentra un colchón financiero.
El aspecto fundamental para un envejecimiento saludable
El envejecimiento es un proceso influenciado por una interacción de factores genéticos, ambientales, hormonales, del estilo de vida y psicológicos. Hasta hace relativamente poco no se descubrió que había otros aspectos que podían determinar una vida longeva, como los socioeconómicos.
Una de las autoras que defiende la importancia de un colchón financiero para la longevidad es Maddy Dychtwald, una de las cincuenta mujeres futuristas más importantes del mundo. Durante casi 40 años ha estado involucrada en la exploración de todos los aspectos de la ola de envejecimiento.
La autora y experta en longevidad no habla de la palabra riqueza, sino de bienestar financiero como parte de un bienestar general. En su visión, la vida después de los 50 o 60 años puede ser rica en experiencias y significado, siempre y cuando las personas estén preparadas para enfrentar los desafíos que esta nueva longevidad trae consigo.
Para ella, uno de los principales retos del envejecimiento es la necesidad de un plan financiero sólido. Esto se debe a que la vida más larga de la que hoy disfrutamos requiere un colchón que nos permita mantener la calidad de vida durante décadas adicionales.
"Si estás preocupado por el dinero y tienes estrés crónico, eso genera niveles más altos de cortisol", explica la experta en una entrevista. Si bien el envejecimiento está dictaminado por muchos otros factores, un estudio dirigido por investigadores del Hospital Brigham and Women's explicó que el estrés puede hacernos envejecer.
"El estrés severo puede desencadenar el aumento de la edad biológica, pero si ese estrés es de corta duración, los signos del envejecimiento biológico pueden revertirse", explica Jesse Pogani, investigador del departamento de genética del Hostiral Brigham and Women's y autor principal del trabajo a National Geographic.
Además, se ha demostrado que el estrés no controlado puede derivar en muchos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes. En España existe una salud pública que puede hacerse cargo; sin embargo, en otros países ese colchón financiero es necesario para pagarlo.
Para el 50% de los españoles, la seguridad financiera es uno de los factores claves de su bienestar actual, según los datos del informe 'El Futuro del Bienestar', elaborado por Essity. Los resultados ponen de manifiesto que "no se entiende el bienestar sin salud mental o estabilidad económica".
No obstante, no solo necesitamos ese bienestar financiero para aspectos básicos como tratar enfermedades o comer, sino también para tener una vida digna. Según Maddy Dychtwald, las mujeres se encargan del 80% de todas las actividades de cuidado, ya sea de los hijos, el cónyuge, la pareja, los padres o incluso los abuelos.
El colchón financiero no solo proporciona seguridad en términos de cubrir las necesidades básicas, como la atención médica, sino que también permite tener la libertad de ser feliz, aprender habilidades, viajar o hacer planes con nuestros amigos, lo cual también forma parte de un envejecimiento saludable.
Según un estudio publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología, las buenas relaciones sociales resultan en un mejor estado de salud, porque permiten sentirse bien y añadir vida a los años.