La llegada de septiembre es considerada para muchos como un nuevo inicio de año. Empiezan las clases, la oficina vuelve a llenarse y casi todos estamos pensando en lo poco que queda para Navidad. Sin embargo, si hay algo por lo que se caracteriza el noveno mes del año, es por las visitas a la peluquería. O los intentos de ser peluqueros en casa.
Después del verano, nuestra melena está mucho más débil y necesita un corte; sin embargo, muchos de estos cambios vienen unidos a esa sensación de 'año nuevo, vida nueva', aunque solo sea septiembre. Mientras que hay quienes se lanzan por completo a la novedad, hay quienes prefieren un pequeño cambio, pero significante.
Uno de los cambios más sutiles, pero que más resultados puede darnos, es el flequillo. Esa sección de cabello que puede transformar completamente la imagen y de una forma muy sencilla y sin necesidad de correr demasiados riesgos. Y no solo eso, sino que si sabemos elegir el correcto, podemos quitarnos unos años de encima.
Las ventajas del flequillo a partir de los 50
El flequillo es un recurso estilístico que ha sido utilizado a lo largo del tiempo no solo como un detalle de moda, sino también como una herramienta para rejuvenecer el rostro y suavizar los signos visibles del envejecimiento, como las arrugas.
La forma en que el cabello enmarca la cara puede influir significativamente en cómo percibimos la edad de una persona. En este sentido, el flequillo ofrece múltiples beneficios que pueden ayudar a crear una apariencia más juvenil y fresca.
A medida que envejecemos, la piel pierde elasticidad y firmeza, lo que puede dar lugar a la aparición de líneas de expresión, arrugas y una textura más áspera en la piel. Al introducir un flequillo, ya sea recto, desfilado o lateral, se crea una barrera visual que distrae la atención de las áreas problemáticas del rostro.
El flequillo actúa como un marco, centrando la mirada en los ojos o los pómulos, y al mismo tiempo cubriendo parcialmente las zonas donde suelen aparecer signos de envejecimiento. Además de ayudar a disimular la frente, una de las áreas más propensas a desarrollar arrugas.
Otro aspecto importante es que el flequillo puede aportar movimiento y vitalidad al rostro. A medida que envejecemos, el cabello tiende a perder volumen y brillo, lo que puede añadir una sensación de cansancio o desgaste a la apariencia general.
Un flequillo bien cortado, con textura y forma adecuada, puede agregar cuerpo y dinamismo al cabello, lo que a su vez transmite una imagen más juvenil y fresca. Incluso un modelo desfilado o en capas puede añadir un toque moderno que rejuvenece instantáneamente.
En cuanto a la forma en que el flequillo influye en las proporciones del rostro, su capacidad para modificar visualmente la estructura facial es muy poderosa. Un flequillo largo, por ejemplo, puede acortar ópticamente un rostro alargado, haciéndolo parecer más equilibrado y menos marcado por los signos del tiempo.
Por otro lado, un flequillo recto puede transmitir una sensación de estructura y definición, ocultando arrugas en la frente de manera eficaz, mientras un flequillo lateral puede ser más sutil, desviando la atención de las líneas de expresión y realzando los ojos y las mejillas.
El flequillo en capas o desfilado puede añadir volumen y movimiento, creando una sensación de ligereza que resta años al rostro. De todos los que recomiendan los peluqueros expertos, hay uno de ellos que ha conquistado a las españolas, el flequillo cortina.
Flequillo cortina
El flequillo cortina es uno de los estilos de flequillo más populares y favorecedores, especialmente por su capacidad para rejuvenecer el rostro de manera sutil y natural. Se caracteriza por su forma abierta en el centro, con mechones que caen suavemente a ambos lados de la frente, creando una cortina que enmarca el rostro.
Su versatilidad, facilidad de manejo y su estilo desenfadado lo han convertido en una opción recurrente para quienes buscan refrescar su apariencia sin un cambio demasiado drástico que, además, ha conquistado a grandes famosas como Blanca Suárez o Penélope Cruz.
Al ser un estilo más suave y abierto, no cubre por completo la frente, lo que evita que el rostro parezca "encerrado" o demasiado estructurado, logrando un equilibrio perfecto entre lo juvenil y lo elegante.
Otro punto a favor del flequillo cortina es su capacidad para enmarcar el rostro de una manera muy favorecedora. El hecho de que los mechones laterales caigan suavemente hacia las sienes crea un efecto de "lifting" visual, elevando y estilizando las facciones.
A diferencia de los flequillos rectos, que pueden parecer más rígidos o formales, el flequillo cortina tiene una fluidez natural que aporta movimiento al cabello. Este dinamismo hace que el rostro parezca más fresco y relajado, lo que inmediatamente transmite una sensación de juventud.
El hecho de que el flequillo cortina sea un estilo muy adaptable a diferentes tipos de rostros también contribuye a su capacidad para rejuvenecer. Funciona bien tanto en rostros ovalados, redondos o angulares, y su versatilidad permite ajustarlo según las necesidades individuales.
Por ejemplo, puede ser más largo y desfilado para alargar ópticamente el rostro, o ligeramente más corto si se busca un look más desenfadado. En cualquier caso, su efecto rejuvenecedor se mantiene, ya que el flequillo cortina equilibra las proporciones del rostro y suaviza las líneas faciales.