No solo es una sensación. Ciertos días, la piel de nuestro rostro se puede percibir más apagada, incluso, con un tono diferente al habitual y con una notable falta de brillo. Desde la firma cosmética Vagheggi, nos confirman que la piel 'gris' no es un mito: "Hablamos de piel gris o grisácea para referirnos a aquella que tiene un tono ceniciento y mate".
Su aparición puede ir más allá del aspecto estético, de ahí la importancia de controlarlo: "Aunque a priori su aparición no tiene por qué estar motivada por problemas de salud subyacentes, lo cierto es que el diagnóstico por parte de un profesional es imprescindible para descartar ciertas afecciones que pueden ser más graves", según confirman. ¿Pero a qué se debe y cómo evitarlo?
Los motivos
Ana Sacristán Palos, directora de formación de Vagheggi España, explica a qué suele deberse este tono más apagado de la piel: "Es una afección que suele verse con mayor frecuencia tras los meses de verano. De hecho, entre sus principales causas se encuentra la exposición diaria a los rayos del sol, el estrés o el smog urbano".
Explica que repercute en nuestro bienestar y, por tanto, apariencia: "Todo ello tiene un impacto directo en nuestro organismo y, por ende, también en el funcionamiento normal de la piel. Como consecuencia, la piel se deshidrata produciendo que la capa córnea se engrose y pueden producirse alteraciones en la microcirculación que causen el famoso tono grisáceo o pálido en la dermis al reducirse el flujo sanguíneo en los capilares".
Los expertos de iS CLINICAL inciden en que la situación se agrava tras la temporada estival: "Después del verano, la piel se ve castigada tras haber abusado de la exposición solar, cuyas consecuencias pueden aparecer en forma de manchas y pérdida de colágeno, dando lugar a la aparición de líneas de expresión y arrugas. Si a esto le sumamos el cloro de la piscina y el agua del mar, se une deshidratación y falta de brillo en la piel".
Cómo prevenirla
Entre las medidas que podemos tomar para evitar su aparición, Sacristán indica que será necesaria "una hidratación adecuada, tanto de forma oral como tópica, que ayudará a la regeneración celular para que no se acumulen un exceso de células muertas que dan ese aspecto opaco a la piel".
Añade que la alimentación es otra clave: "Consumir una dieta rica en frutas y verduras que contengan suficiente cantidad de antioxidantes que ayuden a combatir los radicales libres que se producen en el organismo y, sobre todo, una correcta protección solar que reduzca el riesgo de inflamación de la barrera cutánea y que evite la pérdida de colágeno y elastina".
5 productos para la luminosidad
El Super Serum Advance+ de iS CLINICAL cuenta con una fórmula científicamente avanzada y clínicamente probada que, por primera vez, combina una concentración del 15% de la nueva generación de Ácido L-Ascórbico (Vitamina C) con Tripéptido-1 bioidéntico (Copper Tripeptide-1) de la firma. Aporta luminosidad de forma segura y ayuda a reducir visiblemente el tono desigual de la piel.
unnamed (1)
Uno de los productos estelares de Payot es l'Huile Bonne Mine Éclat, un aceite seco de acabado sedoso para un efecto inmediato de brillo saludable. Proporciona una piel ligeramente bronceada y radiante y disminuye los signos de fatiga gracias a su composición rica en vitamina C pura que estimula la renovación celular y mejora la textura de la piel al tiempo que reduce la aparición de manchas pigmentarias y aceite de albaricoque, rico en betacaroteno.
belif nos propone, a su vez, una auténtica bomba de hidratación y luz con su crema facial Aqua Bomb Brightening Vitamin C Cream. Enriquecida con vitaminas C y E, así como con un complejo compuesto por 4 tipos de ácido hialurónico, aumenta la densidad de hidratación de la piel en un 330,42%.
Es especialmente agradable por su acabado 'gota de agua': explota sobre la piel en microgotas al aplicarla y libera una fórmula hidratante rica en vitaminas para conseguir una tez ultrabrillante y una piel suavizada y perfectamente hidratada (20,99 €).
Recupera la luminosidad con éxito esta temporada, cuidándote tanto por dentro como por fuera.