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El envejecimiento es el proceso que todos tememos. Con el paso de los años, las pieles sufren y su apariencia va envejeciendo, lo que se traduce en la disminución de elasticidad, las primeras arrugas y la pérdida de volumen en el rostro. Aunque busquemos la fórmula secreta para prevenir su aparición, la forma más sencilla de devolverle la juventud al rostro es, justamente, con maquillaje. 

Más allá de embellecer, el maquillaje y sus pequeños trucos sirven para potenciar algunas de nuestras facciones, crear un efecto "buena cara" o, incluso, para lograr un rostro más joven. Y es que, con el paso de los años, esta rama de lo artístico ha ido más allá de unos labios con tono rojo o unas mejillas del mismo color; sin embargo, siempre ha tenido el mismo objetivo: mirarnos con más confianza ante el espejo.

La llegada de las tendencias y redes sociales nos ha ayudado a tener más cerca que nunca a todos esos expertos que nos enseñan a destacar nuestras facciones, así como a neutralizar otras. Y aunque parezca un proceso complicado, si lo que queremos es rejuvenecer el rostro, lo único que necesitamos es un corrector. 

La importancia del corrector

El corrector se ha convertido en uno de los productos de maquillaje imprescindibles en todos los neceseres. Incluso de quienes están iniciándose y no saben por donde empezar, conocen a la perfección que este producto es para tapar las ojeras; sin embargo, lo que no saben es que puede conseguir mucho más.

Este cosmético multiusos es todo lo que necesitamos para un rostro joven. Para conseguirlo, tenemos que aplicarlo en la sien, en el surco nasogeniano y bajo el pómulo. Si lo hacemos correctamente, podemos conseguir un efecto antiedad en solo unos segundos.

Antes de saber cómo debemos aplicar el producto en estas zonas del rostro, debemos saber que el producto que elegimos es fundamental de cara a su efectividad. Si buscamos tapar las imperfecciones es lógico que vayamos a por un tono parecido a nuestra piel, sin embargo, si queremos rejuvenecer lo ideal es apostar por un tono más claro. 

Cuando elegimos un tono de corrector más clarito, le devolvemos a nuestro rostro la luz y el brillo que ha podido perder con el paso de los años. Además, esto también garantiza que, aquello que queramos tapar, como las ojeras, se van a cubrir totalmente. Si, por el contrario, el color es muy oscuro, se notarán más y no creará profundidad en zonas estratégicas.

Mujer aplicándose corrector. Istock.

Otro de los pasos básicos y significativos antes de aplicar cualquier tipo de cosmético en el rostro es preparar debidamente la piel, que debe estar limpia y muy bien hidratada. Con un limpiador facial, adecuado a nuestro tipo de cutis, eliminaremos las impurezas y con una crema hidratante, le devolveremos el agua a nuestro rostro.

Si el contorno de la mirada está bien hidratado, evitaremos que el corrector se vea desigual o a parches. Si preparamos antes la piel no solo conseguiremos que los productos luzcan mucho más naturales y bonitos, sino que durarán mucho más el paso de las horas. 

El truco del corrector para rejuvenecer el rostro

Una vez conocemos lo que tenemos que hacer antes, podemos pasar a saber cómo tenemos que aplicar el corrector para rejuvenecer el rostro. Lo primero en lo que vamos a centrarnos son las ojeras, donde aplicaremos el producto en forma de triángulo. 

¿Por qué en forma de triángulo? A medida que pasan los años, nuestro rostro va perdiendo volumen y hay zonas que se hunden, como las ojeras. Este hundimiento de la piel, en la zona de los ojos, se acentúa donde no hay hueso, pero también en los lados de la nariz.

La mejor forma de aplicar corrector es en forma de triángulo invertido. Esta forma inmediatamente levanta los ojos e ilumina la zona, por lo que conseguiremos esculpir nuestro cutis a la vez que damos luz a la mirada. Y tapamos imperfecciones. 

No debemos pasarnos con la cantidad de corrector que apliquemos, ni en las ojeras ni en otras partes del rostro. Si nos excedemos, es posible que acabe a parches y terminaremos eliminando la parte "natural", por lo que lo mejor es ir construyendo poco a poco la cantidad y añadir más, en el caso de que nos falte. 

Un paso fundamental si buscamos rejuvenecer el rostro es aplicar corrector al final del ojo, en sentido ascendente a la sien. Cuando iluminamos esta zona, creamos un efecto lifting en tan solo unos segundos.

Otra de las zonas en las que las arrugas se profundizan más es en el surco nasogeniano. Si queremos eliminarlas, tenemos que aplicarlo justo donde está la línea y más arriba, en dirección a la nariz, de esta forma, suavizaremos por completo la marca y rejuveneceremos la zona. 

Por último, pero no por ello menos importante, aplicar corrector bajo el pómulo puede marcar una gran diferencia. Con el paso del tiempo, esta zona puede caerse y verse menos estética; sin embargo, si dibujamos una línea justo debajo del pómulo, resaltaremos la parte superior.