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Con el paso de los años, cada parte de nuestro cuerpo envejece. Aparecen las temidas arrugas, nos sentimos mucho más cansados y, por supuesto, tenemos que recurrir a todos los tintes del mercado para tapar las canas, esos pelos de color blanco (o gris) que hacen que aparentemos todavía más edad de la que tenemos.

El proceso hace unos años era fácil, escogíamos el color que queríamos entre los pocos que había y nos lo aplicábamos con cuidado. Sin embargo, el auge de este cosmético ha conseguido que no solo hoy en día existan un sinfín de opciones, sino que prioricemos una serie de requisitos.

Además de tapar las canas, lo ideal sería encontrar un producto que cuide de nuestro cabello. En los últimos años, los baños de color como la henna han sido una de las opciones estrella; sin embargo, según los expertos como Helena Rodero, este tipo de producto "ni cubre la cana, ni cambia el color" de nuestro cabello.

El aviso de la farmacéutica Helena Rodero

Entre los tintes naturales que conocemos, destacan la henna, los barros o baños de color y los óleos. En este punto, la farmacéutica Helena Rodero confiesa que en los tres de ellos existen dos posibilidades.

Si encontramos un producto con pigmentos 100% naturales, no va a dañar el pelo; sin embargo, ni va a cubrir la cana y posiblemente, no va a conseguir un color estable y al gusto de cada uno de nosotros, como es el caso de la henna.

La henna es una planta natural que se ha utilizado durante siglos para teñir el cabello. Este tipo de procedimiento se vincula con los baños de color, ya que no solo funciona para modificar el tono de nuestra melena, sino también contiene vitaminas, minerales y antioxidantes que lo cuidan.

A pesar de la cantidad de halagos que ha recibido esta opción para el cabello, lo cierto es que si lo que buscamos es tapar las canas, expertos como Helena Rodero no terminan de recomendarla: "la henna ni cubre cana ni va a cambiar tu color, sino que dará un reflejo rojizo anaranjado a cambio de dejar el cabello con más brillo y más fuerza, sin maltratarlo una pizca", explica Rodero.

Por otro lado, encontramos los barros y los óleos, un grupo de tintes que pueden llevar mayor o menor proporción de plantas tintoreas (que dan pigmento al cabello) para que el resultado final no sea ese rojo anaranjado, sino que podamos obtener diferentes resultados.

Sin embargo, estos productos presumen de ser 100% naturales, pero en muchas ocasiones no es así. En el caso de que este producto cubra nuestra cana, no están utilizando únicamente tinte vegetal, sino que lo están mezclando con tintes sintéticos, con agua oxigenada y otros materiales que son necesarios para hacer esos cambios de color, explica Rodero.

Entonces, ¿qué debemos hacer? La farmacéutica, en este caso, explica que es fundamental saber que "a más porcentaje de agua oxigenada, más daño vamos a tener en nuestro cabello".

Por ello, si optamos por los barros y los óleos, debemos de saber que muchos de ellos que encontramos en el mercado mezclan natural con artificial. Esto supone que, aunque cubran las canas, dañan en un porcentaje considerable; sin embargo, conseguimos el color deseado y más duradero.

El tinte que recomienda Helena Rodero

Con el fin de conseguir los mejores resultados y el menor daño, Helena Rodero recomienda que a no ser que tengamos alguna intolerancia a PPD o Amoniaco, usemos tintes con amoniaco con fórmulas nutritivas/reestructurantes con el mínimo de oxidación posible para hacer un cambio de color o cubrir cana.

A pesar de la fama que tienen los tintes con amoniaco, lo cierto es que no causan tanto daño como nos pensamos. De hecho, la farmacéutica confiesa en otro de sus vídeos que aquellos que no lo contienen, lo sustituyen con monoetanolamina, un compuesto que, lejos de ser inofensivo, puede "romper la cutícula, freírla y dejar el cabello más seco, crespo, sin brillo ni vitalidad".