De forma general, el cabello es muy difícil de cuidar, pero en verano la cosa parece que se complica más. Los meses más calurosos del año traen consigo consecuencias directas del cambio de tiempo, de la exposición a temperaturas cada vez más elevadas o la deshidratación. Añadido al cloro y la sal si decidimos darnos un chapuzón.
Todos estos factores provocan que nuestro cabello se debilite, se reseque, resulte más difícil de peinar y cuando no es imposible deshacer los nudos, el pelo se carga de electricidad estática. Por lo que tenemos que dedicarle un poco más de atención, en comparación con la temporada invernal.
Mientras que la búsqueda por encontrar el producto perfecto se hace interminable, nuestro bolsillo nos pide que dejemos de seguir probando. Los expertos, en estos casos, tienen un tratamiento favorito: el método ACA, que lejos de comprar los cosméticos más elevados, lo único que sugiere es una rutina diferente, alternando acondicionador, champú y, de nuevo, acondicionador.
En qué consiste el método ACA
Lo cierto es que llevamos toda la vida entendiendo que nuestra rutina de cabello tiene que ser la misma: champú y acondicionador, en ese orden. La llegada de nuevos tratamientos como el exfoliante capilar o rutinas como el lavado inverso pillaron de imprevisto a todos aquellos que pensaban que no iban a cambiar nunca su método de lavado.
El método ACA se trata en aplicar acondicionador, champú y acondicionador. Es una rutina innovadora de cuidado capilar que busca revolucionar el orden en el que hemos aplicado nuestros productos durante toda la vida, y a partir de ello, reparar el pelo dañado y conseguir que crezca de forma saludable.
Esta técnica está enfocada en nutrir y proteger el cabello antes de lavarlo con el champú. Cuando aplicamos el acondicionador antes, estamos añadiendo hidratación al pelo sin darle peso, además de proporcionándole una máxima protección contra la sequedad y el daño.
El acondicionador cumple la finalidad de reparar y nutrir el pelo, dejándolo más suave y restaurando las fibras capilares. En el momento en el que aportamos esta capa antes que el champú —que, en ocasiones, reseca el cabello— se nutre y se protege del contacto con el agua y el producto que aplicaremos después, minimizando su impacto negativo en su salud.
El método ACA prioriza la aplicación de productos acondicionadores o mascarillas capilares sobre el cabello seco con el fin de que penetren profundamente en la fibra capilar y proporcionen hidratación y nutrición intensiva. Así, este tratamiento no solo ayuda a reparar nuestra melena, sino que fortalece la estructura y promueve un crecimiento saludable.
El secreto para que el método funcione, tal y como es de esperar, es elegir los productos que vayan de acuerdo a las necesidades de nuestro pelo. Saber si lo tenemos seco, graso, queremos tratar las puntas, eliminar el encrespamiento o simplemente añadir hidratación.
Según la OCU, para elegir el acondicionador perfecto debemos tener en cuenta una serie de pautas. En especial, evitar ciertos ingredientes como perfumes cuyo nombre aparece al final de la lista de ingredientes y con el conservante methylisothiazolinone o siliconas.
El resultado final dependerá de la calidad del producto elegido, pero también de que lo hayas empleado correctamente y en su justa medida: un exceso de producto o un aclarado deficiente pueden dejarnos el pelo apelmazado.
Mientras que los acondicionadores instantáneos se recomiendan principalmente para las personas que se lavan el pelo con frecuencia y lo tienen poco dañado, la organización recomienda las mascarillas a cabellos muy secos y encrespados o dañados químicamente (teñidos, decolorados, con permanente).
Cómo hacer el método ACA correctamente
Aunque parezca un procedimiento sencillo, lo cierto es que hay una serie de pautas que debemos seguir para evitar que nuestro cabello se vuelva graso. Lo primero que tenemos que hacer es aplicar el acondicionador —o mascarilla— con el pelo seco, de medias a puntas, y dejarlo actuar durante de 20 a 30 minutos.
Una vez haya transcurrido el tiempo, vamos a aclarar en profundidad y lavarnos la cabeza con el champú. Este producto eliminará cualquier resto del acondicionador que pueda dejar sebo, dando como resultado una melena más voluminosa y limpia.
Ahora sí, el último paso consiste en volver a aplicar acondicionador con normalidad. Tal y como cuentan algunos expertos, el método no está enfocado en una limpieza extrema, sino en devolverle a nuestra melena el brillo y la hidratación que le falta, así como el poder eliminar el encrespamiento.
Por este motivo, resulta fundamental no realizarlo a diario. Tal y como cuentan los expertos a Vogue, lo ideal es hacerlo una vez a la semana en el caso de que percibamos que nuestro pelo está muy dañado o castigado. Por el contrario, si está en buenas condiciones, podemos aplicar el método ACA cada 15 días.
El método ACA se puede añadir a nuestra rutina sin importar el tipo de cabello que tengamos; sin embargo, es muy efectivo en el caso de que nuestra melena esté dañada, seca o apagada. Además, su simpleza lo convierte en un tratamiento sencillo y rápido, por lo que podemos hacerlo cuando queramos.