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Carmen Navarro (Madrid, 1942) soñaba de pequeña con ser empresaria, pero nunca lo pensó en serio y aún menos creyó que el mundo de la belleza evolucionaría hasta el punto en el que se encuentra en la actualidad. "Empecé en 1973 y no era consciente de estar creando lo que hoy es una realidad", confiesa la madrileña a cargo de siete reputados centros de estética en España por los que han pasado personalidades tan destacadas como la reina Letizia. 

Quien de pequeña jugaba a ser empresaria, hace 50 años implementó en nuestro país un concepto de bienestar holístico puntero, puesto que antes "solo había pequeños centros de estética o salones de peluquería", destaca Navarro, activa en la industria a sus 82 años. 

"Pensar que un desarrollo tecnológico de la NASA pudiera aportar tantos beneficios a la piel resultaba de ciencia ficción"

¿Cuáles son los cambios más notables que ha vivido en la industria durante su trayectoria de más de 50 años?  

Este mundo ha evolucionado una barbaridad, al comienzo no había apenas aparatología y la cosmética era más básica. Ahora la investigación y el desarrollo nos ayudan a dar en la tecla y a personalizar los tratamientos.

La depilación eléctrica y los láseres, incluso la cosmética para tratar manchas, supuso un antes y un después. Igual que la luz LED. Cuando la introduje en nuestros centros fue una auténtica revolución, pensar que un desarrollo tecnológico de la NASA pudiera aportar tantos beneficios a la piel resultaba de ciencia ficción. 

Carmen Navarro Cedida

¿Cuál es la tendencia dominante hoy en el cuidado de sus clientas? ¿Qué es lo que más les preocupa? 

Sin duda, la apuesta por la naturalidad. Y es algo que me gusta ver y me confirma la teoría con la que llevamos décadas trabajando en nuestros centros, que es la del envejecimiento dirigido.

Las personas huyen de verse reflejados en rostros y cuerpos miméticos, en los que la personalidad se evapora. Ahora buscan una piel luminosa y firme, pero siempre manteniendo sus rasgos. 

¿Cómo se puede alcanzar?

Saben que para conseguirlo deben acudir al menos dos veces por semana para recibir tratamientos que reeducan su musculatura, que trabajan la prevención, consiguiendo un doble objetivo: cuidarse de manera saludable, sin tratamientos agresivos, y mantener un aspecto mejorado y prolongado en el tiempo.

El objetivo es siempre el mismo: ayudar a nuestras células y a nuestro organismo a que trabajen mejor. No esperan a que las arrugas sean excesivamente pronunciadas o a que la flacidez o la papada hagan su aparición. Previenen. Es la mejor receta antiaging

¿Qué influencia tienen nuestros hábitos de vida en la salud de la piel?

Desde mis comienzos pude comprobar que mejorar el estado general de bienestar es clave a la hora de conseguir efectividad en cualquier tratamiento. La energía, la vitalidad y el estado de relajación son claves. La vida cargada de responsabilidades y de tareas infinitas nos bloquea. Nuestras células y el estado general de nuestro organismo necesitan que las liberemos de esa ansiedad y la tecnología desarrollada por LPG siempre han ayudado en el resultado.

Soy una firme defensora del poder de las manos, y cuando llegó LPG con su potencial y su capacidad de multiplicar ese poder, descubrí que conseguíamos reducir dolores musculares, ansiedad, incluso mejorar la calidad del sueño, solo me quedaba confiar. Si alguien aún duda de su eficacia a todos los niveles, solo le aconsejo que se anime a probarlo. Su mente y su cuerpo se lo agradecerán eternamente.

¿Qué es lo que nos hace envejecer? 

Lo que más nos hace envejecer es el estrés, los malos hábitos como dormir poco, descuidar la alimentación, la falta de ejercicio y la ausencia de comunicación o, en definitiva, la soledad. Por eso debemos conocer cuál es nuestra razón de ser, de vivir, tener una ilusión y buscar la manera de alcanzarla. Todo eso pasa por seguir ejercitando día a día nuestra memoria, nuestra mente, seguir creyendo en proyectos que nos hagan levantarnos cada mañana con un objetivo.

Por supuesto, sin olvidar el cuidado diario de nuestra piel y de nuestro cuerpo, y estando siempre aconsejados por profesionales y cumpliendo con los deberes en casa, aplicando los productos cosméticos y la nutricosmética que se adapten a nuestras necesidades.

¿Qué efecto tiene sobre la producción de colágeno a partir de los 25 años el consumo en exceso de azúcar? 

Consumir demasiada azúcar puede acelerar el proceso natural de glicación de la piel que daña la creación de colágeno y la elastina, que son las proteínas responsables de la firmeza de nuestra piel y de mantenerla lisa y sin arrugas desde el interior. Esto provoca líneas finas, arrugas y flacidez en la piel. Los efectos empiezan a partir de los 30 años y se van incrementando.

Para ralentizarlo, además de llevar a cabo una alimentación libre de azúcares y alimentos procesados, a nivel externo vamos a alimentar la piel con cosmética avanzada con exosomas, con corrientes como la radiofrecuencia, magnetoterapia y técnicas que nos ayuden a potenciar la creación de colágeno y elastina.

¿Podemos llegar a los 80 años con una piel tersa?

Me gustaría poder decir que sí, pero la piel después de tantos años sometida al estrés oxidativo, hormonal, genético y al paso del tiempo, lógicamente, no puede tener la tersura de una piel joven. Lo que debemos hacer es trabajar desde temprano para mantener la calidad y la salud de nuestra piel y asumir envejecer con naturalidad. 

¿De qué depende la aparición de las arrugas y la flacidez?

La estructura ósea pierde volumen, y al tejido que va unido a la musculatura es como si le sobraran unas tallas, es el mismo efecto que cuando adelgazamos e intentamos ponernos la misma ropa que antes. La estructura grasa también pierde volumen y al caer se forman las arrugas y la flacidez sin olvidar las arrugas de expresión y las genéticas. Tampoco olvidemos los cuidados diarios, el estilo y los hábitos de vida...

Cuando vamos cumpliendo años, ¿debemos dormir más? ¿Qué relación guarda el descanso con lucir una piel bonita?  

Dormir bien y tener un sueño reparador es clave, pero también la postura empleada al hacerlo, incluso el tipo de almohada elegida cuenta. El descanso es fundamental para que la piel luzca sana, bonita, luminosa. Sin un sueño reparador es imposible resetear mente, cuerpo y piel. Es más, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que dormir bien nos hace más guapas. Es de sobra conocido que es una de las claves para conservar nuestra salud, pero no solo a nivel mental y corporal, sino también para nuestra piel.

Bolsas y ojeras son las primeras en delatar la carencia de un sueño reparador, pero también el aspecto de tu rostro, incluso mantener el control sobre tu peso, tienen mucho que ver con una rutina de descanso saludable.

La siesta, por ejemplo, reduce el estrés y nos ayuda a combatir los efectos negativos que una noche en duermevela y descanso insuficiente causan en nuestras hormonas.  Los expertos aconsejan que sean cortas, de entre 15 y 20 minutos. De lo contrario, podemos provocar insomnio o desvelarnos al ir a dormir por la noche.

Cuéntanos más beneficios de las siestas, que son cultura en España...

Regulan la temperatura corporal, mejoran nuestro rendimiento y, en definitiva, todo eso influye en la salud de nuestro organismo y de la piel.

¿Algo malo de dormir mucho? 

¡Las arrugas del sueño! Estas se producen o acentúan por las posturas que adquirimos mientras dormimos. Son muchas las horas que podemos pasar en la misma postura y, especialmente, se vuelven más pronunciadas en aquellos casos en los que apoyamos el rostro al dormir siempre en un mismo lateral, o, cuando estamos boca abajo.

De hecho, nada más ver la piel de una persona podemos saber si duerme de un lado o de otro, marcando arrugas pronunciadas en un lado del rostro. Se conocen como arrugas posturales y se provocan al apoyar de manera constante e inconsciente la piel con una superficie, en este caso, el colchón o la almohada.

¿Cuál sería en resumen la clave de la longevidad?

No es otra que la mezcla de todos los buenos hábitos, el estilo de vida saludable, la mente despierta con una ilusión constante, mantener unas relaciones sociales sanas y levantarse cada día con un objetivo.