Desde los baños de leche de Cleopatra, hasta el polvo facial de arsénico de la era victoriana, el mundo del maquillaje ha sufrido una evolución considerable. Mientras que hay tendencias que se han quedado por el camino, como las cejas muy marcadas, otras muchas parece que nunca van a pasar de moda, como el famoso contouring.
El contouring es una técnica que nos acompaña desde hace más de 100 años y que busca, mediante la aplicación de productos de maquillaje en tonos claros y oscuros, definir y realzar los rasgos faciales. A diferencia del bronceador, el contorno debe aplicarse con más precisión para esculpir y definir a la perfección.
Al aplicar tonos oscuros a tu rostro, conseguimos que dichas zonas pasen a un segundo plano y parezcan más finas. Por este motivo, muchas personas lo emplean para definir las mejillas o, incluso, disimular la papada con tan solo la aplicación de varios trazos al comienzo de la mandíbula.
El sencillo truco del 'contouring' para eliminar la papada
En el rostro, la papada es uno de los complejos más comunes. Aunque existan un sinfín de procedimientos quirúrgicos, la realidad es que muchas personas no pueden o quieren someterse a ellos, por lo que apuestan por otro tipo de técnicas, como el yoga facial o el maquillaje.
La técnica del contouring o contorno no es más que un juego de luces y sombras con el que sacar el máximo partido a nuestro rostro. A pesar de que aparentemente parezca algo sencillo, lo cierto es que hay una serie de aspectos a los que debemos prestar atención si queremos resultados prometedores. Sobre todo, si es a la hora de contornear la mandíbula.
Para camuflar la papada, la técnica de contorno más famosa consiste en crear una línea de mandíbula definida. De esta forma, creamos una sombra que disimula el doble mentón a simple vista; sin embargo, es cierto que en ocasiones el producto no se deposita bien, no es el correcto o nos excedemos con la cantidad.
Con el fin de conseguir el mejor resultado, los mejores productos son los líquidos o en crema. De esta forma, no solo conseguimos un mejor color y duración, sino que son mucho más fáciles de difuminar y, por tanto, de conseguir un resultado más natural porque se funden con el rostro.
A la hora de depositar el producto, la tiktoker Daph ofrece desde su perfil un truco: un punto en el final de la mandíbula, muy cercano a la oreja. Una vez hecho, lo que tenemos que hacer es difuminarlo hacia abajo, y con el producto restante, crear una línea difuminada en la mandíbula.
De esta forma, no solo conseguimos crear una sombra hacia abajo y hacia el lado que disimule nuestro doble mentón, sino que nos obligamos a emplear el producto sobrante, y no a realizar una línea que en ocasiones se aleja de lo natural.
Difuminar es un paso en el que tenemos que hacer mucho hincapié. La tiktoker, en este caso, empieza con muy poca cantidad de producto, ya que así podremos fundirlo mejor con la piel. En el caso de que busquemos más profundidad, podemos añadir otro punto.
Ocultar la papada no se limita a la línea de la mandíbula y el cuello, también debemos concentrarnos en otras partes de nuestro rostro para ayudar a que nuestra apariencia destaque. Solo el contorno del mentón puede funcionar, pero tomará mayor protagonismo si combinamos más técnicas.
Podemos centrarnos en las áreas de los ojos y de las mejillas, para así desviar la atención del área del mentón. Con el mismo producto podemos contornear estas zonas y maquilarlas con otros productos, como colorete o sombras.
El principal objetivo del contorno es esculpir y producir efectos con tonos que suelen ser más fríos, por lo que es ideal que sepamos elegir el color ideal. En este contexto, el tono de contorno siempre debe ser 2 a 3 tonalidades más oscuro que nuestra piel y la base del mismo para que se noten las diferencias.
Productos de 'contouring' con los que conseguir buenos resultados
La técnica es igual de importante que los productos que empleamos, por este motivo, es fundamental elegir los correctos. Aquellos que no cuarteen, que se difuminen bien y que tengan un tono suficientemente frío para que hagan su función correctamente.
En este contexto, algunos de nuestros favoritos son: Make It Bronze de Sephora Collection (13,99 €), SoftSculpt Shaping Stick de Makeup by Mario (33,99 €), Warm Wishes Effortless Bronzer Stick de Rare Beauty (30,99 €) o el Wonder Stick de Nyx (9,98 €).
En cualquiera de los casos, si queremos elegir un buen contorno, las dos características principales que tenemos que tener en cuenta son el tono (siempre frío) y su capacidad de fundirse en el rostro. Para comprobar esta última, siempre podemos probarlo en la mano y tratar de difundirlo con los dedos.