El sencillo truco del 'eyeliner' para los párpados caídos que rejuvenece y agranda la mirada a partir de los 30
- La cirugía de los párpados ocupa el tercer puesto como una de las operaciones más comunes en España.
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El párpado caído es una de las preocupaciones más comunes de las mujeres en España. Es uno de esos elementos que puede proyectar una imagen equivocada, reflejando un rostro apagado y una impresión de cansancio y envejecimiento prematuro difícil de eliminar.
Las razones por las que ocurre el párpado caído son muchas y variadas, pero el paso del tiempo es el principal culpable. Por eso supone una de las grandes preocupaciones a partir de los 50 años, que es cuando vemos que se acentúa y que la caída es en picado.
Aunque la cirugía es una de las soluciones más populares para evitar la caída del párpado, la realidad es el maquillaje es una herramienta de lo más poderosa y sencilla para lograr este objetivo y una de las técnicas más efectivas se usa tan solo realizando un 'eyeliner recto'.
Qué es el eyeliner 'recto'
La blefaroplastia, es decir, la cirugía de los párpados, ocupa el tercer puesto como una de las operaciones más comunes en España y una de las intervenciones más frecuentes entre las personas mayores de 60 años. Con el paso del tiempo, los ojos tienden a parecer más cansados, caídos y envejecidos.
El eyeliner recto ha nacido como una forma sencilla y ofensiva de conseguir levantar los párpados en tan solo unos segundos. Se trata de una técnica con la que, en vez de realizar un delineado en dirección ascendente, lo haremos de forma ligeramente inclinada, casi recta.
Este método consigue crear un efecto lifting en el rostro en cuestión de segundos. Al realizar un delineado recto, conseguimos rasgar la forma de nuestro ojo y crear la ilusión visual de que su parte exterior se extiende hacia arriba.
Si tenemos los párpados caídos y nos realizamos un eyeliner con dirección al final de la ceja, cuando agachemos la cabeza, el delineado tropezará con el pliegue del párpado o perderemos la perfección de la raya, dándonos cuenta de que no queda con la forma que pensábamos que quedaría.
Esto resulta especialmente evidente cuando intentamos dibujar un rabillo: el peso del párpado encapotado suele curvar el rabillo del ojo y esconder parcial o totalmente el resto del delineado, dejando un resultado nada favorecedor. De forma contraria, el eyeliner 'recto' o ligeramente inclinado, eleva la mirada y consigue que parezca rejuvenecida y más alegre.
Cómo hacer el eyeliner 'recto'
La técnica del delineado tradicional es especialmente complicada, ya que requiere de práctica para conseguir hacerlo de forma rápida. Por ello, es fundamental tener paciencia y probar varias veces frente al espejo, teniendo presente que es posible que las primeras veces no salga perfecto.
En el caso de los párpados caídos, esta técnica puede resultar más sencilla, puesto que buscamos evitar los pliegues molestos. Para realizarla correctamente, la clave está en hacerlo con el ojo abierto, para ir comprobando el resultado en todo momento.
Para hacer un eyeliner recto perfecto, lo ideal es tomar la referencia de las pestañas inferiores, como intentando prolongar la línea de agua hacia arriba con el delineado. Realizamos una línea ligeralmente inclinada y, ahora, podemos pasar a rellenar.
@jen_barreiro Lo habeis probado? Mas facil imposible 🖤 #eyeliner #makeuphacks #makeuptutorial #parati #fyp #cateye ♬ sonido original - JENBARREIRO 🤍
La tiktoker Jen Barreiro nos propone un truco: subir la barbilla y ver si al eyeliner le falta relleno. Después, haremos lo mismo, pero bajando la barbilla y comprobando si no se pierde el efecto del delineador.
"Si tienes el párpado caído, este tipo de eyeliner nunca te va a cortar la proyección de amplitud", explica. No solo ganamos a la hora de crear un efecto de ojos más levantados, sino que conseguimos un efecto de mayor amplitud e intensidad gracias a un "espacio extra".
Lo ideal en estos casos es emplear un eyeliner líquido, para tener más precisión; sin embargo, también podemos probar con un lápiz de ojos y una brocha biselada con la cual estirar el color.
Esta técnica puede marcar una gran diferencia en la apariencia de nuestros ojos, ayudándonos a crear la ilusión de una mirada más abierta, levantada y juvenil.