El cuidado de la piel es una preocupación constante para muchas personas y las españolas no iban a ser diferentes. Y es que, cuando se trata de combatir los signos del envejecimiento, no hay mujer que no se quiera subir al tren de buscar cualquier truco que pueda ayudar a detener este proceso.
Con el paso de los años, la piel cambia inevitablemente, perdiendo elasticidad y firmeza. En este contexto, el colágeno juega un papel crucial. Se trata de la proteína que encontramos en diversos tejidos del cuerpo, como la piel, los huesos, los tendones y los ligamentos. Constituye alrededor del 75% de la piel y es esencial para mantener su estructura y elasticidad.
Con el envejecimiento, la producción del colágeno disminuye, lo que conduce a la aparición de arrugas y flacidez. Y aunque incrementar la producción de esta proteína, también es una opción ideal para lucir un rostro listo, la mascarilla de huevo, miel y zumo de limón es perfecta para estas situaciones.
El papel del colágeno
Respecto al colágeno, esta proteína es capaz de mantener la piel tensa y elástica. Además, ayuda a retener la humedad, promueve la renovación de las células cutáneas y disminuye la aparición de líneas de expresión y arrugas.
Existen varios tipos de colágenos, pero los más relevantes para la piel son el tipo I y el tipo III. Por su parte, el tipo I es esencial para la firmeza de la tez y, el tipo III, aunque menos abundante, también contribuye a la estructura y elasticidad cutánea.
Son varios los factores que pueden incrementar la producción de colágeno, como una dieta rica en aminoácidos esenciales, como carne, pescado, huevo y productos lácteos. La vitamina C, el zinc y el cobre son fundamentales, así como una buena hidratación o evitar el sol y el tabaco.
La mascarilla para alisar la piel
Sin embargo, además de cambios en la alimentación y en los hábitos de estilo de vida, para aumentar la producción del colágeno, también existen mascarillas como esta a base de clara de huevo, miel y limón, que se volverán tu mejor aliado a la hora de alisar el rostro.
Sus ingredientes son fáciles de encontrar y proporcionan beneficios de lo más notables. Tan solo necesitarás un huevo, una cucharada de miel y una cucharadita de zumo de limón. Respecto al modo de elaboración, seguir tres pasos es lo único que debes hacer para conseguir un rostro sin ningún signo del envejecimiento visible.
-
En un recipiente, coloca la clara de huevo y bátela ligeramente con un tenedor hasta obtener una consistencia espumosa.
-
Añade la miel y el zumo de limón. Mezcla bien hasta que los ingredientes se integren completamente.
-
Guarda la mezcla en el refrigerador mientras preparas tu piel.
A la hora de aplicarla, primero lava tu rostro con agua y jabón, y sécalo con una toalla. Saca entonces la mascarilla de la nevera y aplícala suavemente con una brocha, evitando el área de la boca y los ojos.
Déjala actuar durante 15-20 minutos, o hasta que sientas que está seca y tensa. Llegado el momento, retira la mascarilla con agua tibia y, al terminar, aplica tu crema de confianza.
Además, esta mascarilla cuenta con más beneficios de los que pensábamos y, es que, tal como explica Paola Barreto en su perfil de TikTok, también ayuda a eliminar las manchas del rostro.
Por lo que, ya sea con el objetivo de alisar la piel o para eliminar las manchas de la tez, esta mascarilla puede convertirse en tu aliado favorito este verano.
Beneficios de la mascarilla de clara de huevo
Son muchos las propiedades y beneficios que esta mascarilla puede ofrecer a tu piel y, es que, cuenta con una combinación única con ingredientes de lo más beneficiosos para el rostro.
La clara de huevo, rica en proteínas, colabora en el proceso de tensar y alisar la piel. Además, reduce los poros y absorbe el exceso de grasa. Por su parte, la miel, gracias a sus propiedades humectantes y antioxidantes, es capaz de mantener la piel hidratada y combatir los radicales libres.
Finalmente, el zumo de limón, actúa como un astringente natural que, sumado a su alto contenido en vitamina C, lo convierte en el ingrediente perfecto para iluminar el rostro y estimular la producción de colágeno.
Alternativas a la mascarilla de clara de huevo
Sin embargo, además de esta mascarilla a base de clara de huevo, miel y limón, también existen otras combinaciones que pueden conseguir resultados similares. Ejemplo de ello es la mascarilla de plátano y yogur, o la mascarilla de aguacate y aceite de oliva.
En el caso de la primera, necesitarás un plátano y dos cucharadas de yogur. Debes machacar el plátano y mezclarlo con el yogur, aplicar sobre tu rostro limpio y dejar actuar durante 20 minutos. Pasado este tiempo, enjuga con agua tibia y aplica tu hidratante habitual.
De esta manera, gracias a las vitaminas A, B y E del plátano, se logra hidratar y rejuvenecer la piel y, con el ácido láctico del yogur, se exfolia suavemente y se mejora su textura.
Respecto a la segunda alternativa, será preciso medio aguacate y una cucharada de aceite de oliva. Primero, machaca el aguacate y, después, mezcla con el aceite de oliva y aplica sobre el rostro limpio. Deja actuar durante 15-20 minutos, enjuaga con agua tibia y aplica tu crema habitual.
Los ácidos grasos y vitaminas del aguacate, nutren e hidratan la piel y, por otra parte, el aceite de oliva, con sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, ayuda a mantener el rostro suave y flexible.