Si algo ha cambiado en España a lo largo de los años y especialmente en estos últimos es el papel de la cosmética y la belleza en las mujeres. Si bien es cierto que siempre ha sido una cuestión presente en la sociedad, recientemente hemos sido testigos de un auge en cuanto a la preocupación en lo que este asunto se refiere.
Cada vez son más los ingredientes que incorporamos a nuestra rutina beauty y cada vez también son más los conocimientos que tenemos sobre el cuidado facial. Tónicos, sérums, cremas o diferentes tratamientos para el rostro, son un habitual ya muy presente en nuestro día a día.
El objetivo es claro: conseguir mantener una piel radiante y rejuvenecida, durante el mayor tiempo posible. Desde las egipcias que se bañaban en leche de burra hasta las geishas japonesas con el arroz tan presente en su cultura, ya sea a modo de alimento o como ingrediente en sus rutinas de belleza, hemos ido incorporando poco a poco más productos naturales en nuestros rituales de belleza.
El potente ingrediente para incorporar a tu mascarilla facial
Entonces si hablamos de ingredientes naturales y con una gran fuerza a la hora de ayudarnos a mantener una tez impecable ¿qué mejor alimento que la leche de almendras? Un ingrediente que cada vez más personas tienen en su hogar y que se extrae de las semillas del árbol prunus dulcis y es rica en ácidos esenciales, vitaminas A y E, así como en antioxidantes.
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De esta forma, logra penetrar en las capas más profundas de la piel y consiguiendo un resultado suave, flexible y rejuvenecido. Además, sus propiedades hidratantes y antiinflamatorias tampoco se quedan atrás, convirtiendo a este producto en nuestro mejor aliado. Suaviza las líneas de expresión y promueve la regeneración celular.
Cómo prepara la mascarilla con efecto antiarrugas e hidratante
Para preparar esta potente mascarilla antiedad y casera con leche de almendras solo necesitarás añadir dos ingredientes más: cúrcuma, miel y clara de huevo.
En cuanto a su preparación, esta mascarilla es de lo más simple. Tan solo necesitas prestar atención a unos sencillos pasos y enseguida conseguirás una tez impoluta y sin ningún tipo de imperfección.
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Comienza separando la clara de dos huevos y bátelas hasta que se conviertan en espuma. Para evitar estar mucho tiempo, puedes ayudarte de unas varillas eléctricas.
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A continuación, añade una cucharadita de cúrcuma y una cucharadita sopera de miel y remueve hasta lograr una mezcla uniforme.
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Después llega el momento de incorporar el ingrediente mágico: la leche de almendras. Asegúrate de que la consistencia sea adecuada para la piel, es decir, cuidado de no aplicar de más consiguiendo un resultado demasiado líquido.
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Una vez que la mezcla sea homogénea, lava tu rostro con agua tibia y jabón neutro para eliminar impurezas. Aplica la mascarilla sobre el rostro y el cuello con movimientos circulares, evitando el área de los ojos y deja actuar durante 10 minutos.
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Para terminar, retira la mascarilla con agua tibia y seca la piel a toquecitos con ayuda de una toalla limpia.
Conseguidos estos cinco pasos, podrás disfrutar de una piel de envidia: revitalizada e hidratada. En tan solo 10 minutos conseguirás un rostro completamente nuevo.
La mascarilla antiedad con leche de almendras: la clave está en los ingredientes
Pero los beneficios de esta mascarilla son muchos más además de los aportados por la leche de almendras, ya que gracias a su combinación con esos otros tres ingredientes puedes conseguir como resultado un producto que no solo nutre la piel, sino que también revitaliza el rostro.
Por un lado, la cúrcuma, conocida especialmente por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, logra reducir la inflamación y combate los radicales libres responsables del envejecimiento de la piel.
La miel, por su parte, es un hidratante natural que ayuda a retener la humedad de la piel, dejándola suave y radiante. Finalmente, la clara de huevo aporta firmeza y tonificación, ayudando a reducir la apariencia de los poros y mejorando la elasticidad de la piel.
Otras mascarillas faciales hidratantes
Si bien es cierto que la leche de almendras es la protagonista indiscutible cuando hablamos de efectos antiedad, también existen otras bebidas vegetales que pueden ser de gran ayuda.
Por ejemplo, la leche de coco, rica en ácidos grasos y antioxidantes, es excelente para hidratar la piel seca y calmar la irritación.
Por otro lado, la leche de avena es ideal para pieles sensibles, ya que ayuda a reducir la inflamación y restaura el equilibrio natural de la piel.
Además, la bebida de soja es reafirmante y antiarrugas, gracias a su alto contenido de proteínas y fitoestrógeneos.