Alba Cardalda Gómez
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Soy psicóloga clínica, experta en psicoterapia cognitivo-conductual, terapia breve y estratégica, y neuropsicología. Hace más de diez años que me dedico a la terapia infanto-juvenil y de adultos, tanto individual como de pareja y familiar.

Desde 2017 viajo por el mundo sin residencia fija mientras ejerzo mi profesión, lo que me ha  permitido profundizar desde perspectivas diversas y culturales en aspectos fundamentales de la psicología humana y la salud mental.

En mi segundo libro, "Cómo dejar de ser tu peor enemigo", hablo de lo importante que es cuidar la forma en que nos hablamos a nosotras mismas.

La forma en que procesamos nuestros pensamientos y emociones tiene un impacto directo en  nuestro cerebro y emociones. A través del libro doy herramientas prácticas para mejorar nuestro  diálogo interno y, con ello, nuestro bienestar emocional.

Cómo dejar de ser tu peor enemigo: el camino hacia un diálogo interno sano

En mis más de diez años de experiencia como psicóloga, uno de los temas que más  frecuentemente encuentro en consulta es el impacto del diálogo interno en nuestro día a día.

A menudo, nos hablamos a nosotras mismas de una forma más cruel y crítica de lo que permitiríamos a cualquier otra persona, y esto es devastador para nuestra autoestima.

Desde la perspectiva neuropsicológica, sabemos que este diálogo negativo activa áreas del cerebro como la amígdala, responsables de nuestras respuestas emocionales, especialmente el miedo y la ansiedad.

Este tipo de pensamientos puede generar patrones de estrés crónico que afectan nuestra salud mental y física. Es aquí de donde surge "Cómo dejar de ser tu peor enemigo", un libro que escrito  para modificar esos patrones basado no solo en experiencias clínicas, sino también en mi propia vivencia personal.

La neurociencia ha demostrado que nuestros pensamientos pueden reforzar circuitos neuronales, y si repetimos mensajes negativos, estos se vuelven más automáticos y difíciles de cambiar. Precisamente por eso es tan importante interrumpir ese ciclo.

Mi vivencia personal de viajar en solitario, junto con mi formación y experiencia clínica, me permitió escribir el libro desde una perspectiva profesional y a la vez íntima.

Mi objetivo es que los lectores comprendan cómo se origina ese diálogo interno negativo y apliquen las estrategias basadas en evidencia científica para transformarlo.

Generalmente, este monólogo es tan automático que no somos conscientes del que está teniendo en nuestra toma de decisiones, nuestras emociones y nuestra percepción de nosotros mismos.

Este diálogo activa el sistema de "lucha o huida", lo que nos lleva a sentirnos en constante alerta, incluso en situaciones que no son peligrosas. Al identificar ese monólogo podemos entonces aplicar herramientas para modificarlo.

Al calmar esa respuesta, el cerebro empieza a funcionar de forma más equilibrada y racional, activando áreas como la corteza prefrontal, que se encargan de la toma de decisiones y la regulación emocional.

Esto nos permite tomar el control sobre lo que nos decimos a nosotros mismos, lo cual hace que  nuestra autoestima y gestión emocional mejoren.

Una de las estrategias clave que comparto en el libro es aprender a distanciarnos emocionalmente  de nuestros pensamientos para poder evaluar las cosas desde una perspectiva más objetiva.

Cuando logramos esto, el cerebro puede procesar la información de manera más racional, lo que facilita una mejor toma de decisiones y una gestión emocional más equilibrada.

Otra herramienta que presento es aprender a relativizar los problemas. Desde la neuropsicología, esto se traduce en la capacidad de nuestro cerebro para reestructurar pensamientos y darle un  nuevo significado a las situaciones.

Si aprendemos a reformular esos pensamientos, el cerebro puede generar respuestas más adaptativas, activando el sistema de recompensa en lugar del sistema de estrés.

Durante la escritura del libro pasé por un momento personal muy difícil: un proceso de separación. Fue una etapa dolorosa, en la que sentí cómo el diálogo interno negativo cobraba protagonismo.

Sin embargo, también fue una oportunidad para poner en práctica lo que iba escribiendo e ir plasmando mis palabras desde lo más genuino que sentía en esos momentos.

Cuando nos encontramos en situaciones emocionalmente intensas, los circuitos "negativos" del cerebro pueden fortalecerse aún más, pero también son oportunidades para crear nuevos caminos neuronales si utilizamos las estrategias adecuadas. 

Por eso, escribir este libro fue un viaje terapéutico en sí mismo para mí. Mientras escribía, revisaba mi propio diálogo interno y aplicaba las estrategias que en él propongo, transformando ese dolor en un proceso de crecimiento personal. 

El libro está dirigido a todas aquellas personas que, en algún momento, se han sentido atrapadas en sus propios pensamientos negativos, ya sea por ansiedad, inseguridad o autocrítica excesiva.

Estos patrones afectan tanto a jóvenes como a adultos, y desde un punto de vista  neuropsicológico, todos tenemos la capacidad de modificar estos circuitos cerebrales si hacemos un esfuerzo consciente.

A lo largo de mi experiencia como psicóloga, he visto cómo mejorar este diálogo interno no solo cambia la percepción de uno mismo, sino también cómo interactuamos con el mundo.

Cuando cambiamos lo que nos decimos a nosotros mismos, estamos modificando la estructura de nuestro cerebro y, con ello, muta nuestra realidad.

Nuestro autoconcepto mejora, nuestro cerebro aprende a responder mejor al estrés y empezamos a tratarnos con más compasión y empatía.

Es cierto que el proceso de cambiar este diálogo no es sencillo. En ocasiones, ese monólogo negativo está tan enraizado que parece imposible de modificar.

Pero no necesitamos cambiarlo de un día para otro: pequeños pasos, como reconocer cuándo estamos teniendo ese diálogo negativo ya es un gran avance.

En el libro, cada estrategia está pensada para que pueda ser aplicada de manera práctica y sencilla, en el día a día.

Gracias a la neurociencia sabemos que la repetición de estos ejercicios crea nuevos caminos  neuronales y así, poco a poco, podemos sustituir esos patrones de crítica por otros más constructivos y amables.

Hablarnos con inteligencia emocional nos permite reconectar con nuestra esencia, con quien somos realmente, y construir una relación más sana con nosotras mismas.

Es uno de los mensajes que más repito en el libro porque cuanto más practicamos la  autocompasión, más fortalecemos las conexiones en nuestro cerebro asociado a emociones  positivas.

Cuando nos tratamos mejor, todo a nuestro alrededor mejora también.

Espero que cada capítulo de "Cómo dejar de ser tu peor enemigo" sea un paso en el camino hacia esa transformación interna que tanto merecemos. Porque, al final, la relación más importante que  podemos construir es con la persona que está con nosotras en cada momento: nosotras mismas.