La celebración de Nochebuena supone un gran momento de generosidad y amor pero también, en el caso de los anfitriones, un reto. Sean dos o diez los invitados, la disposición de la decoración y, de forma más concreta, de la mesa no siempre es evidente y requiere de cierta maestría.
[Consejos para poner y decorar la mesa en la cena de Nochebuena]
A la hora de decorar, ten en cuenta la elección del abanico de colores. Blanco, rojo y verde, los tonos emblemáticos de la Navidad, se pueden sumar al dorado, para aportar un toque de luz al conjunto. Combina, por ejemplo, un mantel blanco con un camino de mesa rojo y servilletas con detalles dorados para crear un efecto más homogéneo.
La disposición de la vajilla y cristalería es también clave: los vasos se colocan encima del o de los cuchillos, de izquierda a derecha y del más pequeño al más grande. Los tenedores se colocan siempre a la izquierda, con los dientes cara al mantel, los cuchillos a la derecha, seguidos por las cucharas. Los cubiertos de postre se colocan encima del plato, siguiendo este orden: el tenedor de postre encima del plato, girado hacia la izquierda, la cuchara encima, girada hacia la derecha.
No satures la mesa: una pieza central, con velas o adornos típicos de la Navidad, es suficiente. La personalización marca asimismo la diferencia. Existen servilleteros con iniciales o detalles que pueden ser un guiño para el invitado, o incluso portatarjetas, solo en caso de tener clara la disposición de los comensales.
Desde MagasIN, seleccionamos 10 flechazos de decoración con los que completar tu mesa navideña con éxito. Sea cual sea tu presupuesto, recuerda que la magia de la Navidad también depende de los pequeños detalles.