Snapchat dismorfia, selfitis, arrugas del smartphone... la lista de fenómenos ligados al uso de dispositivos móviles no deja de alargarse. Son cada vez más los expertos en alertar de las consecuencias de un uso prolongado y extremo. De hecho, el uso del teléfono móvil creció en un 30% en el año 2021, con 4,8 horas al día de media por persona, según el informe del Estado Móvil 2022.
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Una de sus consecuencias se plasma en un fenómeno conocido como "text neck", que se puede traducir por "cervicalgias del mensaje". ¿En qué consiste? ¿Por qué se da? ¿Cómo combatirlo?
¿En qué consiste el text neck?
El text neck es un fenómeno que define los problemas corporales, y esencialmente en la zona del cuello, ligados al envío de mensajes y de forma más global, al uso de los dispositivos. Algunos dolores y deformaciones, sobre todo entre los más jóvenes, empiezan a aparecer debido a este comportamiento.
Nuestra cabeza, constantemente inclinada, para leer y escribir incrementa su peso. El Doctor Hansraj, Jefe de Cirugía de la Columna Vertebral de New York Spine Surgery and Rehabilitation Medicine, explica en su estudio Assessment of stresses in the cervical spine caused by posture and position of the head que en una posición de flexión de 60 grados, adoptada durante la consulta del móvil, el peso que recae sobre nuestras cervicales puede ser de unos 27 kilos. A mayor flexión, mayor peso y por lo tanto, mayor riesgo de sufrir dolores en el cuello y la espalda.
A largo plazo, permanecer en esta postura puede tener repercursiones sobre nuestra columna vertebral: se sobrecargan los músculos, las articulaciones, los ligamentos, entre otros. El estiramiento permanente de estas zonas del cuerpo impide su correcta irrigación, lo que hace que los músculos se tensen.
Si el sistema nervioso también se ve afectado, ciertos músculos se estiran demasiado, ya que deben compensar el ejercicio de los que no están correctamente irrigados.
El móvil no es el único dispositivo implicado: un estudio de Harvard, publicado en 2012, subrayó a su vez que los usuarios flexionaban más su cabeza y cuello cuando usaban tabletas que otros dispositivos.
¿Cómo luchar contra sus efectos?
Reducir el tiempo ante las pantallas es la solución más obvia pero también más eficaz. Recuerda que consultar tu móvil o cualquier dispositivo luminoso por la noche también tiene repercursiones sobre tu sueño.
Si tienes que trabajar con una pantalla, procura, en la medida de lo posible, mantenerte recta. Si estás sentada, coloca tu pantalla a la altura de los ojos, a una distancia mínima de 50 centímetros aproximadamente. Levántate a menudo y estira tu cuerpo, sentada o de pie. ¿Lo idóneo? Cambiar de posición cada 20 o 40 minutos para no paralizar ningún músculo.
En el caso del móvil, intenta cambiar de mano o escribir con las dos para reducir el esfuerzo de un solo brazo y utiliza auriculares o cascos a la hora de llamar.