Todo comenzó con un tuit para desahogarse. Desde entonces, son miles las madres que se desahogan. Laura Baena lidera la iniciativa Malasmadres, en busca de una conciliación real entre el mundo laboral y la maternidad. 

[Malasmadres publica la primera encuesta que medirá el coste de la conciliación en España].

Después de 10 años confiesa que a raíz de su renuncia encontró su misión: luchar para que ninguna más tuviésemos que renunciar. Comparte testimonios, ofrece servicio psicológico y asesoramiento legal gratuito y muestra la cantidad de tipos de maternidad que existen. 

El club de las "Malasmadres"

¿Cómo surge Malasmadres?

Malasmadres nace de mi sentimiento de "Malamadre" cuando fui madre por primera vez y me di de bruces con el modelo social de madre abnegada, sacrificada, culpable y perfecta que seguía tan presente en la sociedad.

Me sentía mal hiciera lo que hiciera y eso me llevó a desahogarme en Twitter hace 10 años bajo el nombre "malasmadres", buscando apoyo, y tanto que lo encontré. La mayoría de madres se sentían como yo y eso generó que conectara con una necesidad social de que alguien dijera la verdad de la maternidad.

Malasmadres se convirtió en una comunidad emocional, donde sentirnos identificadas y menos solas, generando un movimiento social para romper con el mito de la madre perfecta y luchar por una conciliación real. 

¿Cuáles son los campos de acción principales de la asociación "Yo no Renuncio", impulsada por Malasmadres?

La asociación "Yo no renuncio" nace para poner en datos la realidad social de las madres, empujadas a la renuncia por la falta de medidas de conciliación. Las madres no elegimos, las madres renunciamos porque el sistema laboral nos penaliza, cuando deberían reconocernos socialmente.

Es una gran injusticia social, que soportamos y que tiene que terminar. Había que poner cifras a esta discriminación y había que exigir un plan nacional por la conciliación. En paralelo a estos dos grandes objetivos: concienciación social e incidencia política, asesoramos y trabajamos con las empresas para que mejoren sus políticas de conciliación, porque son agentes transformadores del cambio.

Además de todo este trabajo, ayudamos a las mujeres a través de nuestros servicios gratuitos, actualmente dos: el servicio de atención psicológica gratuita yomecuido.es y el primer servicio de asesoramiento legal gratuito de conciliación.

¿Qué es para ti, después de haber trabajado tantos años en esto, la conciliación?

La conciliación es un derecho no conquistado aún, que te debería permitir no renunciar a tu carrera profesional ni a ver crecer a tus hijas e hijas. En la actualidad, lo que hacen las madres es "malconciliar", renunciar a su salario, a su tiempo propio, con un alto coste personal y emocional, como vimos en nuestro último estudio El coste de la conciliación. Por eso debemos exigir responsabilidad a los gobiernos, a las empresas y a toda la sociedad.  

¿En qué punto dirías que está la lucha por la conciliación en España?

Desde la asociación "Yo no renuncio", que presido, estamos liderando esta lucha. En noviembre de 2022 dimos un paso importante con la creación de una ponencia de estudio en el Senado para debatir y trabajar por la conciliación, pero está parada.

También hemos sido parte de la mesa asesora para los cuidados y hemos participado en la Ley de Familias, que actualmente está bloqueada por el adelanto electoral. Mientras seguimos trabajando en asesorar a empresas, que son parte del movimiento, como Telefónica, Danone o Mustela, pequeñas empresas que nos piden formaciones o talleres de corresponsabilidad y otras actividades.

Nuestro objetivo último es un plan nacional por la conciliación, que incluya medidas mínimas para que la conciliación sea una realidad en España. Hoy no lo es y estamos lejos. Te daré un dato: 7 de cada 10 mujeres tendrían más hijos e hijas si contaran con medidas de conciliación.

El problema de la natalidad es una realidad que tenemos que afrontar y estamos seguras de que con políticas públicas efectivas se podría corregir, pero necesitamos de un compromiso político serio y firme, que no llega. Mientras las mujeres seguiremos renunciando, las abuelas salvarán la conciliación y los horarios escolares, ampliados con extraescolares, para poder mantenernos en un sistema laboral, que nos aparta y que no pone los cuidados en el centro. Es necesario una revisión de la relación entre la vida y el trabajo porque el sistema es fallido.

Laura Baena

¿Cuál es la situación por excelencia en la que te sientes Mala Madre?

Sin duda cuando la culpa acecha, que suele ser en mi caso cuando viajo por trabajo y me debato entre la paz interior de estar sola en el tren y poder centrarme en algo sin interrupciones y la culpa dichosa por ser "Malamadre" y no estar en casa.

Pero hay que convivir con la culpa, quitarnos esa losa pesada y también priorizarnos a nosotras mismas. También me pasa cuando me autocuido, hago deporte o una vez al año salgo a "Malamadrear" con mis amigas. Hay que liberarse y entender que la vida va más allá de cuidar y ser "la madre" que esperan de nosotras. Así seremos madres y mujeres felices de verdad.

¿Algún aprendizaje sorpresa (que no esperabas al comenzar) después de 10 años?

Aprendizajes tantos, muchísimos, desde crear una comunidad emocional sin esperarlo por el poder de sentirnos unidas por un sentimiento común hasta la fuerza de las mujeres juntas, luchadoras y activistas, capaces de movilizar a miles de personas en una carrera de obstáculos o llenar auditorios para disfrutar juntas.

Aprendizajes como emprendedora social porque sacar adelante un proyecto propio, siendo además madre, es un reto enorme, pero sobre todo darme cuenta de que si yo no estoy bien, si no me cuido, el resto no va a estar bien. Priorizarme, escucharme, quererme, cuidarme, de esta necesidad y para ayudar a otras Malasmadres comienza nuestro proyecto "La hora de cuidarse" con DKV, que ahora es una gira, que llega el 13 de junio a Madrid.

Además, Malasmadres amigas, las maravillosas expertas que me acompañan, los más de 80 episodios del podcast del club de Malasmadres me han ayudado muchísimo en este camino, así que estos 10 años han sido un verdadero regalo, lleno de aprendizajes, pese a las crisis, los momentos duros y complicados, que también los ha habido. 

¿Qué coste emocional has podido experimentar que tiene la no conciliación?

Uno tremendo en mi caso personal, que conecta con la mayoría de Malasmadres que "malconcilian" y que esta situación les lleva, como en mi caso, a renunciar que es sentirte "insuficiente", sentirte que tú eres el problema, que no llegas a todo y no has podido cumplir con las expectativas.

Hay que despertar y liberarse de esto, porque no es tu culpa. Es culpa de un sistema que nos aparta, que no cuida a las madres ni la maternidad. Perder salario, parar tu carrera profesional, tener que decir que no porque no se entiende la flexibilidad, porque no importa la maternidad o no se respeta que un hijo o una hija enferme, es muy duro porque sientes en tus hombros todo el peso de la sociedad, que te mira de reojo.

Con el tiempo te quitas esos juicios externos y buscas tu camino, pero muchas se quedan por el camino y esa falta de conciliación les lleva a poner en pausa su carrera y a que después es muy complicada la reincorporación laboral. Esta situación tiene un coste emocional tremendo, que hace que la salud mental de las mujeres madres sufra mucho. Por eso activamos nuestro servicio yomecuido.es Hay que cuidar a las madres, es una responsabilidad social. 

P. Durante estos 10 años has escuchado muchos testimonios de todo tipo, ¿cuál crees que es el que más te ha impactado?

R. No podría elegir uno. Cada día me llegan historias que me traspasan el alma por todos los canales de Malasmadres. Intentamos darles voz a través de nuestras secciones "ellas opinan" y "yo no renuncio".

Me duelen muchísimo las historias de renuncia que llegan diariamente, mujeres que renuncian porque no les permiten conciliar ni de lejos, madres al borde del colapso, que no pueden más, que se pierden, que dejan de cuidarse y que no ven salida. Es una pena, soportar esta gran renuncia de las madres, pero ante esto seguir luchando y alzando la voz.

Sin embargo, creo que si me tuviera que quedar con algo reciente, serían las historias de mis ganadoras de "Ellas cuentan" una iniciativa que hemos impulsado con Cinfa para dar voz a las historias que merecen la pena ser escuchadas: madres con discapacidad, madres con niños o niñas con necesidades especiales, que son unas grandes luchadoras y que me están enseñando tantísimo.

Como mi querida Esther de "la vida es bela" que desde aquí le mando un abrazo enorme, para que siga con esa fuerza que nos contagia a todas. Son admirables, necesitan recursos y visibilidad. Este año celebramos la tercera gala y estáis todas invitadas.

El club de las "Malasmadres"

P. ¿Qué ha supuesto para ti, emocionalmente y profesionalmente Malasmadres?

Uffffff, tanto... ha sido tan intenso este viaje que necesité plasmarlo en un libro. Mi viaje de estos 10 años lo recoge mi ensayo autobiográfico Yo no renuncio, que es solidario para la Asociación.

Necesitaba hacer esa parada, compartir, llorar, expresarme en esas 300 páginas y fue una verdadera catarsis, en la que me vacié y me desnudé... Malasmadres ha supuesto la mayor oportunidad de mi vida, ser madre me dio mi gran idea creativa sin yo saberlo, porque para mí comenzó como un desahogo personal para evitar la "locura".

Estaba en un momento muy complicado. Mi renuncia a mi carrera, que amaba, fue uno de los episodios más duros de mi vida, por todo lo que supuso y porque la causa fuera ser madre. Pero mi renuncia le dio sentido no solo a mi carrera profesional, sino a mi vida.

Me despertó mi misión: mi renuncia para luchar porque ninguna mujer tenga que renunciar. Y en ello estoy, convencida y con fuerzas para seguir. Pero el camino no ha sido nada fácil. Emocionalmente soportar la carga de un proyecto tan intenso, con tanta exposición, saber medir dónde tengo que estar, impulsar el proyecto sin que se vaya mi vida con ello ha sido tan difícil de gestionar, que por momentos creía que no podría soportarlo.

Pero personas que me apoyan incondicionalmente como mi madre y mi padre, Maite, Amelia o mi pareja han sido el soporte para continuar. Además de pedir ayuda, de trabajar y esforzarme por gestionar mejor emocionalmente las caídas, los éxitos y la incertidumbre.

Estoy orgullosa de haber llegado hasta aquí. Malasmadres me ha dado la oportunidad de vivir y experimentar grandes momentos vitales, pero sobre todo de conocer y representar a grandes mujeres, madres, como yo, que se merecen tener voz.

P. ¿Tienes algún proyecto futuro en mente?

En mi mente siempre hay muchas cosas, es imposible no pensar en nuevos retos y proyectos. Quiero crear "Redes de Malasmadres" por distintos lugares, también fuera de España, que nos reclaman muchísimo.

Continuar con todo el trabajo que hacemos en la asociación, que me motiva y me emociona, creciendo en socias y empresas comprometidas para conseguir la transformación social que necesitamos.

Y dos proyectos que me motivan y quiero hacer crecer son el podcast de Malasmadres, con grabaciones en directo y la gira "Malasmadres on tour" por más ciudades. Además, quiero aumentar los servicios sociales creando una red de empleo corresponsable para madres. Pero sobre todo, disfrutar del camino y sentir que lo que hago importa y ayuda a las Malasmadres.

P. ¿A qué persona te gustaría entrevistar, tanto del presente como del pasado?

Wow. Qué maravilla y qué responsabilidad. Me gustaría entrevistar a Clara Campoamor y a Antonio Banderas, ¿me ayudas?