Mucho se ha hablado últimamente de las personas tóxicas. Libros y manuales muestran cómo identificarlas y cómo liberarnos de ellas. Sin embargo, es el entorno de trabajo donde las consecuencias de sufrir a un compañero o a un jefe tóxico son más graves.

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Según un estudio, una de cada tres personas ha sufrido o está sufriendo las consecuencias de tener un jefe o un compañero de trabajo con un perfil tóxico, psicopático, narcisista o manipulador. Y es que es difícil de soportar el trabajar cada día con miedo, tensión o inestabilidad.

Pero es que además, un jefe tóxico puede provocar caos en la organización, ya que puede sembrar conflicto con los proveedores y clientes, y acabar afectando a la reputación de la compañía.

Además, este perfil puede disparar la rotación del personal, provocando la fuga del talento, afectando al rendimiento de los trabajadores e incrementando el absentismo de los mismos.

¿Cómo es el perfil de los jefes tóxicos?

En general, dominan a la perfección la manipulación y el engaño, mirando solo por sus intereses, y no por los de la compañía. Suelen ser líderes injustos, que se consideran por encima del bien y del mal, y usan todo tipo de recursos para mantener el control sobre los empleados.

El escritor Vijay Nair en su libro El jefe no es tu amigo (Hachette, 2011), identifica y disecciona con mucho humor y acierto a los líderes más deplorables del organigrama empresarial de La India. Nair establece cinco tipos:

El jefe trepador

Fácil de identificar, ya que tiene la costumbre de adueñarse de las buenas ideas de los demás. Y suele culpar a los empleados de sus errores y de su ineficacia.

El inseguro

Este líder suele buscar una camarilla de aliados que le sigan, y a los que utiliza, ya que teme que los empleados se puedan volver contra él en cualquier momento.

El workaholic y el vago

Están en extremos opuestos, pero ambos son tóxicos. Por un lado, el workaholic no tiene vida más allá de su trabajo y pretende que sus empleados tampoco la tengan. En el otro lado, el jefe vago siempre espera que sus trabajadores le hagan el trabajo.

El arrogante

Este perfil, poco generoso, jamás pide disculpas y jamás se equivoca. Tampoco suele escuchar a nadie que no sea él mismo.

Si tienes que vivir con un jefe tóxico, estos son los consejos que nos ofrece un experto en psicología para poder gestionarlo.

No tengas demasiadas expectativas

Es tu jefe, y por lo tanto, tienes poco margen de acción. Puedes acudir a una autoridad superior, si es posible, pero no siempre esta figura tiene capacidad de influencia real sobre el perfil tóxico.

Protégete

Mantén la distancia todo lo que puedas con el perfil tóxico, y cuando no tengas más remedio siempre es mejor que sea por escrito o con testigos. Pon en copia a otros compañeros en vuestros correos.

Llena tu vida de temas positivos

Enriquece tu día a día con temas que te produzcan placer, tanto en el trabajo como fuera de él. La idea es compensar la energía que te roba el perfil tóxico.

Y sobre todo, sin prisa pero sin pausa, comienza a buscar otro puesto de trabajo u otro departamento en la misma compañía.