Es un hecho que la cultura de las relaciones ha cambiado en los últimos años. Incluso, sigue en constante cambio. Muchas cosas se han modificado para dar lugar a un amor con más posibilidades, más libertad, pero también con más rupturas y más tipos de mentalidad para enfrentarnos a ellas. 

Mientras que muchas veces somos nosotros mismos quienes adoptamos cierta mentalidad que nos obliga a actuar de forma diferente en las relaciones, otras muchas nos vemos condicionados por circunstancias. Pueden ser relaciones sin éxito o, incluso, factores mundiales como la pandemia del coronavirus. 

Lo creamos o no, el Covid-19 nos cambió la vida y la forma de vivirla. Empezamos a valorar más a nuestros seres queridos, nuestro tiempo y nuestros planes. Aunque parezca algo positivo —y en cierta forma lo sea—, a algunas personas les afectó de más y comenzaron a experimentar el apocalypsing: vivir las relaciones como si fuesen la última.

Qué es el 'apocalypsing'

Según el servicio de citas Plenty of Fish, el apocalypsing ha surgido como un nuevo término clave en el juego de las citas, que describe los patrones de comportamiento desesperados (y a veces problemáticos) de quienes buscan el amor.

Aunque parezca un término desconocido, la encuesta realizada por la misma empresa sugirió lo contrario. Casi un tercio confesó que lo había hecho, mientras que un tercio admitió conocer a alguien que lo hacía. 

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Se ha definido como tratar cada relación como si fuera la última o, en muchos casos, ponernos muy serios con alguien con quien acabamos de empezar a salir. Lo que en ocasiones deriva en comportamientos que, lejos de ser románticos, son manipulaciones o formas de control. 

Las relaciones apocalípticas se convierten en el fin del mundo en las que cada miembro de la relación son los dos únicos supervivientes. O al menos se siente así. Una persona llega a nuestra vida, y sin a penas conocernos, se comporta como si el día siguiente fuese el de nuestra boda. 

Todo ello se traduce en la 'prisa por encontrar el amor' y por ese motivo fue por el que se incrementó durante la pandemia. Todos los días que pasábamos en casa era pensar en todo lo que no estábamos haciendo y, en estas circunstancias, hubo quien se replanteó el porqué no tenían pareja, "si el mundo podía acabarse en cualquier momento".

Los problemas del 'apocalypsing'

Cuando estamos conociendo a alguien, siempre hay un delicado equilibrio entre la emoción que sientes y la precaución emocional que debes tomar porque realmente no lo conoces. En este punto, es posible que la gran mayoría de personas tengan más presente el segundo factor; sin embargo, quienes experimentan el apocalypsing solo se dejan llevar por el primero.

Lo cierto es que hay muchas personas quienes aprecian ese tipo de comportamiento. En esos casos, la tendencia pasa desapercibida y de hecho, ni existe. No hay ningún problema y todo está bien, porque nos está dando la atención que queremos y está siendo tan intenso como nos gusta.

Sin embargo, de forma general, no solo puede ser perjudicial para quien está siendo sometido al "apocalipsis" sino también para quien lo experimenta. Dar demasiado de nosotros mismos emocionalmente antes de conocer a la otra persona también puede ponernos en un espacio mental para pasar por alto grandes señales de alerta de que esa persona quizás no es para nosotros. 

Pareja en plena discusión. Istock.

Si ese comportamiento no le gusta a la otra persona, es posible que termine cansándose de la relación antes de tiempo, así como quien experimenta el apocalypsing, al no recibir la misma cantidad de amor.

Como hemos comentado anteriormente, este tipo de relaciones suelen desembocar en comportamientos tóxicos. De forma general, cuando sentimos un amor descontrolado hacia alguien, es posible que aparezcan comportamientos como el saber donde está, con quién está, qué está haciendo.

Todo ello también influye en el bienestar de ambas personas, al saber que no están construyendo una relación bajo la confianza. Mientras que quien está siendo controlada, muy posiblemente no quiera eso, quien está controlando sentirá estrés al no tener la información que quiere. 

Cómo evitar practicar 'apocalypsing'

Lo cierto es que así como salir del apocalypsing depende de si nosotros queremos o no seguir en esa situación, lo más difícil es no caer en ella. En ocasiones nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y emociones, y no somos conscientes de que estamos dando más que la otra persona. 

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En este punto, lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes de qué porcentaje ofrece cada persona de la relación, de forma general. No nos referimos a un solo día o incluso, a una semana; sino el porcentaje que habitualmente surge. Si vemos que el nuestro es superior y la otra persona está distante, debemos tomar medidas.

Lo fundamental es darle algo de tiempo a la relación para que se desarrolle. Eso significa que tal vez no debemos irnos de viaje si tan solo llevamos un mes juntos o hablarle de toda nuestra vida en la primera cita, incluidas mascotas y exparejas. No debemos hacer movimientos o decisiones repentinas que nos aten a alguien que, en realidad, quizás no conocemos muy bien.

Todos tomamos algunas decisiones extravagantes cuando tenemos miedo, y una de ellas bien podría ser lanzarnos de cabeza a una relación que, con el tiempo, veremos que no es la adecuada para nosotros. Tomar decisiones de relación basadas en el miedo nunca termina bien. Por ello, lo mejor es darle tiempo, sin prisa. 

Y, como base de todo, la comunicación. Si sentimos que la otra persona está distante y nosotros seguimos dando el 100%, quizás es hora de preguntar el motivo. Además de valorarnos a nosotros mismos y saber que es el momento de reducir el porcentaje.