Una de las cláusulas obligatorias de la vida es conocer a gente. Vamos a vivir —de media, en España— unos 80 años, por tanto, todas las personas que pasen por nuestra vida van a significar algo, tanto para bien, como para mal. No solo nos acordaremos siempre de ese amigo que se fue a vivir a otro lugar del mundo, sino que aquel que nos rompió el corazón hará que una parte de nosotros siempre viva con él. 

Todas las emociones que nos hacen sentir son las encargadas de regir la importancia que le damos a todas las personas que vengan después, pero si hay una que destaca, es el amor. Lo mucho que queremos a alguien nos va a acompañar hasta cuando nos hagamos mayores, por eso, uno de los aspectos que más nos condicionan a medida que pasan los años es poder elegir a la persona correcta. 

Las almas gemelas no existen. O eso dicen todas aquellas que no la han encontrado. El amor de nuestra vida pueden ser muchas personas diferentes en cada momento de nuestra vida, pero también existe la posibilidad de que nos topemos con una persona que suena bien en teoría, pero que por algún motivo no termina de hacer clic. Por lo que entra otra emoción que nos rige y nos preocupa: el desamor. 

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Parte del problema de conocer a alguien es que no sabemos a cuál de las dos emociones nos vamos a exponer. La misma persona que nos promete un amor absoluto, termina por ser una ruptura inmediata o, incluso, otra por la que pensábamos que jamás sentiríamos nada, se convierte en aquella con la que queremos pasar el resto de nuestros días. 

El amor ha cambiado con el paso del tiempo. Antes parecía que lo tenían mucho más claro, y que "la primera persona" que conocían, era con la que se casaban. Parte del problema son las citas y relaciones actuales, mientras que buscamos ese escenario ideal que vemos en las películas y series, la llegada de las redes sociales han cambiado la forma en la que buscamos una pareja romántica. 

Todo ello nos lleva a tomar decisiones importantes en solo unos segundos, también por ese miedo de nunca encontrar el amor o ser la última del grupo en hacerlo. Nos lanzamos al vacío, y nos preguntamos qué es lo peor que puede pasar si conocemos a alguien nuevo. De hecho, en un primer momento son todo buenas noticias. 

El proceso de conocer a alguien

Conocemos a alguien y pensamos que nada va a salir mal, que vamos a poder irnos de viaje juntos, conocer a su familia, irnos a vivir juntos, casarnos e, incluso, tener hijos. No podemos evitarlo: la perspectiva de una nueva relación nos deja llenos de emoción y hace que nuestro cerebro se imagine en cuestión de segundos una vida nueva con esa persona.

En esa fase, parece que estamos un cuento de hadas; sin embargo, no dura para siempre. A medida que pasa el tiempo, nuestras gafas de color rosa se desprenden y empezamos a ver la realidad, en la que entran en juego defectos o comportamientos que no nos gustan. En muchas ocasiones, esto conduce a una conexión más profunda, pero también puede hacer que nos preguntemos si realmente hemos encontrado a la persona adecuada. 

Bien es cierto que a veces queremos lo imposible. Que toda esa mentalidad de tener un perrito en solo una semana de relación dure para siempre y eso impide que veamos las cosas como son. Nos impide leer las señales que nos gritan de una u otra forma que algo no va bien y que esa persona con la que estamos comenzando algo tal vez no es la que realmente necesitamos o queremos.

Las diez preguntas para saber si estás con la persona correcta

En este punto, resulta fundamental hablar con nosotros mismos. En el momento en el que decidimos continuar una relación, pero estamos repletos de dudas, es algo que no puede salir bien, por lo que debemos preguntarnos si es la persona correcta. No obstante, este proceso también se hace cuesta arriba. 

Nos obligamos a nosotros mismos a pensar que es la persona correcta, que nos quiere, que no vamos a encontrar a nadie igual y terminamos por ceder y continuar con esa relación que no va a ningún sitio. Pero también puede pasar al revés, creemos que no queremos nada —generalmente, por miedo— y cuando nos lo replanteamos, realmente sí estamos preparados. Llegados hasta aquí, si hay alguien que tiene la razón, son los expertos. 

Emma Iglesias es una psicóloga online que ayuda a todos sus seguidores a saber si el amor que sienten es real, pero también, si es hora de acabar con una relación. La experta ofrece diferentes servicios, desde consultas express o recursos hasta sesiones de terapia. Está especializada en relaciones y, sobre todo, en construir nuevas más sanas, incluso con nosotros mismos. Esta vez, nos ayuda a saber —por fin— si estamos con la persona correcta. 

  1. ¿Si te dijeran que tus hijos se van a parecer —en forma de ser— a tu pareja, estarías orgulloso?

  2. ¿Y si te dijeran que tú te pareces a tu pareja? 

  3. ¿Puedes ser tú mismo a su lado?

  4. ¿Te apoya en los momentos difíciles, proyectos e ilusiones?

  5. ¿Sientes que te ayuda a alcanzar una mejor versión de ti mismo?

  6. ¿Te sientes seguro y en paz a su lado?

  7. ¿Estar con él 0 ella es como estar en casa?

  8. ¿Te sientes feliz la mayor parte del tiempo a su lado?

  9. ¿Existe buena comunicación entre vosotros?

  10. ¿Hasta en los conflictos sientes que quieres seguir con él o ella?

Responder a estas preguntas no solo nos hará aclararnos a nosotros mismos, sino que también conseguirá que la otra persona sepa por fin a qué se debe las dudas constantes que estaban impidiendo fluir y prosperar. En el momento en el que nuestro cerebro sea consciente, es cuando realmente podremos dejarnos llevar en la relación, sin dudas ni miedo.