En los últimos años, la evolución de las relaciones interpersonales ha dado lugar a la aparición de nuevos términos y comportamientos que describen conductas específicas en el ámbito romántico. Ya no solo hablamos de todas las formas de amor que han surgido como muestra de libertad, sino de ciertas conductas que, al tener nombre, podemos dirigirnos a ellas y, sobre todo, identificarlas.
Y es que si hay algo que sucede en las relaciones de pareja sin importar el tiempo que pase, es que nos vemos cegados por las emociones. El amor nos impide percibir las faltas, defectos o contradicciones de la otra persona y son todos estos conceptos los que poco a poco nos hacen abrir los ojos, incluso por comportamientos que creíamos que eran no perjudiciales.
Hemos oído hablar del ghosting, orbiting o bankysing; sin embargo, en los últimos meses la tendencia que predomina en el negging, una táctica de manipulación emocional que ha ganado notoriedad y preocupación en España, especialmente en las relaciones de pareja. Tanto las que acaban de empezar, como las que llevan años consolidándose.
En qué consiste el 'negging'
El término negging es una contracción de la expresión inglesa "negative compliment" o su traducción en español, cumplido negativo. Se refiere a una táctica de manipulación emocional que consiste en hacer comentarios ambiguos que parecen halagos, pero que en realidad contienen críticas o insultos encubiertos.
La popularización del término se atribuye a Erik von Markovik, un "artista del ligue" que promovió el negging como una técnica para atraer a las mujeres al confundirlas sobre las intenciones del hombre. Según sus interpretaciones, este tipo de comentarios harían que la mujer pensara que no se está poniendo esfuerzo en impresionarla, lo que, paradójicamente, la haría más interesada.
El negging se manifiesta a través de comentarios que, a primera vista, pueden parecer halagos, pero que contienen críticas sutiles o insultos: "Yo siempre he preferido las rubias, pero a ti te quiero por tu forma de ser", "Estás muy guapa así, rellenita para que no se noten las arruguitas", "Qué bonito vestido, ¿pero no crees que es algo atrevido?"...
Todo este tipo de comentarios están diseñados para hacer que la persona se sienta insegura y busque la aprobación del manipulador, creando una dinámica de poder desequilibrada en la relación. El objetivo, aunque parezca contrario, es socavar la autoestima de la otra persona, generando inseguridad y dependencia emocional.
Aunque sean simples comentarios, lo cierto es que este comportamiento puede tener efectos devastadores en la autoestima y la salud mental de quien lo recibe. Esta táctica consigue que la otra persona dude de su valía, se sienta inferior y espere constantemente a que el comentario sea —por fin— bueno.
Según un estudio realizado por la plataforma de citas Badoo, el negging es el comportamiento tóxico que más afecta la confianza de los solteros españoles al conocer a alguien, afectando al 28% de los encuestados y provocando que muchos de ellos no hayan vuelto a salir con alguien después de experimentar esta táctica.
El negging puede llevar a relaciones muy poco saludables, donde la comunicación positiva y la honestidad son reemplazadas por menosprecio y manipulación. Y, entre los motivos por los que se da tan a menudo, se encuentra la dificultad de identificación del mismo.
La naturaleza sutil y encubierta de esta táctica de manipulación hace que sea difícil de detectar y permite que el comportamiento pase desapercibido durante largos periodos. Además, la normalización de este tipo de comportamiento puede llevar a una aceptación generalizada de la manipulación emocional en las relaciones, perpetuando un ciclo de abuso y dependencia.
Como protegerse del 'negging'
Todo tipo de comportamiento tóxico se tiene que identificar, así como actuar sobre él. Las consecuencias del negging son múltiples y pueden tener un impacto profundo tanto a corto como a largo plazo, ya no solo en la autoestima actual de la víctima, sino también en el futuro.
Protegerse del negging requiere estar atento a los comentarios que se reciben, así como establecer límites claros en las relaciones. Lo ideal es aprender a reconocer cuándo estamos siendo víctimas de esta táctica de manipulación emocional: si un comentario que busca ser un halago nos hace sentir incómodos es una señal clara.
En ese punto y aunque parezca complicado, tenemos que dar a conocer a nuestra pareja que ese tipo de comentarios no son beneficiosos. Es fundamental dejar claro que no estamos dispuestos a tolerar comportamientos que nos hagan sentir menos.