'Dime con quién te juntas y te diré quién eres' es uno de los refranes más utilizados a día de hoy. Aunque también podría ser 'dime cómo hablas y te diré quién eres', ya que el lenguaje delata en multitud de ocasiones muchos más rasgos y detalles sobre tu vida de los que te puedas imaginar.

Esto es lo que ocurre precisamente con el refranero español, que se alza como un claro reflejo de cómo han actuado las sociedades a lo largo de los siglos, y sobre cómo han ido evolucionando.

No hace falta indagar mucho en la literatura oral tradicional para darse cuenta de que, en siglos anteriores, las gentes utilizaban refranes como 'La nuez y la mujer, a golpes se han de vencer' o 'Cartas, dados, mujeres y vino, al rico le hacen volver mezquino'. De esta manera, y con tan solo una pequeña muestra, el refranero español es capaz de destapar qué perspectiva de la mujer se tenía hace unos siglos.

Sin embargo, seguro que te suena la canción popular que dice: 'Don Federico mató a su mujer, la hizo picadillo y la puso a remover'. Este juego de palmas ha sido cantado y disfrutado por muchos niños y niñas de no hace tanto tiempo. Incluso algunos de ellos pertenecen a la generación Z.

Entonces, ¿ha cambiado realmente el rol de la mujer en el refranero español? ¿Hasta dónde hemos evolucionado y de qué postura venimos? 

El poder de la tradición oral

Dicen que las madres siempre tienen la razón. ¿Y los refranes? Estos proverbios pueden ser muy útiles para tomar decisiones o salir de alguna que otra situación escabrosa, siempre y cuando sean bien utilizados. Ideas, enseñanzas, advertencias, sentimientos, consejos, normas de conducta, moralejas... Todo esto es lo que te pueden ofrecer. Después, tú decides si ponerlo en práctica o no.

Según la RAE, un refrán es un "dicho agudo y sentencioso de uso común". Ciertamente, estas expresiones orales son potentes transmisores de ideas debido a su carácter unívoco.

La tradición oral está formada por toda la sociedad y de ella se pueden extraer las ideas, los gustos y las aficiones de los diferentes pueblos. Pexels

El lenguaje de los refranes es claro y conciso, y siempre ha sido así, en aras de que todo el mundo pueda entender sus aprendizajes. Además, suelen tener musicalidad o ritmo para que sean más fáciles de recordar y que perduren en el imaginario colectivo.

Estas frases hechas pertenecen a la cultura popular y se han ido transmitiendo de generación en generación, añadiendo cada una de estas pequeñas modificaciones. De hecho, es la literatura oral tradicional uno de los marcadores más claros para definir las diferentes culturas, ya que en ella participamos toda la sociedad, aunque sea de manera inconsciente.

Por ello, si echamos un vistazo rápido al refranero español, podremos sacar conclusiones sobre los comportamientos de los pueblos, sus estereotipos, creencias, rutinas... Todo lo que queramos, y más.

"Más refranes que panes"

A día de hoy, es imposible contabilizar cuántos refranes posee la lengua española. Sin embargo, no han sido pocos los autores que, desde la Edad Media, han intentado recopilar el máximo número de ellos.

Los primeros refranes se documentaron en la Edad Media, aunque el primer refranero se publicó en 1508. iStock

El volumen Refranes que dizen las viejas tras el fuego, del Marqués de Santillana, es considerado el compendio más antiguo de España. Data del año 1508 y en su interior recopila más de 700 refranes. Todos ellos se utilizaron en el habla popular a lo largo del siglo XVI, como ha quedado registrado en los documentos de la época.

Sin embargo, ha sido en las auténticas obras literarias españolas donde los refranes han ganado gran popularidad. En escritos tan míticos como El Quijote o La Celestina, que tienen un carácter universal, también aparecen estas muestras de la literatura oral.

Según el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, los refranes suponen el 53,4% de las paremias de uso popular. Con ellos, también están las frases proverbiales, las locuciones proverbiales y los dialogismos. 

Entre los refranes, el 52,45% son de carácter moral, aunque también hay de carácter geográfico (0,50%), meteorológico (0,15%), laborales (0,15%) y médicos (0,15%).

A día de hoy, aquellos refranes tan populares en la Edad Media ya no lo son tanto pues, al igual que la sociedad ha evolucionado, el lenguaje también. Tanto es así que algunos están prácticamente en desuso. ¿Te imaginas que alguien a día de hoy dijera que 'a la mujer y a la burra, cada día una zurra'? 

La mujer en el refranero

Si la mujer ha estado desde tiempos históricos supeditada a la figura del hombre, no sería descabellado pensar que en el lenguaje, probablemente, también se haya dado este fenómeno. Pero, ¿realmente ha sido así?

Para analizar esta cuestión, habla una de las grandes expertas en el tema: la doctora en Antropología cultural, Anna María Fernández Poncela, una de las mujeres pioneras en estudiar los roles de género en los refranes. "Cuando comencé con mis estudios hace 20 años, nadie había tratado el tema antes", comenta la especialista.

Anna María Fernández Poncela. Es doctora en Antropología cultural y, actualmente, ejerce de docente y jefa del Área Mujer, identidad y poder, en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, en México.

Esta mujer es especialista en los estereotipos y los roles de las mujeres en la cultura popular. Ha estudiado las relaciones de género y la subordinación de las mujeres en la sociedad desde diversas disciplinas académicas, enfoques y temáticas.

Fue una mujer pionera en tratar este tema porque, en los primeros años del siglo XXI, no había estudios sobre este tipo. También ha estudiado las relaciones de género en las canciones, los chistes y otras narrativas.

Según Fernández Poncela, "el refranero español sí es machista", aunque destaca que es una afirmación que hay que contextualizar: "Cuando se estudia el refranero, se analizan también ciertos contextos sociales o históricos, por lo que tenemos que tener muy en cuenta el factor del tiempo".

Para analizar la tradición oral, es necesario contextualizarla en el tiempo y el espacio. Pexels

Esta antropóloga cultural destaca que, a día de hoy, muchos refranes se han quedado anticuados y forman parte de otras épocas y otros contextos: "En el siglo XVI sí que podríamos decir que fueron machistas, pero también lo era la sociedad en general. Si fueron machistas es debido a que se crearon y pertenecieron a otra época. No es el lenguaje ni el refranero, es la sociedad", explica Fernández Poncela.

Pero, ¿cuáles son esos refranes que se han quedado 'obsoletos'? ¿Cómo hablaba el refranero español de las mujeres? A continuación, explicamos los roles de los hombres y las mujeres en la tradición oral

Los estereotipos de género

Según los estudios de Anna María Fernández Poncela, el refranero español retrataba a las mujeres como charlatanas, personas de las que desconfiar, poco discretas, mentirosas... 'Secreto confiado a mujer, por muchos se ha de saber' o 'Mujer que no mienta, ¿quién la encuentra?' son solo algunos de los refranes que así lo certifican.

El refranero español mostraba a las mujeres como unas charlatanas. iStock

Sin embargo, y contradiciendo a lo que un día fue la tradición popular, está demostrado que las mujeres poseen más capacidades para la comunicación fluida. De hecho, en las carreras de comunicación las féminas son mayoría.

El refranero también advertía de que las mujeres eran inseguras, débiles e inestables, a la vez que malvadas y peligrosas. Sin ir más lejos, algunos refranes relacionaban a la mujer con la desdicha de los hombres: "En Colombia, se dice: 'No hubiera malos hombres si no hubiera malas mujeres'. Y en España, 'Agua de pozo y mujer desnuda, llevan al hombre a la sepultura'", comenta la antropóloga cultural.

Anna María Fernández Poncela: "Destaca que a las mujeres se las relacione con animales: 'Gallo, caballo y mujer, por la raza has de escoger'"

Otro de los aspectos que más llama la atención de los roles femeninos en la literatura oral antigua es la imagen que tienen las mujeres de sí mismas. El refranero lo refleja de la siguiente manera: 'A lavar al río fui, mal dije de otras y peor dijeron de mí'. Esto, sorprendentemente, reafirma su papel de charlatana y poco discreta.

Y los hombres, ¿qué?

En el refranero español también hay proverbios que se refieren al género masculino, aunque en cuantía sean menos que los que aluden a las féminas. En este caso, el papel del hombre también recibe críticas, sobre todo cuando los refranes son utilizados en contextos en los que primen las mujeres.

Uno de los aspectos de los hombres que más destaca el refranero español es su carácter infiel, en el caso de los esposos. En México, por ejemplo, se dice que 'Marido que no es casero, canta en otro gallinero', y en España: 'Juramento de amante, ni le creas ni te espante'.

Los esposos son criticados por las mujeres en el refranero español debido a su carácter infiel. iStock

Además, algunos refranes que se refieren a los hombres acentúan su papel superior frente a la mujer, aunque estos sean dichos por ellas. Algunos ejemplos son: 'Hombres de muchos pareceres, más que hombres son mujeres' o '¿Quieres tener a tu marido contento? Tenle puesta la mesa a tiempo'.

Así ha evolucionado el lenguaje

A día de hoy, es un hecho que ya no se utilizan todos estos refranes. Así lo explica la doctora Fernández Poncela: "Han quedado inutilizadas las expresiones orales que llevan implícitas denigración o brutalidad, o que simplemente son despectivos hacia las mujeres. Y, los que hay, se utilizan en sentido figurado y no con la crudeza y la literalidad que tenían antes".

Además, apunta que los refranes actuales aluden a la vida cotidiana y su objetivo no es ir en contra de las mujeres. "A veces son utilizados en la política, otras veces algunos negocios los utilizan para publicitarse... Incluso se dan casos en los que se contradicen entre sí, y eso ha pasado siempre. Por ejemplo: 'No por mucho madrugar amanece más temprano' o 'A quien madruga, Dios le ayuda'".

En definitiva, y como concluye la especialista: "A día de hoy, los refranes no son tan morales, sino que hacen referencia a las rutinas del día a día". Además, se han dejado de lado los comentarios despectivos hacia las mujeres. "Seguro que hay gente que sigue utilizando algunos de aquellos refranes machistas, pero no es lo común hoy en día. Y menos mal".