Antes de irnos de vacaciones, existen un sinfín de detalles a los que debemos prestar atención, dependiendo del tiempo que procuremos estar fuera de casa. En cualquiera de los casos, hay dos prioridades: si tenemos mascotas tenemos que organizar quién se quedará con ellas y si tenemos plantas, intentar pensar cómo regarlas y cuidarlas sin que esa misma persona que cuida de nuestro perrito tenga que pasar por casa.
Se nos vienen a la cabeza diferentes ideas para conseguirlo, como configurar un goteo automático o, incluso, regarlas en el último segundo antes de salir de casa rezando porque puedan aguantar. La mayoría de ellas pueden hacerlo una semana; sin embargo, algunas pueden empezar a sufrir si se quedan sin agua durante dos semanas.
Las plantas en el suelo normalmente estarán bien durante una semana más o menos sin riego, especialmente si hay algo de lluvia en el pronóstico. Sin embargo, como los recipientes tienen un espacio limitado para almacenar agua y están más expuestos a temperaturas cálidas, tienden a secarse mucho más rápido. Por este motivo, lo ideal es pensar en la opción más económica, pero también en la más sencilla, como el hidrogel.
Qué es el hidrogel
El hidrogel es un material polimérico que tiene la capacidad de absorber y retener grandes cantidades de agua en su estructura, lo que lo convierte en una herramienta muy útil para el cuidado de las plantas. Estos polímeros, que son compuestos de moléculas de alta capacidad de absorción, pueden captar agua y nutrientes y liberarlos lentamente, según las necesidades de las plantas.
Este proceso ayuda a mantener un suministro constante de agua en el suelo, reduciendo la frecuencia de riego y optimizando el uso de los recursos hídricos. Cuando se utiliza en jardinería, el hidrogel se mezcla con el sustrato o el suelo donde están las plantas. Al entrar en contacto con el agua, se hincha y forma una especie de gel que almacena el agua disponible.
Con el tiempo, este agua se va liberando a las raíces de las plantas, lo que garantiza que tengan acceso a la hidratación necesaria durante periodos más largos. Esto es especialmente beneficioso en climas secos o en condiciones donde el riego constante no es posible, y también, cuando nos vamos de vacaciones.
Además de su capacidad de retención de agua, el hidrogel también contribuye a mejorar la estructura del suelo. Al mantener una mayor humedad en la zona de las raíces, facilita el crecimiento radicular y puede ayudar a reducir el estrés en las plantas. Todo ello añadido a que es un material biodegradable y no tóxico.
El hidrogel no daña el ecosistema del suelo ni afecta negativamente a las plantas o a otros organismos vivos. Sin embargo, es importante mencionar que, aunque este material es muy eficaz en la gestión del agua, no reemplaza completamente la necesidad de riego.
Cómo hacer hidrogel
El hidrogel es una herramienta valiosa para el cuidado de las plantas cuando no estamos en casa, como durante las vacaciones, porque su capacidad de retener y liberar agua de manera gradual asegura que las plantas reciban la humedad necesaria en nuestra ausencia.
Su funcionamiento se basa en su estructura polimérica que puede absorber y almacenar agua hasta cientos de veces su propio peso. Una vez que se ha hinchado al absorber agua, el hidrogel la libera lentamente hacia el suelo, manteniendo las plantas hidratadas por un periodo prolongado.
Antes de irnos de vacaciones, el hidrogel debe ser preparado adecuadamente. Y es que, aunque podamos comprarlo directamente, el proceso de elaboración es tan sencillo que podemos hacerlo nosotros mismos con un par de ingredientes.
Lo primero que tenemos que hacer es hervir 800 mililitros de agua, en el momento en el que alcance el punto de ebullición, tendremos que apagar el fuego y añadir 15 gramos de agar-agar en polvo, aunque también podemos usar gelatina neutra. Una vez añadido, removeremos bien durante aproximadamente tres minutos para asegurar que se disuelva completamente.
Una vez tenemos la pasta enfriada, vamos a verterla en moldes en forma de pastillas, más o menos grandes, basándonos en nuestra maceta o en el tiempo que vayamos a estar fuera. Lo dejaremos enfriar por dos horas y transcurrido ese tiempo, desmoldaremos las pastillas.
Las pastillas de hidrogel se deben colocar junto al cepellón de las plantas y actuarán como un reservorio de agua. Cuando la tierra alrededor de las plantas empieza a secarse, el material liberará agua para mantener un nivel de humedad constante en el sustrato.
La cantidad de tiempo que el hidrogel puede mantener las plantas hidratadas depende de varios factores, como el tamaño de la planta, la cantidad de hidrogel utilizado, la temperatura ambiental y el tipo de planta. En general, el material puede mantener la humedad del suelo durante 15 días, siempre que se ubiquen en plantas de interior o que no reciban luz solar directa para evitar que se deshagan prematuramente.
Además de ser una opción eficiente y económica, el agar-agar utilizado en las pastillas no daña las plantas, aunque siempre es recomendable emplearlo de uso culinario. Se recomienda precaución al dejarlo al alcance de niños y mascotas, porque resulta muy atractivo debido a su textura, pero no siempre es comestible.