Planes hay muchos, pero planazos no tantos. Y este lo es. ¿Crees que visitar bodegas no es para ti?, ¿quizá que es para personas de cierta edad? Pues dale una pensadita, porque cada vez está más de moda y resulta una experiencia fascinante. En Magas queremos darte el empujón que te falta para descubrirlo o darte ideas si ya has probado alguna vez con estos siete increíbles ejemplos para ir con tus amigas este otoño y quedar como una maestra en organización de escapadas. ¡Vas a triunfar!

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El vino es toda una cultura ancestral, que implica a un sinfín de actores protagonistas, desde los viticultores, pasando por enólogos, personal de restauración, expertos guías en la materia, investigadores… Ir a una cata es combinar historia, arquitectura, naturaleza, sentidos y sostenibilidad. Las barricas esconden secretos y tradiciones, los cultivos dan lo mejor de sí en cada variedad de uva y el maridaje gastronómico resulta el compañero ideal de los caldos. 

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No hace falta que seas una experta, pero tampoco te costará descubrir el aroma a frutas rojas, madera, especias o manzana cuando huelas el vino antes de probarlo en la cata. Después de recorrer los viñedos, las salas de barricas y los botelleros tendrás una idea más clara de cómo se elaboran los caldos y qué tienen de especial cada uno. ¿Quieres más razones para convertirte en 'cata adicta'? Las bodegas son muy, pero que muy, instagrameables.

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Hemos seleccionado siete grandes bodegas en Madrid, Álava, Galicia y el Priorat. Atención porque hay sorpresas como el restaurante concebido por el arquitecto del Museo Guggenheim, el paseo en barco por el Sil, o la vanguardia de una propuesta boutique. Esto va de vino… y mucho más.

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    Algueira

    Ubicada en la espectacular Ribera Sacra, en Lugo, visitar esta bodega es una experiencia multisensorial. Algueira ofrece diferentes actividades, desde catas con sus mejores caldos, hasta recorridos guiados en barco por el río Sil a lo largo de sus viñedos y comida en su restaurante de cocina tradicional gallega. También puedes reservar un paquete de día completo para hacerlo todo en una sola jornada.

    Trabajan solo con variedades nativas y basan su producción enteramente en uvas de sus propios viñedos, que se benefician de las condiciones excepcionales del microclima para la producción de uvas de primera calidad de calidad gallega. Su primer objetivo es priorizar la calidad sobre la cantidad, creando así un vino genuino que remarca la identidad única de esta región.

    Las catas se realizan en las instalaciones de la bodega y consisten en una visita guiada por la misma y posterior degustación de 3 vinos de la bodega en el Salón de Catas (un blanco, un tinto y un tinto crianza). Todo va acompañado de explicaciones sobre viticultura, elaboraciones y el proyecto de la bodega en particular y la Ribeira Sacra en general, con apoyo audiovisual para ilustrar los comentarios. El precio por adulto es de 18 euros.

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    Cuarto lote

    Estas pequeñas bodegas, ubicadas en la localidad madrileña de Nuevo Baztán, son muy interesantes. La Alquería de El Cuarto Lote, conocido también como Arrabal del Conjuro, data de 1713, al igual que el conjunto urbano del pueblo, edificado por el visionario consejero real Juan de Goyeneche. Los gruesos muros de la edificación mantenían frescas las tinajas de vino que él empezó a elaborar en 1715. El nombre Cuarto Lote se debe a que la finca se integró en la cuarta parte de los bienes que se adjudicaron a uno de los cuatro herederos de Goyeneche.

    Una de las particularidades de la bodega, que le aporta un plus de sostenibilidad, es el aprovechamiento racional del agua. El sistema de refrigeración de los depósitos, bodega y botellero se nutre del agua del pozo centenario que posee la finca. El agua, tras recorrer los circuitos de las estancias y depósitos, vuelve al pozo. Esta técnica, llamada geotermia, evita un consumo energético elevado.

    En la cata se sirven tres vinos y un aceite, que ellos mismos elaboran, tiene una duración de 90 minutos aproximadamente y su precio es de 18 euros.

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    Herederos del Marqués de Riscal

    Una de las más impresionantes de esta galería es esta, ubicada en la localidad de Elciego (Álava). La 'culpa' la tiene el restaurante que se encuentra dentro del complejo de las bodegas, diseñado por el arquitecto, Frank O. Gehry, autor del Museo Guggenheim de Bilbao. Un edificio impresionante, inspirado en el mundo del vino, que se levanta por encima de los viñedos, creando un paisaje incomparable. No entra dentro de la visita, pero solo contemplarlo por fuera merece la pena.

    Disfruta de un auténtico recorrido histórico, que empieza por los viñedos, donde un profesional explica con detalle las variedades de uva que utilizan para sus caldos. Merece la pena destacar la Plaza del Reloj, el corazón de este conjunto, desde el cual se entra en la Bodega Original que fue construida en 1860. Su interior alberga uno de los tesoros de Marqués de Riscal, la botellería de vinos antiguos. A continuación, se visita la primera ampliación de la bodega, un edificio de estilo bordelés que data de 1883 conocido como El Palomar y en el que hoy en día se elaboran los vinos premium de la compañía. Y no podemos olvidar el increíble jardín.

    Disponen de distintas modalidades de cata. La más económica, incluye tres vinos, con un picoteo de chorizo y salchichón riojanos, con una duración de 90 minutos. Su precio es de 25 euros. 

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    Parés Baltà

    Esta es una pequeña bodega familiar vinculada desde sus orígenes a la viticultura y a la agricultura, en la que todos sus miembros están implicados. Su creación data del siglo XVIII y fue en 1790 cuando se plantaron los primeros viñedos en la finca que rodea la casa solariega donde está ubicada, en la región del Penedés. "Hoy, nuestro objetivo sigue siendo el de nuestro abuelo: elaborar vinos y cavas de calidad, ecológicos, llenos de salud y que hablen de las tradiciones y costumbres de nuestra tierra", explican los actuales responsables.

    Ellos son Joan y Josep, la tercera generación de la familia Cusiné, y cuentan con la ayuda incondicional de sus padres, Joan y Maria Àngels, y de sus esposas, María Elena y Marta; dos mujeres que se enamoraron de los hermanos a la vez que lo hacían del mundo del vino, convirtiéndose así en las enólogas de la bodega familiar por más de 20 años.

    Las catas incluyen la visita a los viñedos con una sencilla explicación de la agricultura biodinámica que llevan a cabo, la sala de barricas para conocer cómo elaboran los vinos y el proceso de los cavas para finalizar con la degustación de vinos, cavas y aceite oliva virgen extra. Puedes reservarla en castellano, catalán o inglés.

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    Adega Ponte da Boga

    Es la bodega más antigua de la Ribeira Sacra, situada al pie de Castro Caldelas, en el entorno del río Edo, afluente del Sil. Fue fundada en 1898 por la familia de Pascasio Fernández, con la ilusión de crear la primera de la zona en comercializar su propio vino elaborado con uvas de su viñedo. Adega Ponte da Boga cuenta con 33 hectáreas de cultivo en tres zonas singulares, a lo largo de los ríos Miño, Sil y Edo y trabajan exclusivamente variedades tradicionales de la Ribeira Sacra.

    Ponen su granito de arena en el cuidado del planeta con el proyecto Aromavid, que han desarrollado en colaboración con la USC y el CSIC, en el que se emplea el ozono como atenuante del cambio climático, en la mejora de la composición aromática de la nueva gama de Ponte da Boga, procedente de viñedos adultos de la D.O. Ribeira Sacra.

    Te atraparán sus increíbles vistas a orillas del río mientras disfrutas de alguna de las catas que ofrecen. La modalidad Alais incluye visita con guía tanto al viñedo como a la bodega y tres vinos, G Godello, P Mencía y Bancales Olvidados por 15 euros por persona.

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    Cellers de Scala Dei

    "Pasear por los rincones de nuestra bodega es como viajar en una máquina del tiempo a una época donde todo transcurría a un ritmo más lento y pausado, a un tiempo en el que sabían muy bien cómo hacer las cosas". Con esta frase la presentan, dejando claro que Cellers de Scala Dei tiene una historia centenaria. En 1194 se funda la Cartuja de Scala Dei. A iniciativa del rey Alfonso II de Aragón, cartujos procedentes de la Provenza se instalan en el lugar, aunque no se inaugura hasta 1215. Con el tiempo, los monjes empiezan a adquirir tierras y a cultivar la viña, dando como resultado los primeros vinos en 1263.

    Puedes hacerte una idea de lo que te espera en esta zona del Priorat, donde conocerás la construcción medieval de su sala de barricas y los lagares de fermentación ancestrales. Se ofrecen experiencias exclusivas, como recorrer los viñedos situados en las laderas del Parc Natural Montsant con un 4x4 para terminar con un picnic y degustación de sus caldos. La excursión dura cuatro horas y cuesta 400 euros para dos personas. Cuanto mayor sea el grupo (máximo ocho) la cifra resulta más rentable.

    Si tú y tus amigas queréis una cata sencilla, podéis probar los cuatro caldos más conocidos de la bodega, incluyendo el recorrido por la misma, por 25 euros.

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    Ysios

    "La búsqueda de lo inesperado", como ellos mismos dicen. Y, en efecto, su aire vanguardista deja sin habla a los visitantes a primer golpe de vista. Los reconocimientos hablan por sí solos: The Drinks Business ha premiado a la enóloga de Ysios, Clara Canals, como una de las 100 mejores del mundo, y la bodega ha sido galardonada por su diseño innovador en los World Travel Awards.

    Tiene sus raíces en el corazón de la Rioja alavesa, a los pies de Sierra de Cantabria y se trata de una bodega boutique que fusiona la tradición vitivinícola de Rioja con una mentalidad revolucionaria. En ella arquitectura y naturaleza se dan la mano, convirtiendo la estancia en un placer para los sentidos.. La visita comienza en el viñedo Carravacas realzando la riqueza de la región. Conocerás de primera mano cómo es este lugar, el clima, los suelos y las vides, algunas de más de 100 años, "prueba de la sabiduría de nuestros abuelos y bisabuelos". También de cómo sus dueños protegen y preservan este valioso legado.

    No puede faltar la entrada a la sala de barricas, donde  se servirán dos vinos, en el salón Laguardia, acompañados de un aperitivo ibérico. El precio por persona es de 50 euros. Es uno de los ejemplos, porque ofrecen mucha variedad como una de introducción por solo 15 euros y experiencias exclusivas.