En la vida, establecer buenas relaciones es una de las cosas más gratificantes que podemos hacer. A lo largo de nuestra vida, tanto el número y como la fuerza de todas ellas, afectan a nuestro bienestar mental y físico. Sin embargo, por muchos beneficios que puedan llegar a aportarnos, lo cierto es que establecerlas con éxito es tan difícil como reconfortante.
El afecto, la paciencia, la comunicación, amistad, el amor y otras variantes de la cercanía son necesarias para conseguir todas esas relaciones que formarán parte de nuestra vida e, incluso, de nuestra personalidad. No obstante, para llegar a ellas es necesario mucho trabajo y, en ocasiones, una pequeña ayuda.
La teoría de la cebolla es una de esas técnicas que puede ayudar a las parejas a llegar a ese éxito tan deseado. Gracias a ella, podemos llegar a profundizar en la relación y conseguir que todas esas virtudes lleguen a lo más profundo.
En qué consiste la teoría de la cebolla
La teoría de la cebolla es un enfoque que se basa en la idea de que las relaciones amorosas deben ser construidas capa por capa, al igual que se pela una cebolla. Cada capa representa un nivel de intimidad y comprensión que se va alcanzando de manera gradual y consciente, por lo que también se deben mantener o eliminar a lo largo del tiempo.
Este método no solo fortalece los lazos emocionales entre los miembros de la pareja, sino que también fomenta una comunicación abierta y honesta, crucial para la longevidad de cualquier relación.
La teoría de la cebolla tiene sus raíces en otra teoría, la de la penetración social, desarrollada por los psicólogos Irwin Altman y Dalmas Taylor en 1973 en el libro titulado Social Penetration: The Development of Interpersonal Relationships. Con la obra, los expertos describieron cómo se desarrollan las relaciones interpersonales a lo largo del tiempo.
En el modelo, se utiliza la metáfora de la cebolla para describir la importancia del intercambio voluntario de información personal, sentimientos y opiniones con el otro miembro de la relación. Según la teoría, la autorrevelación tiene dos dimensiones: amplitud y profundidad.
La amplitud se refiere a la variedad de temas que revelas, mientras que la profundidad se refiere al nivel de intimidad y detalle que revelas. La teoría sugiere que a medida que las relaciones progresan, la autorrevelación se vuelve más amplia y profunda, lo que lleva a una mayor cercanía y confianza.
En este contexto, la teoría de la cebolla encuentra esas dimensiones comparándolas con las capas del alimento. Este sencillo hábito enfatiza la necesidad de la autoconciencia y el crecimiento personal dentro de la relación. Cada miembro de la pareja debe estar dispuesto a trabajar en sí mismo y en la relación, reconociendo que el crecimiento individual contribuye al fortalecimiento del vínculo común.
El éxito de este enfoque radica en su simplicidad y en la comprensión de que las relaciones no se construyen de la noche a la mañana. Requieren esfuerzo, paciencia y un compromiso constante para descubrir y valorar cada capa que compone la cebolla de la relación.
En qué consisten 'las capas' de la relación
La primera capa de la cebolla simboliza la superficie de la relación, donde predomina la atracción física y el encanto inicial. En esta etapa, las parejas suelen centrarse en las apariencias y en las impresiones superficiales, así como el nombre o los gustos generales. Sin embargo, para que la relación prospere, es esencial que ambas partes estén dispuestas a profundizar y explorar capas más profundas.
A medida que se avanza hacia las capas internas, las parejas comienzan a compartir experiencias personales, intereses, valores y metas. En las capas intermedias se encuentra información más personal, como opiniones, creencias y experiencias pasadas, llegar a ellas requiere un mayor nivel de confianza y son reveladas a medida que pasa el tiempo.
La teoría de la cebolla subraya la importancia de ser paciente y permitir que cada capa se desvele a su debido tiempo, evitando la presión de conocer todos los aspectos de la otra persona de inmediato.
Por último, las capas más internas de la cebolla representan el núcleo de la relación, donde reside la verdadera intimidad y vulnerabilidad. Aquí es donde las parejas se sienten cómodas, mostrando sus verdaderos yoes, incluyendo miedos, inseguridades y sueños más profundos.