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Está demostrado científicamente que dormir es fundamental para las personas desde que nacemos, tanto para nuestro desarrollo cognitivo como para la prevención de enfermedades. Es por ello por lo que resulta una necesidad tener un mínimo de horas de sueño al día para poder favorecer nuestra salud y bienestar. 

No obstante, cuando se comparte cama con la pareja, el dormir se puede convertir en todo un desafío que no todas las relaciones llevan de la misma manera. De hecho, existen un término acuñado por la psicología que define perfectamente esta conducta: 'sleep divorce' o 'divorcio del sueño'.

Las parejas que lo llevan a cabo deciden dormir en camas, o incluso en habitaciones, separadas para mejorar la calidad de su descanso. Pero, ¿es esta práctica beneficiosa una relación de pareja?

La psicóloga y experta en relaciones, Mariona Gabarra, aclara que "mucha gente está deseando que le dé la razón para que no tengan que aguantar ronquidos o pies fríos, pero no... realmente es malo para la relación".

Históricamente, el hecho de compartir cama, no solo con la pareja, ha sido símbolo de intimidad y conexión emocional. Antes de la Revolución Industrial, era común que familias enteras, incluso con invitados, compartieran la misma cama como una forma de fortalecer la cohesión social y protegerse mutuamente.

Pareja durmiendo en la cama. iStock

Con el tiempo, esta práctica se adaptó y se convirtió en la norma para las parejas, simbolizando el compromiso y la cercanía.

Sin embargo, dormir juntos no siempre es fácil ni placentero. Factores como los ronquidos, moverse demasiado o las diferencias en los horarios de sueño pueden interferir en la calidad del descanso, llevando a algunas parejas a considerar la posibilidad de dormir en camas separadas.

Beneficios de dormir separados

Para muchas parejas, optar por dormir en camas separadas puede ser una solución a los problemas de sueño y una vía para mejorar la relación. Incluso algunos expertos en relaciones de pareja confirman que, en casos de incompatibilidad en los hábitos de sueño, dormir separados puede mejorar la relación matrimonial.

Para algunas personas, esta opción es vista como una forma de preservar la relación al evitar conflictos nocturnos, siendo uno de los principales beneficios que encuentran al hecho de dormir separados es la mejora en la calidad del descanso.

Mujer molesta con su pareja por no poder dormir. iStock

Sin las interrupciones causadas por los movimientos del otro, los posibles ronquidos u otros ruidos, cada miembro de la pareja puede disfrutar de un sueño más reparador y profundo. Esto, a su vez, contribuye a un mejor estado de ánimo y a una mayor energía durante el día.

Otra ventaja es la autonomía en los horarios. Al dormir en camas separadas, cada persona puede adaptarse a su propio ritmo de sueño sin preocuparse por molestar al otro. Un hábito especialmente útil para parejas con horarios laborales o de descanso distintos, permitiendo que ambos disfruten de su tiempo de descanso de manera independiente.

Por qué no dormir separados

Aunque hay quien encuentra claro los beneficios de dormir separados, esta práctica también tiene sus desventajas, como señala la experta, siendo la falta de contacto físico uno de los principales inconvenientes.

Dormir juntos ofrece la oportunidad de estar cerca, de abrazarse y de compartir un momento íntimo antes de dormir. La ausencia de este contacto puede hacer que la relación se sienta menos cercana y afectiva, lo que podría afectar la conexión emocional entre la pareja.

La psicóloga Mariona Gabarra también advierte sobre los efectos negativos que esta práctica puede tener en la relación: "Cuando una pareja tiene una relación sana, te apetece estar con esa persona".

En otras palabras, el deseo de compartir la cama puede ser un indicativo de la salud de la relación. Dormir separados podría, en algunos casos, ser sintomático de problemas más profundos que van más allá de las diferencias en los hábitos de sueño.

Además, la separación física durante la noche podría llevar a una disminución en la comunicación. El tiempo de antes de dormir es un momento en el que muchas parejas conversan sobre su día, comparten experiencias y conectan emocionalmente.

Dormir en camas separadas podría influir negativamente en este valioso tiempo de conexión, lo que podría afectar la cercanía emocional entre ambos.

La ciencia opina sobre dormir separados

Investigaciones recientes sugieren que no hay una respuesta única sobre si es mejor dormir juntos o separados. Todo depende de las necesidades individuales y la dinámica de cada pareja.

Un estudio del Sleep Council británico reveló que el porcentaje de parejas que optan por dormir en camas separadas ha aumentado del 8% al 12% en tan solo cinco años, lo que indica que más personas están considerando esta opción para mejorar su calidad de sueño y, posiblemente, su relación.

Pareja cómplice en la cama. iStock

Otros estudios han confirmado que la separación física durante la noche podría aumentar el deseo íntimo en algunas parejas. La teoría es que la distancia puede generar anhelo, lo que a su vez podría aumentar la pasión en la relación.

Independientemente, el hecho de dormir en camas separadas es una decisión personal que, mientras para algunos encuentran en esta práctica una solución para mejorar su descanso y preservar su relación sentimental, otros pueden sentir que afecta negativamente la intimidad y la conexión emocional.

Lo más importante es que cada pareja explore lo que mejor funciona para ellos, manteniendo siempre una comunicación abierta y honesta sobre sus necesidades y expectativas.